Derecho a la privacidad vs. aberración del voto secreto
(1-a) Es inaceptable que se siga confundiendo el legítimo derecho a la privacidad -que es inherente a toda persona- con el falso derecho a votar en secreto, que viola la esencia de la democracia cuya naturaleza no es otra que la manifestación pública y libremente expresada sin coacción, sin trabas, sin impedimento, aparte del valor de autenticidad que toda persona cultiva al darse a la vista de todos, con candorosa honestidad, libre de sospecha.
(1-b) El voto secreto se inventó para imponer soluciones premeditadas en casos muy excepcionales bajo la responsabilidad de cámaras constituidas por miembros elegidos, que de esa manera logran amalgamar intereses que sus representados no pueden resolver con el sólo ingrediente de una mayoría cuantitativa, que no por ser tal es también mayoría cualitativa.
(1-c) El resultado del voto secreto puede no ser satisfactorio y, por ello mismo, nada mejor que dar una salida airosa a los votantes de la cámara, en vez de arrojarlos a la avidez del desprecio público, por cuyo bien se supone que esos votantes actuaron en primer lugar.
(2) Cuando lo excepcional se generaliza arbitrariamente, por acción de la indolencia y la malicia, más que de la prudencia, entonces tenemos el resultado aberrante que impone el parecer cuantitativo sobre el -previsto, deseado y desperdiciado- logro cualitativo. Por eso nació el absurdo antidemocrático voto secreto que hay que erradicar de una vez por todas.
(3-a) Hoy por hoy el derecho a la privacidad genera casos muy difíciles de resolver, por diversas razones que van desde lo novedoso (sujeto al ataque de lo conservador) hasta lo tradicional (sujeto a la defensa a ultranza de lo -muy mal entendido y peor solucionado- lo moral).
(3-b) Nadie sabe lo que es moral, salvo lo que su religión, prejuicio, tradición, le han forzado a creer. El problema se complica porque hay muchas gentes y muchas religiones, y muchos prejuicios de otras gentes y otras tradiciones de muchas otras gentes de otros tiempos y lugares. Quien tiene la razón???
(4-a) Mientras el humano sigue su progreso también se va complicando más. En tiempos de la Inquisición no cabía imaginar siquiera los temas insólitos de hoy que están en el centro de la controversia sobre PRIVACIDAD:
-aborto,
-contraceptivos,
-planeación familiar,
-sexualidad entre adultos consensuales, -debido proceso para
juicios,
-abuso oficial de información privada,
-abuso privado de data oficial reservada,
-protección de registros de información. ETC., ETC., ETC.
(5-a) Probablemente la razón va a llegar el día en que decidamos elevar al nivel de ley penal a cada una de las fallas morales acusadas en cada núcleo social. Que esas fallas sean penalizadas según el canon de cada grupo (que no es aceptable para otro grupo) es muy difícil.
(5-b) En cambio es más fácil lograr que esas fallas se tipifiquen como ley penal. Así se podrá elaborar la ley penal más larga del universo, pero con la ventaja de tener contento al universo entero.
(6) Entonces se acabará la moral y la consecuente pelea moral. Sólo cabrá la ley penal y la correspondiente controversia penal, dentro de la jurisdicción de la corte penal, en vez del incierto, pero muy fanático, orden moral, cada vez más injusto, arbitrario, inaceptable y rotundamente rechazable.