El candidato único de la oposición ¿un problema o un dilema?
Ídolos: aprender a disolverlos dentro de nosotros mismos.
Tenemos que aprender a ser aire, sueño en libertad.
Octavio Paz
A medida que pasan los días y que El Firmazo es sólo un recuerdo de lo que la voluntad ciudadana pudo hacer, nos embarga un sentimiento de desaliento. ¿Cómo es posible que a estas alturas del juego algunos presuntos dirigentes políticos de la oposición se planteen que la candidatura única del grupo opositor puede ser más un problema que una solución, y en el mejor de los casos, la convierten en un dilema? Este ser y no ser de esos dirigentes de la oposición no produce otra cosa que un fortalecimiento, en medio de la debacle, de Chávez, quien, con su peculiar maniqueísmo, logra transmitirle a sus huestes una visión y dirección única a sus propósitos. Mientras la oposición, si sigue sin definición, da la impresión de dar vueltas en redondo para ver si aparece el (%=Link(«http://www.primeravistalibros.com/fichaLibro.jsp?codigo=721″,»mago Merlín»)%)
para darle la solución a su problema, ya que no pareciera tener la voluntad de hacerlo por sí misma.
Me pregunto cómo puede convertirse en un problema o en un dilema la necesidad de darle rostro a la oposición ¿ Será que en los cálculos que se hacen tras bastidores hay una poción mágica que iluminará a todos los integrantes de la oposición tras una fórmula salvadora? O más bien será que no hay la capacidad suficiente para imponer una salida, y por lo tanto se prefiere esperar, como en la obra de (%=Link(«http://home.sprintmail.com/~lifeform/Beck_Links.html»,»Becket»)%) que algún día aparezca Godot con la solución.
El problema en su acepción del DRAE es una “ Cuestión que se trata de aclarar” y,en este caso, no es la de encontrar una fórmula que mantenga el equilibrio precario de las fuerzas que se reagrupan detrás de un mecanismo como lo es la coordinadora democrática, sino más bien la de ver cómo se logra encausar, dirigir, fortalecer a una oposición formada esencialmente por un colectivo que no le pertenece a nadie, para que éste crea que es posible, algún día , ver la luz al final del túnel y convencerlo de la necesidad de luchar con tenacidad, paciencia y persistencia detrás de un liderazgo producto de su voluntad y no de las manipulaciones en la cúpula.
La selección de un rostro, de varios rostros, de una voz o de varias voces de la oposición no es un capricho ni tampoco es el deseo de encontrar a un nuevo Mesías que nos guíe. No se trata aquí de poner un falso dilema, cosa que tanto apasiona a algunos de nuestros políticos. A tal efecto no podemos dejar de recordar aquella definición de dilema que daba en su diccionario de filosofía (%=Link(«http://www.ferratermora.org/biog_fm.html»,»José Ferrater Mora»)%):
Dilema es el nombre que recibe un antiguo argumento presentado en forma de silogismo con “ dos filos” o “dos cuernos”y llamado por ello syllogismus cornutus. A propósito de esta definición bien luciera que a algunos dirigentes de la oposición les está ocurriendo como en la comedia de (%=Link(«http://www.imagi-nation.com/moonstruck/clsc35.html»,»Molière»)%),
es decir, que no solo son cornudos sino apaleados.
Esperar y tener paciencia suele ser un consejo sabio, sin embargo, en circunstancias como las actuales es una muestra de estulticia y en todo caso de falta de visión y de fe en la fuerza manifiesta de una sociedad civil que ha demostrado como se puede recuperar la calle, la bandera y la esperanza, pero que lamentablemente no ha encontrado en sus dirigentes tradicionales aquellos con la visión necesaria para conducirlos con firmeza detrás de un objetivo alcanzable. Esos pasos hacia delante y hacia atrás, esas múltiples vías(referéndum consultivo o más bien revocatorio, o más bien enmienda o más bien constituyente) son una clara muestra de lo que puede producir una oposición sin liderazgo. El liderazgo no se inventa, no es un producto de laboratorio ni mucho menos de combinaciones políticas para mantener en equilibrio a una mesa de tres patas. El liderazgo surge de la calle, de la voluntad de muchos hombres de encontrar una vía y de persistir en su recorrido hasta poder vencer.
Enfrentarse a Chávez no es una etapa más en un proceso democrático normal que tiene como escenario final unas elecciones libres. Enfrentarse a Chávez es luchar contra una de las formas más perniciosas del neo autoritarismo, porque estos regímenes son como la (%=Link(«http://www.geocities.com/colosseum/midfield/4301/hidra.html»,»Hidra»)%)
presentan múltiples cabezas de las cuales una sola es la que debe ser enterrada bajo la mitológica piedra y esa no es otra que la voluntad de convertir a la democracia en una expresión maniatada por el totalitarismo. Sucumbir ante la retórica, las promesas y los falsos propósitos del régimen nos lleva inexorablemente a la situación paradójica de la rana que acaba por morir con solo el aumento progresivo y disimulado de la temperatura tibia en la que inicialmente esta fue inmersa.
Sí tenemos una manera de luchar, sí podemos resistir y vencer , pero para ello necesitamos que tengamos a la cabeza de nuestra lucha un liderazgo formado por un conjunto de hombres asignados a las tareas necesarias para la reconstrucción nacional, un programa que sirva de meta para esa acción y que permita contrastarlo con lo que en ese sentido tiene el gobierno y “ last but not least”, un hombre o una mujer que personifique esa voluntad de cambio. Todos estos elementos son parte integral de lo que pudiéramos expresar con el símil de una orquesta sinfónica en la que es necesario para poder trasmitir la música la existencia de una partitura, de unos solistas que se integran en la orquesta y un director que le sepa dar sentido a todo el conjunto.
La lucha es larga y quien sabe si tendremos a corto plazo elecciones, pero ello no es óbice para que en cumplimiento a la expresa voluntad democrática de la oposición ésta no se dote por los medios de la consulta popular de una orquesta y un director que le sepa insuflar el ánimo necesario para la marcha inexorable hacia la victoria final.