Desde el Balcón
Chávez antes de irse dejo claro la ruta electoral a seguir: Maduro candidato y Diosdado a encargarse. Pero ninguno está interesado en cumplir dicha orden. Cada uno tiene su agenda propia
Antes de entrar en el tema de la columna, voy hacer uso de este “Balcón del Ciudadano” y no del pueblo, para referirme al desplante de una diputada de oficialismo durante una entrevista radial. Como ciudadanos somos sujetos de deberes y derechos; en cambio como pueblo somos objeto del populismo. En este orden de ideas como ciudadanos tenemos el derecho de saber qué pasa con el presidente Chávez, cual es su situación clínica, mental y hasta espiritual. Hago esta disquisición porque esta semana durante una entrevista al final de la tarde, esta diputada ante la insistencia del entrevistador y de la artillería de twits y mensajitos preguntando por el Presidente, la flamante representante popular soltó esta perla: “los que quieran ver al presidente que busquen una foto” En lenguaje diplomático diríamos “que desconsiderada” pero en lenguaje popular decimos: esta tipa es una mal hablada, una grosera e impertinente; porque si Evo tiene curiosidad, los venezolanos tenemos el derecho de saber: no si el comandante esta en el hospital militar; sino, si el Presidente de la Republica, el Presidente de todos los venezolanos se encuentra ciertamente en dichas instalaciones.
Pasando a tema de la columna, el cual no por casualidad se refiere al secretismo con que el alto gobierno ha venido manejando esta situación, entraremos en materia. Está visto que no es por cuestiones de Estado o Seguridad Nacional que el gobierno calla, esconde y algunas veces cae en contradicciones por no decir miente. El Papa, Jefe del Estado Vaticano y guía espiritual de varios cientos de fieles de forma sobrevenida renuncio y no paso nada; el pequeño de los Castro igualmente, luego de ser reelecto también anuncio de forma sobrevenida que renunciara a la reelección y tampoco paso nada; en cambio dentro de la revolución bonita pacifica y armada hasta los dientes, el secretismo y el oscurantismo son el orden constitucional, no por el interés nacional, sino del triunvirato que tiene secuestrada la constitución y los poderes públicos para hacer lo que les parezca. En otras palabras cogerse al país.
Esas son las razones para ocultar a los venezolanos y al mundo entero lo que está sucediendo con el Presidente Chávez. Tal como están las cosas, de ser cierto los partes médicos del Ministro de la Información, a estas alturas del juego el primer interesado en que el Presidente continúe en la situación crítica que dicen los voceros del gobierno, no es la oposición sino el señor Maduro y su combo, quien se comporta no como el designado, sino como Chávez, pero sin ninguno de sus atributos, de su carisma y liderazgo.
La apuesta que ha hecho la alta jerarquía del gobierno, es clara y perversa y es jugar a un chavismo sin Chavismo utilizando su imagen, algo que el pueblo no se los perdonara.