El contendor carece de votos propios
El 14D, con Chávez aun vivo y contra todo el aparato del Estado fue reelecto Gobernador de Miranda, derrotando a uno de los pilares del régimen, el Vicepresidente Jaua. En esta segunda campaña presidencial, Capriles se mueve sobre una plataforma muy sólida. Su contendor, por el contrario, carece de votos propios. Fue ungido como su sucesor por el Presidente Chávez, pero el difunto no estaba en capacidad de transferirle su carisma ni sus envidiables habilidades de encantador de serpientes.
Para empeorar su situación, Maduro es un desangelado, sin calor humano, introvertido. Es como un tanque pesado e inexpresivo. Por añadidura le ha dado la espalda al ejercicio inteligente de la política, confiando su destino a la utilización de la fuerza bruta. No faltan quienes estiman, estimulados por cierto tipo de encuestadores, que este pesado handicap no será obstáculo para imponerse el 14 de Abril.
El candidato, dicen, no es Maduro, es Chávez. Capriles va a ser derrotado por Chávez. Aquí cabria aquella expresión «demasiado perfecto para ser verosímil». El recuerdo fresco de Chávez va a jugar un papel en las elecciones, dándole votos a Maduro, pero no suficientes para hacerlo Presidente.
La parafernalia atosigante para tratar de sacarle dividendos electorales a la muerte de Chávez empieza a generar reacciones de rechazo. En el estadio Cachamay de Ciudad Guayana, el público protestó ruidosamente cuando se les solicitó un minuto de silencio en memoria de Chávez. Aquella protesta no fue contra Chávez, fue contra quienes vienen utilizando irreverentemente su nombre con fines electorales.
Otro factor que opera a favor de Capriles: el malestar social creciente generado por 14 años de políticas económicas insensatas – made in Cuba- que están afectando severamente a los de abajo. No es jactancia que Capriles diga que esta reuniendo sus coroticos para mudarse a Miraflores el 15 de Abril. Ni un día menos.
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