Des/re) apariciones
Al caer una de estas tardes, en el zapping inevitable por los canales de la televisión oficialista, tropezamos con los comentarios alborozados de los periodistas de planta: Fidel Castro, vivo y coleando, ha dejado muy mal a la oposición venezolana que celebró antes de tiempo su desaparición física. Además de “mayamizar” algunas de las inquietudes suscitadas por su enfermedad, nos alarmó que legitimaran lo que ha sido –hace poco nos enteramos- una práctica permanente del gobernante cubano: desaparecer para después reaparecer, calculado otro espectáculo para la revolución.
En las sociedades democráticas es importante ver y apreciar personal y físicamente a los titulares del poder, incluyendo las sedes que sirven para despachar los asuntos ciudadanos. Quizá por aquello de ver para creer, el poder tiene una importante faceta pública y visible, imposible de evadir por quienes deciden el destino colectivo.
Ritual inexcusable, frecuentemente los mandatarios deben mostrarse abordando un vehículo oficial, saludando desde una acera, respondiendo espontáneamente a una pregunta con todos sus gestos, los más prudentes o groseros de su equipaje natural. Algo semejante ocurre con las casas de gobierno que, al menos, deben ofrecer su fachada hacia el público también sus puertas para la protesta, por lo que no asimilamos con facilidad que a Stalin –por ejemplo- pocas personas lo hayan visto u oído físicamente, oculto en la ya oculta ciudadela del Kremlin, al compararlo con Roosevelt o Churchill.
El gobernante que, por momentos, abandona la escena pública debe mínimamente dar una explicación fotográfica, aún en medio de una afección gripal, como ocurrió con el consabido testimonio de Rafael Caldera junto a su secretario privado, durante el segundo mandato. Incluso, podemos asumir que, al indagar libremente la prensa, los ciudadanos pagamos por el derecho de saber sobre las vicisitudes –incluso, privadas- de los gobernantes que se sometieron a una pública elección.
Se trata de un inadvertido control público de las actuaciones de nuestros dirigentes, imposible en las dictaduras. Al respecto, no podemos quejarnos de Hugo Chávez, quien no le teme en forma alguna a su exposición pública y a la torrencialidad de los epítetos, más que del verbo. No obstante, es sabido que desaparece en momentos de angustiosa calamidad pública, pues tardó en dar la cara cuando la consabida tragedia de Vargas, o –un curioso e igualmente inadvertido síntoma- sus más entusiastas seguidores pueden verse eventualmente incursos en el delito de ultraje del centinela, habida cuenta de lo ocurrido recientemente en la tribuna presidencial de Los Próceres.
Privatizado el poder, el pueblo cubano tendrá que conformarse con las apariciones esporádicas de su gobernante, a través del video, sólo a propósito de sus ilustres visitantes. Lo guiará la intuición, palpando el ambiente habanero, pues no tendrá la ocasión de averiguar lo que realmente le ocurre u ocurrirá a Castro, ya que se impone e impondrá la única versión oficial, como tampoco el más ingenuo miembro de la Sociedad Bolivariana tuvo la oportunidad de confirmar la muerte de Juan Vicente Gómez un 17 de diciembre.
ENUNCIADOS
Desabastecimiento: en última instancia, falla el modelo mercaliano de seguridad alimentaría. El Estado no tiene la capacidad, destreza y transparencia para la comercialización de los productos, como tampoco para la construcción de las viviendas. Y la eliminación del IVA para algunos rubros, sólo es un gesto filantrópico…
La otra zona de seguridad: el oficialismo se ha hecho propietario de la Plaza Bolívar de Caracas, como de otras zonas que ayudan a su tan psicológico sentido de seguridad política. Sorpresiva y calculada fue la visita y juramentación del directorio nacional de Primero Justicia a un lugar que es de toda la ciudadanía, aunque no recibieron los disparos y las pedradas constantes y sonantes como ocurrió con los socialcristianos en su suficientemente anunciada visita de enero de 2003…
Bolívar en El Ávila: preferimos a la sultana de Caracas en todo su esplendor natural, por lo que no coincidimos con los que la desean como un gigantesco santuario de motivos patrióticos o –incluso- de “soluciones habitacionales”. No obstante, a pesar de la queja escurrida en una de las caricaturas de Pedro León Zapata, al no tratarse de un artista venezolano, me quedaría con el monumento de Oscar Niemeyer antes que la explícita y gigantesca escultura de un Bolívar que nos vigile a todos desde la montaña, con las perfecciones griegas que deben ser del gusto de nuestro gobernantes…
Posdata buhonerolandesa: ciertos sectores de la ciudad fueron pacíficamente desalojados por los buhoneros, pero no debemos hacernos ilusiones: constituyen un puntal de un gobierno que no tiene política alguna para garantizarles a mediano o largo plazo un empleo decente. Estimamos que hubo una operación de cirugía menor, sin que nadie responda –como se dice- de las tuberías de cobre que zurcían a la vapuleada plaza “Diego Ibarra” de Caracas…
Chantaje: Corea del Norte anuncia que apagará su reactor nuclear a cambio de ayuda internacional. Un modelo de radical empobrecimiento, alcanza tan peligrosa herramienta para transarla, chantajeando al resto de los países. Por cierto, ¿no adquieren mayor importancia y definitiva consagración tales herramientas, frente al mundo desarrollado que intenta reprimir las inevitables oleadas migratorias, negándose a la ayuda y asistencia del mundo subdesarrollado?, ¿basta con decir que el mentado socialismo del siglo XXI es y será diferente al socialismo real para convencernos de sus bondades?, ¿hay más justicia social en el Norte que en el Sur de las Coreas?…
Un marxista escribe: recibimos una carta digital de quien se dice consecuente marxista, porque ejemplifica y –muy a lo Kart Kautsky- argumenta que el socialismo será fruto de la total evolución del capitalismo. Cita la reciente premiación de los “Grammy”, pues el desarrollo de la industria del entretenimiento descansa con la concesión en 108 categorías con más de 500 nominaciones, fenómeno que “no imitó la Unión Soviética ni imitarán los países que le sobrevivieron con el patológico socialismo que reniega de Kart Marx”, señala Mario Conde. Por cierto, agregó que los latinos tienden a ausentarse en la noche estelar, ya que sus premiaciones no son televisadas…
Breve nota aeroportuaria: hay aeropuertos inconclusos en los que el gobierno no repara, pero decidió afectar el de Charallave. Hubo mayor preocupación en la ciudadanía que en los propios dueños del aeroclub, quienes esperan por su dinero…
Política y juventud: hoy, más de una persona quedaría sorprendida con el nivel de desarrollo institucional, de militancia y de debate que alcanzaron los jóvenes venezolanos políticamente organizados tiempos atrás, en los partidos y en el movimiento estudiantil. La Juventud Revolucionaria Copeyana (JRC), Vanguardia Juvenil Urredista, la Juventud Comunista o la Juventud de AD, por mencionar a algunos, escribieron importantes páginas en el país. La que más conocí, la socialcristiana, por ejemplo, realizaba periódicamente la elección del Secretario y el Subsecretario Generales, junto a su directorio, que –a su vez- designaba el cuerpo administrativo: optar por un cupo de dirección significaba tener peso específico suficiente y no en vano, la trayectoria juvenil y estudiantil era un aval para quien luego aspirara a responsabilidades de dirección en el partido. Por estos días, al revisar algunas notas en las cercanías del Día de la Juventud, hallé una nota de El Nacional/Caracas de 1986, en la que César Pérez Vivas (JRC), Rafael Marín (AD), Noel Sirit (PCV) y Félix Valery (MIR), disertaban sobre los problemas de la educación superior, la cesta familiar, la droga y la delincuencia…