El año del loro
Que no me venga nadie con el cuento de que, al finalizar un año o comenzar
el siguiente, no lee horóscopos porque no cree en esas estupideces. La
verdad es que yo tampoco creo, pero no por eso dejo de leer algunos para al
menos estar enterada de cuán estúpido se puede ser. Por ejemplo este año que
comienza es, de acuerdo con el Horóscopo chino, el del Gallo. Como no soy de
ese signo y me da pena decir el animal que me corresponde, busqué las
predicciones que dos astrólogos bastante populares hacen para Venezuela. De
una vez aclaro que ni esos dos ni ninguno de los centenares que han hecho
vaticinios sobre muestro futuro “promisor”, “un nuevo amanecer” “sale Chávez
en medio de un río de sangre”; “sale Chávez pero sin sangre”, etcétera; han
pegado una, pero quién sabe a lo mejor alguna vez aciertan.
Walter Mercado, el que no se sabe a qué sexo pertenece, dice que éste será
–universalmente- el año de la teatralidad, de los caracteres llamativos, de
las exageraciones y de la franqueza. Las tres primeras aseveraciones no
generan duda alguna porque esas han sido las características fundamentales
de lo que nos sucede desde hace seis años. Lo de la franqueza está por verse
jamás supimos quiénes escondieron y protegieron a Vladimiro Montesinos ni
quienes lo encontraron y deportaron. Si acaso se llega a saber quiénes y por
qué mataron a Danilo Anderson y el cuánto hay pa’eso, más el sitio de
detención de Granda, nuestro compatriota “canciller” de las FARC;
comenzaríamos a creer que Mercado no está tan fuera de perol. En cuanto a
Venezuela, Mercado asegura que “el horror vivido acabará y que el querido
país no será una trágica copia de la desangrada Cuba”. La verdad es que
hasta ahora vamos en camino de ser una foto escaneada. Y continúa: “A pesar
de ataques y desprestigios, la nación americana (nosotros) empieza a
recuperar la imagen perdida en años anteriores”. Esto en realidad suena a lo
mismo que dicen -para pagar pasajes y estadías principescas- todos los
invitados a los Congresos de los Pueblos bolivarianos y demás comparsas
internacionales que el gobierno reúne, además de los muy costosos lobbys
justamente para eso, para mejorar su imagen.
El otro astrólogo que le entra de frente al año del Gallo, es Hermes;
resulta que este año será para Venezuela uno en el que “se van a desbordar
las pasiones: matrimonios, sexo, escándalos sexuales”. Interesantísimo,
sobre todo con la Ley Mordaza destinada a cuidar nuestra salud moral. Pero
dice algo que pone carne de gallina: “Como se desbordan las pasiones
cualquiera le puede meter al loco y disparar contra alguien” ¿Quién será ese
alguien? ¿Será acaso ALGUIEN, así con grandes mayúsculas? Porque si se trata
de los demás alguienes, eso no es ninguna novedad: se mueren por decenas
todos los días víctimas de quienes le meten al loco, a la droga y a ser
autoridad policial o gatillo alegre oficialista. Cuando Hermes agrega que
pueden poner una bomba o secuestrar un avión, no logra alarmarnos: los
secuestros express o de larga duración son pan de cada día, y los aviones se
los llevan los hermanazos narcoguerrilleros colombianos cuando les provoca.
Salvo que de nuevo se esté refiriendo a ALGUIEN. Lo que nos genera sospechas
como en el caso del Walter de peluca y capa dorada, es que Hermes separa al
general García Carneiro, Ministro de la Defensa, y al teniente Jesse Chacón
titular del Interior y de Justicia, como los únicos leales al Presidente:
“hay un enemigo de uniforme muy cerca del Presidente y si sale García
Carneiro del Ministerio de la Defensa, cualquier cosa puede pasar”. Ya al
final de sus predicciones repite este terrorífico vaticinio que parece más
bien una inversión bastante elevada del presupuesto de Relaciones Públicas
de Mindefensa y otra algo más moderada del MIJ.
Pero dejémonos de pazguatadas, que año del gallo, ni del perro, ni del gato,
aquí vivimos desde hace seis años en el año del Loro que -como van las
cosas- pudieran ser no solo estos siete años que empiezan a correr, desde que
la fortuna nos bendijo con un gobierno revolucionario y bonito; sino
extenderse por dos décadas más o hasta que la salud del líder y héroe lo
permita. Todos nuestros años, desde febrero de 1999, son los del Loro que no
es un signo del horóscopo chino sino de la cartilla bolivariana chavista:
Chávez dice A todos los loritos repiten A, y así hasta la Z. Y ahora, a
esos loritos que bebieron de la savia del árbol de las tres raíces, tenemos
sumados a un gobernador de ex oposición como Manuel Rosales y a uno que está
por brincar la talanquera, (solo que en Nueva Esparta no hay tierras que
intervenir) como mi ex compañerito de Partido Morel Rodríguez. Loros los de
Asamblea Nacional, Tribunal Supremo, Fiscalía, Contraloría, Defensoría del
Pueblo, Consejo Electoral, Gobernaciones, Alcaldías y hasta el Banco Central
¿Cómo fue que a Buda se le olvidó incluir en su horóscopo a ese tropical y
encantador animalito?