El Capitán Mandela
Es poco lo que se puede decir o escribir sobre Nelson Mandela, que no sea una loa redundante de las que tanto merece y mucho se ha expresado sobre el hombre que con extrema sensibilidad y gran sabiduría, luego de 27 años de prisión por su lucha pacífica contra el apartheid (sistema de segregación racial), obtuvo la libertad un 8 de febrero, hace 20 años, para pronto convertirse en el primer presidente de una Sudáfrica democrática, pluralista y tolerante a todas las razas y etnias del país.
El aniversario 20 de la liberación de Mandela coincide con la proyección de la película Invictus, en la cual se ilustra cómo a través del rugby, – un deporte de blancos – Mandela logró unificar a todos los sudafricanos a apoyar al equipo y sentirse una sola nación.
Para entender la grandeza de Mandela, y del hombre que decidió transformar a Sudáfrica de una nación paria y racista a una referencia mundial de tolerancia, Frederick De Klerk, el presidente blanco que “dio sentencia de muerte” al sistema de segregación racial, es importante entender la esencia del apartheid, que según el periodista viajero Ryszard Kapuściński es un sistema que se ha practicado desde tiempos inmemoriales, con una doctrina cuyos partidarios se convencen de que todos puede vivir como les venga en gana siempre y cuando que aquellos que pertenecen a otra raza, religión o cultura diferente a la nuestra, vivan lejos y cercados: “El apartheid fue y sigue siendo una doctrina de odio, desprecio y repugnancia hacia el Otro, el extraño”, definió el reportero polaco.
Las invocaciones a “guerras santas”, la pseudo-ciencia racial y racista, las ideologías masificadoras que buscan negar la importancia del individuo en el nombre de mitos y de un estado todopoderoso, y tantas otras doctrinas que dividen a los seres humanos es superiores e inferiores, o mejores y peores, son dogmas relacionados al apartheid, pero solo en Sudáfrica esta doctrina totalitaria fue desmantelada gracias a la creatividad, empuje e inspiración de Mandela.
Son pocas las historias de conquistas libertarias atribuibles, en especial a un hombre, y Mandela escribió una de ellas.