Educación ecléctica y civilización telefásica
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La transferencia de las ideas ha cambiado sensiblemente el planisferio mental de la Humanidad.La velocidad de estos cambios se ha acelerado vertiginosamente con la aparición de la acción tecnológica, que inicialmente estuvo en el quehacer de pocos hombres, pero que luego, la Educación convirtió en acervo en todos aquellos que accedieran a la instrucción especializada.
Hoy en día, nos encontramos en una encrucijada de caminos, de una hélice plana que ha girado con tal rapidez que se ha centrifugado hacia arriba, adoptando
la tridimensionalidad del espacio para nunca más yacer en el mundo quieto de las
proporciones circunscritas a la bidimensionalidad.Se ha iniciado el “asalto” de las
dimensiones múltiples.
Los saberes distintos y diversos, comienzan a concurrir en los brazos de la espiral; luego de días y noches milenarias separados por la falta de conexiones vinculantes, el cerebro humano comenzó a entrenar su juicio a través de la observación, la experimentación y añadiríamos la comunicación, por medio de la cual ha llegado la validación y la extrapolación.Pero, también con ellos, la creación de los objetos, instrumentos y equipos sinápticos, hijos de la conexión de saberes populares y científicos, frutos de la multidisciplinariedad y la transdisciplinariedad.
Esta condición dinámicamente fluida, genera que los nuevos activos culturales
al concurrir, desaten auténticos torbellinos donde los torrentes civilizatorios diferentes impactan como las placas tectónicas continentales y levantan muros de manera similar a como la Tierra erigió sus cadenas montañosas; pero, inefablemente, aún con el vestigio del muro cultural, la reunión de las tierras diferentes se concretó para generar en la reunión nuevos continentes, nuevas realidades.Eso sí, el impacto y la reunión,no impidió que las tierras llevarán consigo a sus fósiles y los mantuvieran enterrados en su seno viajero, donde mantenían la identidad durante todo el viaje en la noche de los tiempos.Una vez en el suelo común, los fósiles fueron cubiertos con nuevas especies fisiográficamente adaptadas a la nueva realidad integrada. Una nueva vegetación surgió y una nueva fauna ocupó los lugares que transitó la antigua, confiriéndole una nueva apariencia, remozada, adaptada a los cambios Pero allí, en todos los estratos descubiertos por los cortes de la investigación geológica, paleontológica y arqueológica, se encuentran los fósiles naturales y culturales que narran la historia de la identidad que no se ha perdido, sino que se encuentra atesorada en los lechos de los ríos y en el perfil edafológico de los suelos encontrados.
De nuevo, la lección natural debe ser una lección para el hombre y un poco nuestro reto es asimilar sus virtudes y enseñanzas y superar sus limitaciones
catastróficas a través de un espíritu ecuménico, sincrético, sinérgico y tolerante, basado en la empatía con lo diferente para disfrutar plenamente de la fascinante aventura del descubrimiento de nuevas realidades que despiertan las vocaciones evolutivas de los saberes culturales, científicos y técnicos de toda la Humanidad.