El aguafiestas Diego Arria

¿Puede ganar arria, con su campaña sin real? ¿Debió Diego Arria lanzarse por fuera de la MUD? Antes  de desatar las especulaciones sobre esta afirmación déjenme decirles  que  Arria  hizo lo correcto,  creo, al inscribirse y competir con las demás fracciones del espectro político opositor: que todos sabemos  va desde el cuasi-chavismo,  hasta  el  llamado pensamiento radical,  que expresamos quienes  no estamos en lo mas mínimo interesados en la compra de la baratija  ideológica, que fundamenta la cohabitación con esta piltrafa de régimen.

Es un hecho que hemos querido polarizar contra el gobierno,   y en las primarias contra quienes  se han convertido  ahora,  en  propulsores de la  tesis de la connivencia, de la cohabitación  con el chavismo,  para vivir juntos  en un nuevo gobierno, como herederos y  cultores esmerados  de las peores taras que tenemos como nación y como Estado.

Al participar Arria en las primarias veremos la fuerza que puede llegar a tener la propuesta  de asumir como necesaria la ruptura con este modelo clientelar  de parasitismo político, social, y militar.

 Si los partidarios de esta ruptura pudiéramos ganar,  ello equivale a derrotar a quienes son partidarios consciente o inconscientemente de  mantener el modelo actual o  de quienes osan desde la oposición  proponerse cohabitar con la esencia de este sistema estatista y populista,  que asumen por  naturaleza la vocación  por la depredación  del abundante dinero petrolero y  del  tesoro nacional. Todos tienen en común que  quieren vivir y hacer fortunas con los dineros públicos.

El fin último de los cultores del  lenguaje neutro y alcahuete, como en las peores etapas de nuestra republica de 200 años,  es  ahora  querer gobernar para  mantener, fortalecer  y  ver surgir   fortunas  a  la sombra del samán del Estado,  pródigo  de toda clase  de privilegios y de ruindades que prohíjan el peor sistema posible el capitalismo de plutócratas, hijos del nepotismo, mafias, cacos, aprovechadores, trepadores,  vivianes, vagos, parásitos  del “cuanto hay pa´ eso” y del “Póngame donde´haiga”.

La verdad más intima de quienes  suscribimos las tesis de Diego Arria,  es que solo pueden derrochar millones de dólares en publicidad  quienes o los haya robado o los “ganaron” demasiado fáciles, porque  los aportaron  quienes están interesados en mantener el actual estado de cosas,  o en el mejor de los casos  quienes desean protegerse,  obteniendo  una  cuota  de  representación  en el juego de presiones del poder de Estado. Solo quien quiera ganar miles de millones, invierte decenas de millones DIARIOS en publicidad.

Pero el Doctor Diego Arria  es  tan optimista con el destino de nuestro  país,  que se atreve a creer,  que aun sin tener los recursos para hacerse conocer y para popularizar su mensaje, es posible aglutinar las fuerzas más  sanas de la nación y que estas  pueden conformar, incluso  desde las primarias,  una mayoría para su propuesta.

Porque la verdad sea dicha: nadie que “este bien” con este régimen, quiere  ayudar al Diego Arria. Tampoco desea  el  triunfo de Arria,  quien  ya tenga “inversiones” en alguna fórmula que implica  quizá disentir tibiamente con Chávez, pero esperar seguir bajo el propio Chávez  o de su sucesor,  con una convivencia buena para sus intereses,  vulgarmente llamada conchupancia.

La gran hipocresía de varias campañas de las llamadas primarias,  es esa rolitranco de coba sobre  que  hay que acercarse al elector chavista y prometerle  seguir con los planes sociales y las misiones, que cautivaron y cautivan su apoyo a Chávez.

 Si esos mensajes  van dirigidos a captar el voto conforme con el parasitismo social,  y efectivamente resultare  rentable para quien  lo utiliza,  estamos entonces peor de lo que imaginamos,  porque solo se le puede ganar a un gran demagogo, apelando a seducir a sus electores  con una demagogia mayor y mas truculenta.   

Detrás del  lenguaje melifluo solo hay intereses que calculan ganar con ese lenguaje de negociación y  Chávez  sabe  eso… y responderá…eso es lo que más esperan los  pródigos de la inversión electoral.

Gobierno de poderosos

Basta de engaños. El gobierno de Chávez NO ES UN GOBIERNO DE POBRES, ni para los pobres,  es un gobierno de poderosos, que trafica con dadivas  para pobres  y sostener así el reino de su familia y de los boliburgueses que ahora cuentan sus fortunas evgaluadas en billones.

 Y esos boliburgueses  se entienden con muchos de “nuestros honorables” hombres de negocios,  que amasaron y amasan fortunas, con este o anteriores gobiernos  y echan pestes  de él y de los de antes, mientras campanean un Wisquí  18 años,  entre sus iguales,  entre viaje y viaje,  entre chance  y  chance de colarse  en el eterno negocio  de lograr en un día de buena operación, con tráfico de influencia incluido, lo que a un cristiano le cuesta ganarse en diez  años de vida como asalariado.

Chávez llegó al poder por los poderosos. Pero  como desconfiaba de los de antes,  fabricó  sus propios magnates  y desató  la envidia que  corroe  a  los excluidos,  que se avinieron  humillados a  apoyarle vergonzosamente,  con tal que les deje participar del condumio y en eso están desde hace 13 años.

 Algunos  se alzaron años atrás,  pero regresaron  cabizbajos,  cuando sus propias  torpezas devolvieron a  sabaneitor a la silla.

 Y al grueso  se les perdonó,   pero se les tiene bajo amenaza permanente. Son ellos los que pueden financiar,  solo a  aquellos candidatos de lenguaje cabrón con el régimen,  que aspiran sucederle,  no desmantelarlo,  coexistir con él  y no descabezar sus fuentes  miserables  de  complicidades criminales, aquellos que están dispuestos a entenderse con las cúpulas  del chavismo,  si “ la pelona “  se lleva  al  demiurgo de todo este régimen de canallas.

Hasta cuando Dios Mio,   abusan de la candidez  y frivolidad política de nuestra gente.  Le pintan a Chávez  como el gran malandro, que lo es, pero nunca hablan de las enormes complicidades desde nuestros  sectores  beneficiarios  directos  de este  capitalismo piltrafa, que arbitra  el mismo Chávez,  en función de apoyos y sobre todo  de inhibiciones políticas, tolerando solo las  que no estropeen  el  juego de la danza de potentados.

Y es bueno que se  sepa  que se gana tanto aplaudiendo como foca y disfrazado de rojo que  como  vestido de marca,  calladito la boca,  pero con los contactos  adecuados entre los burgueses  focas… Y CHAVEZ  LOS CONOCE  CON  NOMBRE APELLIDO Y MONTOS LOGRADOS EN CADA NEGOCIO.

Arria  está  compitiendo contra intereses muy poderosos. Está llamando a preparar el desalojo del chavismo del poder, está planteando  la pelea  frontal contra poderosos enemigos  del bando rojo armado, fraudulento, potentado.

Pero al propio tiempo debe competir  en nuestro campo opositor  contra fortunas bien o mal habidas,  que  resolvieron ignorarle o que pretenden robarle el alma a los electores  de  esas primarias imponiendo a sus pitoquitos,  mediante publicidad abusiva y extemporánea.

Y aun así, a pesar de ello,  Diego Arria,  inventándose vallas virtuales que solo existen  en las computadoras, y diciendo solo verdades en los contados minutos gratuitos  que les ceden los medios,  ha conquistado un espacio que no ha dejado de crecer desde que inscribió su candidatura pagando el peaje de la MUD y debiendo recoger 203.000 fiemas que solo le exigieron a él y a María Corina.

Pero “no hay mal que por bien no venga”, si a pesar de toda  esta impresionante desigualdad de recursos,  para divulgar el mensaje, Diego se impone,  ello significa, NI MAS NI MENOS, que  con su decisión  y capacidad de liderazgo, el país  con esperanza  comprendió que alguien como él  impondrá,  que aquí va a ahorrarse  mucha sangre  y muchos bienes,   que serán defendidos  en medio del caos que engendra el derrumbe  irremediable de un régimen podrido hasta los tuétanos.

Diosdado Cabello Fue Puesto Allí Para Negociar

Contra la lógica de muchos,  les participo que Chávez decidió  jugar su más poderosa carta:  NEGOCIAR  y poner en fila india a todos los que quieran alterabilidad dentro de su régimen  o compartir,  con menos humillaciones imagino, su pedazo de la torta clientelar, porque él sabe que viene la crisis  mayor, con su muerte o su invalidez política.

El teniente  Diosdado Cabello fue colocado por Chávez en la línea  de sucesión inmediata,  para hacer prevalecer  una cúpula militar chavista, con capacidad de negociación en el mundo de los grandes negocios.

Para compensar a los  jerarcas militares  directamente delincuentes comunes,  les dio  otros altos cargos,  con los que puedan  financiarse su  propia  defensa  montando negocios en la Cuba  con apertura capitalista,  o en países chulos del Alba que les defenderán de extradiciones.

La apariencia es un Chávez más tronante y tunante que nunca, la realidad es un laborioso copamiento, saturación,  de  los resortes del poder de Estado,  colocando allí a sus congéneres  militares  golpistas y avenidos a su nepotismo y despotismo corrupto.

 Y como telón de fondo la negociación, colocan  el chantaje de la guerra civil, el fascismo militar rojo,  para imponer la perennidad de la hegemonía  de sus intereses  en los ánimos conservadores;  como en de toda colectividad humana civilizada y  aun lo somos.

La más poderosa  arma que Chávez no ha usado visiblemente,  la  asoma con el nombramiento de Diosdado  a la cabeza del poder fundamental, el legislativo,  de  representación popular, así sea espuria, si él llegara a él fallar o a quedar inutilizado.

Para disimular puso en primera línea  a quienes personifican  el autogolpe y la amenaza fascista roja.

La negociaciones  que emprenderá Diosdado no se harán con los partidos y políticos,  por ahora, de eso se ocupa es José Vicente.

 Los grandes consensos que han sostenido el chavismo en el poder y que ahora deberán ser decisivos,  aunque  razonablemente secretos,  se harán  con  los detentores del capital, sobre todo banqueros, ahora con su fuerte  ala de capitalistas rojos y rosados.  Y  eso que es ahora visto como extraño u exótico, en la era del truculento socialismo chavista,  ocurrió desde siempre  con todas las elites gobernantes, desde que llegaron los Welsares  a Venezuela en 1520.

¿Puede ganar Arria con su campaña sin real ? Depende. Depende de cuantos están consientes ya  sobre que no hay salida sino es con una propuesta como la que expone Arria.

 Depende  de a cuántos dignos de alma y propósitos llegó la oferta de Arria  y la comprendieron  como distinta y OPUESTA  a los intereses del gobierno. Depende de cuantos quieran volver a pelear con entre 2001 y 2003.

Quienes hayan vivido en el campo sabrán como suena un enorme aguacero que  se viene  encima  desde lejos  y  con el hermoso ruido  que te anuncia  que: o corres  o  te emparamas.

 Se está percibiendo un ahogado rumor que viene desde las entrañas  de  la clase media – el grueso de los votantes de las primarias-  que peleó en los años 2002-2003 para expulsar a este régimen, que fue abstencionista porque quería  la  ilegitimidad este bandidaje,  y que confió para luego sufrir amargas decepciones  con  las propuestas de  Referéndums  y  de candidatura no cobrada. También se percibe la expresiva superficialidad de los satisfechos que hablan contra el gobierno pero les va bien con él y prefieren alinearse con  las candidaturas convencionales de la cohabitación.

Quienes no seremos sorprendidos, somos  los que oímos o percibimos estos alineamientos  profundos,  emanados del inconsciente colectivo,  que desprenden  un  ruido sordo de marcha  hacia grandes    acontecimientos.

La duda  no es sobre  si  vienen esos grandes cimbronazos en la conciencia colectiva, la duda es sobre si ya se expresa  conscientemente  alrededor de la mejor de las  propuestas, la de Arria, que representa  la dignidad de propósitos, igual que otras,  pero  que  ha planteado con mayor claridad y  vehemencia la salida de este régimen.

Estamos sin embargo en medio del baile de los potentados. …Se  escucha concédeme esta pieza, bailemos juntos,  ya me he portado bien por tantos años… ya deberíamos merecer tu confianza…

No sé,  déjenme pensarlo ahí les dejo a Diosdado el sabrá cuando llamarlos.

 Es un baile de mascaras.  Arria es un aguafiestas. No solo no está invitado sino que quiere acabar con la pantomima zumbándoles cohetones en  medio de la sala.