Deportes y drogas
El título de estas líneas se presta para un sinnúmero de temas. El primero que se nos viene a la cabeza es el del uso de los deportes como medio muy útil para combatir el uso de drogas adictivas. El segundo es el del empleo de drogas estimulantes para obtener, a corto plazo, desempeños extraordinarios y desarrollo corporal que no se corresponde con los esfuerzos realizados. También, relacionado con los dos temas anteriores, podemos abordar las situaciones que se presentan cuando deportistas mal aconsejados, combinan las prácticas deportivas con el consumo de estupefacientes.
En un reciente viaje a bordo de una nave espectacular, tuvimos el honor y el placer de conocer a la señora Janet Evans. Ella era invitada del barco con el fin de que expusiera dos conferencias en sendos días, de los doce de travesía.
Janet Evans es una campeona olímpica de la natación estadounidense. Compitió en tres olimpíadas, En Seúl en 1988, cuando ganó tres medallas de oro en 400 metros libres (4´03.85”) y 800 metros libres (8´20,20”) y en 400 metros combinado individual (4´37,76”). Cuatro años más tarde, en Barcelona en 1992, donde obtuvo una medalla de oro en 800 metros libres (8´25,52”) y una de plata en 400 metros libres (4´07,37”) y por último ,en Atlanta en 1996 cuando a la “avanzada” edad de veinte y cuatro años, no pudo obtener tan buenos resultados más tuvo el honor de ser el atleta que culminó la travesía de la antorcha olímpica antes de entregársela a Cassius Clay o Muhammad Ali, quien encendió el pebetero olímpico.
En la primera conferencia, el día 6 de septiembre, mientras atravesábamos el Estrecho de los Dardanelos, nos deleitó con sus peripecias y vivencias desde que tomó la decisión de transformarse en una atleta olímpica hasta su culminación en Atlanta. Denominó su disertación “De ganador a campeón” y en ella nos hizo reflexionar sobre la transición de un atleta de alta competencia desde que comienza a ganar, hasta su cúspide deportiva con los sabores y los sinsabores del darle paso a quienes vienen emergiendo. Tiempo durante el cual, disfruta de su condición de campeón.
Dos días más tarde, mientras surcábamos el Mediterráneo rumbo a Sorrento, nos disertó sobre el uso de drogas estimulantes por parte de atletas de alta competencia quienes en aras de triunfos espurios, consumen o se dejan suministrar drogas que los dañarán de manera definitiva y los convertirán en delincuentes.
Notables y notados han sido los incidentes protagonizados por bateadores de las Grandes Ligas, que han consumido anabolizantes con el fin de obtener el liderato de jonrones.
La exposición fue brillante y entre otras cosas, Janet nos informó de sus labores como persona dedicada a las labores de WADA, (World Anti-Dopping Administration) organización a la que le dedica todos sus esfuerzos y que batalla 24 horas al día, siete días a la semana y 52 semanas al año para combatir el uso de cualquier tipo de drogas por parte de los atletas del mundo.
Son varios los países que han escondido el uso de estimulantes para justificar triunfos deportivos. Son varias las disciplinas donde se emplea una pseudo medicina deportiva para alterar las condiciones de los atletas. Creemos que cometen afrentas a la integridad de sus atletas tanto los entrenadores como los dirigentes que alcahuetean dichas acciones y que estas pueden estar configurando delitos punibles y altamente censurables.
En las competencias deportivas se utilizan estimulantes prohibidos y los atletas, faltos de educación y conducción, son pasto de las apetencias de traficantes. Los dirigentes deportivos y las autoridades tiene la responsabilidad de encauzarlos por la senda del buen deportista donde el esfuerzo continuado y la disciplina son bastiones importantes para una competencia leal y honesta.