El diablo pasa trabajo
El pobre Chávez cada día está más aislado internacionalmente. Demasiada gente en el mundo lo ve con malos ojos. Sólo se siente a sus anchas en las reuniones del ALBA, donde el paga todo y nadie sería capaz de contrariarlo. Tolera UNASUR porque se siente apoyado, sin embargo, el temor de que Colombia, Perú o Chile le provoquen un dolor de cabeza le trastorna. Los incidentes que ha protagonizado en las últimas cumbres son fantasmas que lo persiguen. Cada nueva repulsa y cada nueva humillación le hacen retraerse más. La presencia del Presidente hondureño Lobo en la cumbre UE- Latinoamérica fue la excusa perfecta para disimular su deseo de no asistir. Sabe que la masa no está para bollos. La justicia española no come cuentos, tiene miedo de nuevos incidentes que por muy sutiles que sean pueden resultar destructivos.
Chávez está claro que no podrá mantener su puesto ante una violenta oposición del populacho, por ello prepara milicias, reservas y grupos terroristas, en los que tampoco confía, pues su lealtad depende de una buena remuneración. Cada día que pasa no hay nadie a su alrededor que diga lo que realmente piensa. Algunos creen que pronto hasta sus necesidades fisiológicas las hará en cadena nacional. Muchos se limitan a calcular cuánto ganarán con su traición. Hace mucho tiempo que se han dado cuenta que Chávez no es precisamente el más brillante de los hombres. Se compadecerán de él si fracasa o si cae, pero no moverán un dedo en su ayuda sino todo lo contrario. Buscarán salvarse y salvar lo que han conseguido y si para ello deben acusarlo y hundirlo, lo harán. La raza humana no ha cambiado y no cambiará por los siglos de los siglos.
Hay mucha incomodidad en la gente por la alteración en su ritmo de vida. El espectáculo de los carniceros presos, fincas e industrias expropiadas y condenadas a la ruina, las torpes acciones de la justicia contra opositores encarcelados. Las ridículas excusas para justificar la inflación y el desplome del bolívar “fuerte”. La compactación cada vez mayor de la oposición en la Mesa de la Unidad. La firmeza y claridad de Oswaldo Álvarez Paz y Diego Arria, el desastre de la plataforma petrolera que ha ratificado la nauseabunda corrupción y los negociados en PDVSA, el caso Afiuni, el drama de Franklin Brito y la continuidad de los apagones a pesar de las lluvias nos indican claramente que mientras los cubanos gozan y cargan con lo que pueden el diablo está pasando trabajo.