Derecho a informarse
Nota 2. Repetición y ampliación. El pueblo, el ciudadano, tiene derecho a estar informado, tiene derecho a conocer la y/o su verdad. Es un derecho del ser humano, esto es global y no negociable ni discutible.
Tiene derecho a conocer todo cuanto dice y hace el gobierno, todo funcionario publico y, al detalle, si así lo exige.
Tiene derecho a conocer todo cuanto dice y hace la oposición, en todos sus ámbitos, al detalle si así lo exige.
Este régimen, desde sus inicios, anda en todo momento, con la tramoya, la ocultación, la mentira, el engaño, el embuste, en todo, para el ciudadano, para el pueblo.
Usa los medios de comunicación que son propiedad de todos para sus exclusivos e interesados fines. La TV, Radio, etc. Y, lo peor, la máxima estructura, el alto nivel político, por estar en manos de su tolda política, lo secunda.
La dirigencia política, en general, sigue sin reaccionar en la medida en que la ciudadanía lo esta exigiendo, demandando, en la calle, parecen ajenos a la realidad moral, socio política y, en ciertos casos, hasta esconden la cabeza como el avestruz, dan la impresión, en algunos casos, que “no les conviene ver” las evidencias.
Parece que no se dan cuenta de que Venezuela, su pueblo, los ciudadanos, el País, se puede salvar de esta catástrofe roja solo si su pueblo, sus ciudadanos, su dirigencia, asumen con valentía y riesgos la sinceridad y el arrojo de llamar las cosas, los desaguisados escandalosos, por su nombre públicamente y actuar, movilizarse oportunamente con cierta estrategia. La vida es acción.
Veamos hacia Europa, en la medida en que afloran las crisis y las quiebras de los países por mal uso de los recursos de todos, aumentan también, las insurrecciones, la aparición de los indignados: en España, en Portugal, en Grecia, en Italia, Egipto, Yemen, Libia, etc. Lo curioso y poco claro es que quienes han malbaratado los recursos, los evaporaron, los socialistas comunistas, son quienes gritan mas, quienes protestan mas y quieren seguir en ese facilismo de vivir a costilla de los que si trabajan, de los que si producen.
Los Gobiernos, sobre todo los semejantes al venezolano, parecen ver, únicamente, amenazas contra ellos en todo, pero no son capaces de observar que los pueblos, las personas, los ciudadanos, toman más y mejor conciencia de la realidad y de allí su furia.
Esa furia contra el gobierno esta fundamentada: por su falta de ética, de moral, sus mentiras, su deseo y fraudes para permanecer en el poder, su violencia contra el pueblo, ocultar información de la gestión publica y de las cuentas, a disimular y camuflar sus actos de gobierno, a falsear los datos públicos, a esconder la forma como malbaratan, regalan y usan los recursos que le pertenecen al pueblo, a todos.
Venezuela esta en esa vía. Este régimen rojo propaga ilusiones por todas partes, todos los días, no realidades. Ofrecimientos a granel, solo eso. Se escuda, esconde su ineptitud y capacidad, cada vez más, en las supuestas crisis de otros, en supuestos saboteos desde el imperio, ese personaje mágico y todo poderoso que esta, según ellos, en todas partes. Eso, todo, llegara a su fin.
Un antídoto contra este régimen es la transparencia. Hay que practicarla y exigirla por todos los medios, sobre todo, con acciones. Es una necesidad y un reclamo de los ciudadanos, del mundo cívico, y de los nuevos tiempos.
Sin pluralidad, verdad y justicia ninguna sociedad va a ninguna parte hoy. Sin medios de comunicación libres no puede haber información y comunicación y todos sus derivados, menos participación.
La oposición MUD no debería responderle, por ahora, a los ciudadanos, luego del pasado fracaso electoral, que sigan confiando ciegamente en ella, que se aprieten más el cinturón e infundiendo en el pueblo mas temores de cuantos ya padece; debería responderle con la transparencia de la información: sobre todo cuanto aconteció, fortalezas y debilidades, meritos y traiciones, yerros cometidos, omisiones, falta de previsiones, conductas y planteamientos errados, lo acontecido con el arbitro, militares, etc., el precio que tenemos que pagar por la derrota, todo, todo debería salir a la luz, mejor, por su voz. De salir por otras vías las consecuencias serian peores.
El “encanto” de este pueblo por los comunistas castro, su comisario y verdugos voluntarios, llegara a su fin, seguramente. La ilusión de que no tenemos y/o tendremos crisis económica y social, aun cuando viene galopante en estos últimos 13 a;os, también llegara a su fin. El mundo y los mercados no se detienen y la crisis estallara.
Los mercados generalmente son cortos de miras y no anticipan las crisis y catástrofes al azar: fotografían los gobiernos, analizan y concluyen. Se han convertido en una nueva especie de electores.
Ocultar verdades y evidencias no es una política, como tampoco lo es hacerse pasar por Estados soberanos que deciden solos, ni hacer caso omiso de un espacio público americano del que somos corresponsales al igual que lo somos de la nación. Existe una realidad internacional pública que traspasa nuestras fronteras, que tiene sus normas y cuyos dirigentes, en todos los casos, no son emanaciones de los Gobiernos, sino que responden a instituciones más amplias.
De nuevo, estamos ante la ausencia de noticias transparentes y del reconocimiento del espacio público al que tiene pleno derecho la resistencia y la oposición MUD.
Estas equivocaciones son en gran parte imputables a la administración de justicia, a la inercia de nuestros dirigentes, sometidos al régimen comunista actual.
Apenas se escucha, uno que otro, discurso claro y los venezolanos nos enfrentamos, en lo cotidiano, a una dictadura militar totalitaria, según algunos, por un exceso de falsa cortesía y una deferencia absurda hacia un no se que, un no se cual modelo chileno parecido al que termino con Pinochet.
Existen muchas cuestiones sobre las que la población, en la práctica diaria, podría hacer valer su palabra, empezando por la resistencia y desobediencia civil en sana paz, tal como esta pautado en la constitución.
Una MUD y/o Junta Patriótica autónoma, consciente de su papel y autoridad, sabría reaccionar ante todas estas cuestiones como en la época de Pérez Jiménez y culminar, seguramente, en otro 23 de Enero.
“Si podemos evitar que el gobierno malgaste la labor de la gente bajo la pretensión de ayudarla, el pueblo será feliz”, Thomas Jefferson, 1743-1826, uno de los fundadores de los Estados Unidos de América.