El comunismo se hace esperar
La revolución socialista está en transición. Es lo que dice el líder intergaláctico diariamente, mientras cumple su jornada diaria televisiva que es como gobierna. Un gobierno mediático y futurista. Pues, si de calle se trata, el señor hace tiempo que si camina por ahí es rodeado por el señor de los anillos: los cubanos y no más de media cuadra no vaya a ser…
La transición, como muchas veces también nos lo ha dicho el líder de la revolución mundial, implica una situación tremendamente complicada. Se trata de explicar que Chávez es socialista, pero no es comunista. Que Chávez no afirma que sea comunista pero es presidente del PSUV, un partido que sí es comunista en sus bases y en sus principios. Se trata de esconder que Chávez es comunista, está rodeado por lo más radical del comunismo criollo e internacional y es la representación de Fidel Castro en Venezuela. Es decir, la transición es lo que falta, poco a poco, para llegar a ser exactamente igual que Cuba, con la sola diferencia de que el país será pobre y no paupérrimo y miserable como sí son los cubanos, gracias al chorrito de petróleo que todavía produce la Pdvsa de Rafael Ramírez, el mismo que seleccionó a «sus mejores hombres» para ejecutar la campaña admirable de pudrición en Pudreval, el emblema de lo que es y será la revolución más allá de toda transición.
Y no hay que esperar a que se produzcan otras tres reelecciones más. No hay que esperar sentados a que asuma alguno de los muchachos comunistas de la Bolivariana cuando ande por los 60 años y el líder hable como Fidel, como soplando sopa caliente. Ya la revolución ha concretado cosas en ese mundo. Ya Chávez ha logrado cosas para beneficio del pueblo.
Cerró a RCTV y fundó a TVes. La revolución es capaz de eso. No hay duda de que el soberano salió ganando. Una televisora de servicio público que en realidad es el reino de Pedro Infante y la aventuras del Che Guevara. La revolución es capaz de eso y más. Se ha tirado un montón de fincas y haciendas productivas y las convirtió en nidos de culebras y comunas desocupadas. Bravo. Eso es socialismo. Desapareció el bolívar fuerte y creó el bolívar tísico que ahora vale 100% menos que el original. Eso es ahorita mismo. No dentro de 30 años. Para esa época habrá mejores cosas. Chávez esclavizó al BCV y ahora tiene, con la ayuda afanosa de Giordani, la economía más miserable de todo el mundo. Eso es ahora. No al final de la transición. El propio Chávez solito, los demás no existen, logró en apenas 12 años la socialización del crimen: a cada quien le toca lo suyo. Chávez dilapidó casi un millón de millones de dólares en la mayor acción del capitalismo improductivo que conozca la humanidad.
No hay que esperar 30 años