Dos salidas sauditas
Tiempos remotos de los oleajes dinerarios, el por entonces jefe de Estado – Carlos Andrés Pérez partió hacia Qatar, Kuwait, Arabia Saudita, Irán e Irak, tras una breve y sencilla ceremonia de acuerdo con la nota de H. MENA Fuentes (El Nacional, 21/04/77). El ministro de Relaciones Interiores, Octavio Lepage, asume interinamente la presidencia de la República, extendiéndose la encargaduría a otros despachos mediante el correspondiente acto de juramentación (2001, 21/04).
Reflejo del nivel e intensidad del debate, distintas son las notas que provoca la gira presidencial en la prensa caraqueña. Por ejemplo, la editorial de Tribuna Popular (22/04/77); Venezuela Saudita, artículo de Sanín (EN, 26/04); Los países árabes, Adel Muhhamad Tineo (El Mundo, 27/04); La gira petrolera, Radamés Larrazábal (TP, 29/04); El viaje del presidente, Ramón Guillermo Aveledo (2001, 05/05); ¡Salud, presidente!, David Morales Bello (2001, 06/05); El viaje del presidente, Carlos Canache Mata (EN, 07/05); El otro viaje, J.A. Mayobre y Luis R. Viso (EN, 07/05); El regreso del mundo árabe, Luis Herrera Campíns (El Universal, 08/05); Las razones de una gira y La gira al Medio Oriente, Andrés de Chene (2001, 09 y 16/05); o El trío de la OPEP, Rodolfo Quintero (EN, 06/06).
A los artículos de prensa se suman las abundantes declaraciones, como las de Abdón Vivas Terán (EN, 25/04), Gonzalo Barrios (EN, 26/04), Luis Esteban Rey (EN, 27/04), Radamés Larrazábal (EN, 05/05), Juan Pablo Pérez Alfonzo (2001, 08/05), la muy dura de Arístides Calvani (EN, 02/05), curiosamente repostado por el partido MEP que defendió el viaje (2001, 03/05). Llama la atención el lenguaje institucional de las reseñas del itinerario, como el de la visita a Arabia (EN, 26/04), siendo Pérez el primer mandatario venezolano en ejercicio que visita a Canarias (EN, 05/05); a su regreso, la alocución desde el despacho presidencial, informando de los resultados de la gira (EN, 10/05), aunque suponemos que la discusión parlamentaria lo llevó a precisar algunos aspectos (desde Maracaibo, EN: 05/06); el remitido por la paz en el Medio Oriente, suscrito por la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (EN, 03/05), al igual que las manifestaciones desde Maiquetía de árabes y palestinos que agradecieron las declaraciones presidenciales en torno a la región (EN, 06/05); y, valga acotar, un contexto de mayor sobriedad para el tratamiento de la materia, ilustrado por la reciente publicación de Cronología del petróleo venezolano de Aníbal Martínez, reseñado por R.J. Lovera de Sola (EN, 27/06), la celebración de las IV Jornadas Técnicas del Petróleo (EN, 30/06), o el planteamiento de una Sociología del petróleo de Pedr. J. Galán (Ultimas Noticias, 18/09). Sin embargo, además de la concepción y el modo de concursar la política exterior venezolana, habrá un giro muy posterior de los itinerarios presidenciales.
Tiempos todavía recientes de los oleajes dinerarios, el actual jefe de Estado Hugo Chávez Frías – cumple un largo, bullicioso e inútil periplo en el mundo oriental, ciertamente sospechoso por sus efectos políticos internos. Esta otra versión de la Venezuela Saudita luce evidentemente menos democrática, porque no existe un foro parlamentario donde la pluralidad sea reconocida para ponderar el viaje, asediada la opinión pública por la desleal competencia publicitaria del oficialismo; el motivo fundamental es el de ausentarse del país, mientras se dictan las consabidas sentencias, afianzándose la persecución de los adversarios; y, dato relevante, con una profusión de declaraciones aparentemente de orden técnico (inversiones, convenios específicos, etc.), sin la correlativa apreciación de los expertos capaces de cuestionarlas. Por si fuese poco, bastará con subrayar la multiplicidad de voces que se pronunciaron sobre el viaje presidencial de 1977, contrastante con la manifiesta intolerancia actual, según la muestra: socialcristianos (Sanín, Muhammad Tineo, Aveledo, Herrera Campíns, Vivas Terán, Calvani), socialdemócratas (Morales Bello, Canache Mata, Rey, por entonces el MEP), marxistas-leninistas (Larrazábal, Quintero, sea en un medio revolucionario o burgués), expertos petroleros (Mayobre, Viso, Pérez Alfonzo) o gerenciales y técnicos (de Chene, asistentes a las referidas jornadas), hallarán la audiencia esperada.
Necesitamos conocer, comparar y evaluar las giras presidenciales a lo largo de nuestra historia, tarea de interés para todo tesista ocioso que pueda calibrar sus costos y resultados, el número e importancia de las comitivas, la atención y calidad de la anfitriona, los mecanismos de comunicación y seguridad, las posturas de legos y especialistas, el control del orden público interno y hasta la efectiva división de los poderes. Al respecto, finalmente, observamos la sencillez del dispositivo institucional, en un Estado que se agigantaba, pero enteramente eficaz al tronar la crisis política de 1993, frente a las complicaciones actuales, en un Estado agigantado, con un primer ministro de hecho que no cuenta con los recursos políticos indispensables, dado el monopolio ejercido por el presidente Chávez al que no se acercó el presidente Pérez.