Derechos no tan humanos
Debo reconocer que el presidente (%=Link(«http://analitica.com/bitblioteca/hchavez/»,»Chávez»)%) se precipitó con la cuestión ésta de los derechos humanos y el (%=Link(«/bitblioteca/provea/vargas.asp»,»informe de Provea»)%), y por andar de atorado lo que pudo ser simplemente un tema más, se ha convertido en todo un entramado nacional e internacional que, de paso, le vigorizó la vida política a José Vicente Rangel.
Chávez va a componer este país, de eso no me queda duda alguna, pero tiene el defecto de que a veces no aguanta dos pedidas para irse de bruces a declarar en cosas en las cuales no tiene por qué hacerlo.
Al despreciar inicialmente, y mal informado, el Informe Provea, Chávez le dio la oportunidad a sus enemigos para bateársela por todo el centro del campo y entonces todo le salió mal, como ahora se le están cayendo las plumas a las Águilas del Zulia con los dominicanos, que son proyankees, y los portorriqueños que son yankees por pasaporte.
El Presidente tuvo que echar para atrás y así le abrió paso a Rangel que complicó más las cosas y hasta metió a la OEA en el asunto y le echó basura a los militares y a los disip que se estaban encargando de la seguridad en Vargas.
La cuestión está en que, así como hay que respetar los derechos humanos de los canallas de siempre que aprovechan este tipo de desastres para delinquir a mansalva, también y mucho más hay que defender los derechos humanos de los ciudadanos. Eso fue lo que hizo la Disip y eso fue lo que hicieron los militares; y eso es lo que los hombres y mujeres honestos, de los ranchos y de los edificios y de las quintas de Vargas, y de cualquier parte del país, quieren, le guste o no a Provea, a Tarek William Saab y al señor Cubas. Y si tienen dudas, pregúntenle al Dr. Mario Villarroel, Presidente de la Cruz Roja, a quien también le desvalijaron la casa, pero aquí en Caracas.
Con el alarde de Rangel y todo el lío armado, la República Bolivariana ha perdido a un funcionario honesto a carta cabal, leal a toda prueba, Jesús Urdaneta, que hubiera podido perfectamente averiguar a cuáles de sus funcionarios se les fue la mano y sancionarlos, en vez de que se echara al voleo la acusación sobre todos los efectivos militares y civiles.
El Presidente Chávez conoce perfectamente cuáles son las expectativas de los ciudadanos de este país, porque para eso se ha recorrido el territorio de cabo a rabo y ha escuchado a todo el mundo. Y él debe saber muy bien que entre las necesidades prioritarias de los venezolanos de todos los niveles, pero especialmente en las clases populares, además de trabajo, vivienda, educación y salud, la seguridad personal ha terminado por convertirse en cuestión de vida o muerte.
Eso no lo va a arreglar el gobierno con la fulana Policía Nacional, que no es más que un mito; eso se arregla reforzando y purificando las policías uniformadas y pagándole mejores sueldos y dándoles mayor seguridad social y respaldo jurídico para que hagan el trabajo de la prevención diaria, el importantísimo “menudo”, que fue como la policía de Nueva York convirtió a esta ciudad en una de las más seguras de los Estados Unidos; se arregla haciendo lo mismo con la PTJ, dándole los fondos necesarios para que pague mejor a sus hombres, para que puede tener sedes dignas y eficientes y no las pocilgas en las cuales funciona, para que vuelva a ser, como ya lo fue en una época ya remota, uno de los cuerpos de investigación criminal más prestigiosos del mundo; y transformando a la DISIP en lo que realmente debe ser, un silencioso y eficiente cuerpo de inteligencia del estado.
El nuevo Ministro de Relaciones Interiores no tiene idea de lo que está diciendo cuando ofrece la Policía Nacional, como no tenían idea los constituyentistas que se sacaron de la manga y constitucionalizaron la fulana Policía Nacional. O que le pregunten a la Guardia Nacional, cuerpo que también debe ser purificado, pero que tiene una amplia y exitosa experiencia tanto en orden público, como en salvaguarda de nuestra fronteras y en el combate al nefasto narcotráfico, entre otras importantes responsabilidades.
Creo que el Presidente Chávez debería reflexionar, porque no tiene nada de tonto, sobre lo que ha pasado y está pasando en el tema de seguridad ciudadana y derechos humanos. Chávez se ha visto forzado a hacer algunos movimientos tácticos en su gabinete y ha sacrificado, ojalá que sólo por ahora, a Jesús Urdaneta. Pero esos cambios y todas la alharaca sobre los derechos humanos de los saqueadores de Vargas, ¿a quién le convienen en realidad?
Pero precisamente ahora, cuando se acaba la transformación política y comeinza la económica, es cuando Chávez necesitará más a los hombres y mujeres en los cuales, de verdad, pueda confiar.
