El ascenso de Rumbo Propio
Como Profesor de Ciencia Política -disculpen Uds. la deformación profesional- sé que ganar aliados entre potenciales amigos es importante, tanto como ganar neutrales entre potenciales enemigos. Y en Rumbo Propio tenemos éxito, modestia aparte. Cada día recibimos más muestras de apoyo de quienes comparten nuestras ideas y planteamientos, y de no hostilidad al menos de quienes no los comparten. Nuestro potencial de crecimiento es muy alto. Y me parece que hay razones. Entre otras, las siguientes:
1) Nuestra lucha es ideológica, y por eso respetamos a todas las personas -sin agredir-, aunque no a todas las ideas. Estamos contra el socialismo y en pro del capitalismo liberal. Nuestra propuesta, para quienes están hartos de socialismo, es atractiva. Para quien todavía dudan, es intrigante y motiva a la reflexión. Y para quienes la adversan, al menos tiene los méritos de ser novedosa y desafiante, en un país de cultura de izquierdas. En consecuencia, nuestra propuesta va para todos: amas de casa, estudiantes, obreros, desempleados, informales, empresarios, ganaderos, profesionales, etc. Y de todos los partidos, lo cual incluye al oficialismo y a la oposición. Y a los independientes, no cercanos a la política -o demasiado cercanos, y ahora desilusionados o asqueados-, pero concientes de que la crisis requiere el compromiso y la participación de todos.
2) Nuestra propuesta es clara: el capitalismo liberal. Es la fórmula del éxito económico de los pueblos, demostrada históricamente por los países que hoy son ricos, y más recientemente por los “dragones” del Sudeste asiático. Es el Liberalismo Clásico de la Escuela Austriana de Economía: Gobierno limitado, mercados libres, e instituciones privadas separadas del Estado.
3) Nuestra labor descansa en sólidas bases filosóficas, intelectuales y científicas. Rumbo Propio nació de la confluencia de dos instituciones académicas: el Centro de Economía de la Oferta-CEO, y la Fundación Metanoia-FM. En el CEO se enseña Economía austriana y supply-side, pero también realismo aristotélico. Y en especial aunque no exclusivamente para los creyentes, en la Escuela Bíblica de Gobierno -adscrita a la FM-, se enseña el antiguo marco bíblico y cristiano del pensamiento liberal. Razón de más para hacer nuestra propuesta interesante para los cristianos de todas las denominaciones y creyentes de todas las persuasiones. Practicando todos, creyentes y no creyentes -que los tenemos también entre nosotros- consideración recíproca y respeto mutuo, además de compañerismo y sincera amistad. (No meramente “tolerancia”; eso es un tanto despectivo.)
4) Nuestra línea es bien definida y demarcada. Otros grupos liberales en América latina en cambio fracasan porque no logran deslindarse de posiciones casi anarquistas, o “neo” liberales (fracasadas en los ’90), o casi socialdemócratas. Esas diferencias son insalvables, y por eso la discusión es crónica en esos grupos, y por eso su inacción es permanente.
5) Nuestra propuesta no queda en el aire. Adherimos a las tesis de Hans-Hermann Hoppe sobre las autonomías regionales como vía de acceso al capitalismo liberal. Por eso concretamos nuestro Programa en el Estatuto Autonómico del Zulia, que incluye -entre otras libertades-, los derechos económicos garantizados a los venezolanos en 1961 por la Constitución de entonces, que de inmediato fueron suspendidos sin término, arruinando con ello al país.
Cinco razones de sobra para el éxito.