El cielo por asalto
Me siento orgulloso de nuestra juventud, de nuestros estudiantes universitarios. De aquellos que aspiran un país mejor y luchan.
En un tiempo donde un gobierno le da la espalda a la propia Constitución que contribuyó a crear y que ahora le incomoda por democrática y plural. En un tiempo en que las principales instituciones del Estado se encuentran de rodillas ante un ejecutivo todopoderoso. En un tiempo donde el personalismo más grotesco lo creíamos superado. Insurgen los estudiantes con toda su frescura e ideales apelando a la razón, al dialogo, a la tolerancia, a la democracia, a la convivencia, a la reconciliación de todos los venezolanos.
La consigna es clara: no más presos políticos y la búsqueda de una amnistía general para todos. A su vez se reivindica el derecho a vivir en democracia y en libertad, el respeto a la disidencia y a la protesta civil pacífica.
Nuestra juventud es variopinta y valerosa, son demócratas, porqué desde nuestras universidades autónomas, públicas, populares e históricas han aprendido valores y convicciones que ahora defienden aún a riesgo de su propia salud.
No son los “niños de papá”, argumento que de manera desconsiderada e injusta, los voceros del gobierno utilizan para descalificarlos. Si hay un estudiantado que prevalece en nuestras universidades son precisamente los de origen más humilde.
La reciente Ley Orgánica de Educación, aprobada a espaldas del país y de manera apresurada, no es más que un instrumento peligrosamente subversivo en el sentido de que contraviene aspectos fundamentales de la propia Constitución vigente, y además, es intervencionista y sesgada.
El actual gobierno le teme a las universidades, y sobre todo, a sus estudiantes, y es por ello que busca ponerle las manos encima y acabar con su natural rebeldía y espíritu contestatario. Los gobiernos pasan, las sociedades permanecen. Esta “Generación 2000” de estudiantes venezolanos, al igual que la célebre del 28, está llamada a jugar un rol fundamental en la reconciliación nacional y en el relanzamiento del proyecto de país sin exclusiones.