Opinión Nacional

Del terrorismo de estado al estado de terror

Hemos hurgado en el lenguaje político del señor presidente. Algunos de esos trabajos puede verlos en (%=Link(«http://analitica.com «,»Analítica»)%), a falta de ideas blasfemias, del terror a la ataraxia, discurso político entre lo inocuo y lo inicuo, que contribuyen a comprender mas fácilmente este trabajo que, si bien autónomo, vale la pena poner la flecha donde la clava el ojo. Para simplificar, el terrorismo de estado es el uso del poder del estado para imponer su fuerza a través del terror por quienes detentan el poder y garantizar la sumisión de quienes lo padecen. Ello implica, desconocer la división de los poderes, conquista magna de la civilidad política, o permitiendo su existencia alienada, es decir, al servicio del poder concentrado en el césar, sátrapa, dictador, y cuya ejecución está en manos de lacayos y secuaces del poder, lo cual reclama la existencia de órganos policiales, de inteligencia, de “seguridad” cuya función última y primera más que la preservación y garantía de la seguridad, es la de ser agentes fundamentales del terror. Los dos grandes modelos de terrorismo de estado mas reconocidos en Europa Occidental, durante el pasado siglo, han sido el fascista y el nazi en Italia y Alemania, cuyas identidades son muchas, pero con diferencias muy marcadas, el primero bajo el liderazgo de Musolini, Hitler a la cabeza del segundo, mientas en América Latina.las dictaduras militares de Argentina, Chile, las mas paradigmáticas, cuyos liderazgos, a diferencia de los europeos, fueron mucho mas pobres a niveles de información, de lenguaje, de “teoría”, de ideología, y los modos de ascenso al poder muy diversos. Baste señalar el inmenso respaldo popular que tuvieron Musolini y Hitler, sobre cuyos hombros se yergue su poder, y, para el segundo de los casos, además, con una ideología sustentada por el racismo, el antisemitismo, el nacionalismo, el anticomunismo, sintetizada, no del todo ciertamente, en Mi Lucha, la obra de A. Hitler, pero al que hay que señalar determinantemente el aparato comunicacional y de propaganda, probablemente el más eficaz del mundo hasta este momento, cuyo propósito, logrado en parte y de qué eficaz manera, fue el de crear una relación mítica, y aun mística, entre su líder, Hitler y el pueblo alemán. Los dictadores nuestros, el trío argentino, Videla, Massera, Agosti y Pinochet en Chile, asaltan el poder desde los cuarteles y cuya “ideología” es el anticomunismo paranoico pero jamás lograron el respaldo, el apoyo, popular.

Las razones del apoyo popular a los dos mayores criminales europeos es compleja, ajena al menos por ahora a este texto, pero que se refiere, a fin de no perder de vista los proceso históricos, de cuyas lecciones debemos hacer las inferencias necesarias. Desde el frente y con otras “justificaciones” aparece el terrorismote estado de la URSS, de la República Democrática Alemana, que si bien esta del Occidente, era el mismo modelo soviético, hoy desaparecidas, por causas que hemos estudiado en otro contexto, mientras permanece el de Corea del Norte, algunos regimenes (casi todos) africanos, y, duele decirlo, el régimen cubano. La ideología que sustentó y sustenta a estos cadáveres, tiene formalmente el propósito “moral” de superar las injusticias sociales, de crear una sociedad igualitaria, bajo la dirección de un líder ungido y único y todo el poder del estado concentrado en él. Para usar una expresión cristiana por su elocuencia, ellos son cada uno, el camino, la verdad y la vida… y sin ellos, no hay caminos, no hay verdad ni hay vida, por tanto, la muerte es la alternativa si no se alcanza la el modelo prometido, cada vez y siempre mas lejano. La redención y el Juicio Final están en sus manos. El otro modelo de terrorismo de estado es el de los países donde el fundamentalismo islámico controla el poder absoluto. Y es imprescindible destacar que hay terrorismo de estado en países democráticos, parte del cual tuvo el macarthysmo en los Estados Unidos una de sus más trágicas expresiones. No ha desparecido y su aplicación extraterritorial es manifiesta en casos como el de Irak, Afganistán, los más emblemáticos de hoy.

Pues bien y con las fallas e incompletitudes de lo señalado antes, todo terrorismo de estado es la expresión más nefasta del poder, la más perversa, porque no tiene límites en su esfuerzo de imponerse, de dominar, de control absoluto de la sociedad y del individuo. Pero, se complica aun mucho más y adquiere dimensiones de mayor gravedad en la vida de la sociedad, de los individuos, cuando el terrorismo de estado, se ejerce y justifica por un supuesto ideal. Entonces, como en el caso Hitler, el aparato del estado se convierte en el dueño absoluto de los medios de comunicación, bien por expropiación directa de los privados, bien por regulaciones que impiden la criticidad. Se asalta modelo educativo para imponer su ideología, todo lo cual concluye en la “creación” de un hombre “nuevo” que no es otra cosa que un ser unidimensional. Modelo absolutamente contrario al humanismo, si por tal asumimos que es la acción cultural humana orientada a reafirmar el valor del hombre, a hacerlo buscador y dueño de su mismidad, a hacerlo libre para ser creador, y es absoluta y radicalmente contrario a la teoría marxista del hombre, de la sociedad, que postula para el ejercicio pleno de la libertad del ser, de la sociedad, la desaparición del estado y a niveles éticos, a cada quien según su capacidad y según sus necesidades. La solidaridad necesaria implícita, parte de un reconocimiento, la singularidad de cada uno. Y a cada quien según su capacidad, es la afirmación mas transparente de la individualidad y según sus necesidades, es la expresión mas acabada de la consciencia solidaria.

¿Cómo se justifica y qué persigue el terrorismo de estado? Ha de advertirse que todo terrorismo de estado auto justifica su terror, siempre, como su legítima defensa, su autodefensa. Y, en esa autodefensa, la defensa de lo que estiman y establecen como sus valores. La defensa de lo superiores fines que su proyecto tiene. Ejemplifiquemos. La defensa de los valores occidentales, democráticos y cristianos fue el pretexto del terrorismo anticomunista. La defensa de los valores del socialismo, de sus superiores fines, creó el antiimperialismo. Para este desmontar este macabro juego, se creó, lo que con acierto se llama, la teoría de las conspiraciones. El poder justifica sus fracasos por la maldad del otro. Los fracasos económicos y las limitaciones a la libertad del régimen cubano, se explican por el bloqueo; mientras el bloqueo a Cuba, la invasión a Irak, el imperialismo los justifica para garantizar la democracia y la seguridad de los Estados Unidos. El imperialismo y sus lacayos, pitiyanquis, golpistas, escuálidos, etc., son los responsables del fracaso o del retardo de los éxitos de la revolución, dice a diario nuestro comandante en jefe, el presidente HRCHF. Imprecar, maldecir, blasfemar, calumniar son armas legitimadas dentro de esa pseudo moral, dentro de las conspiraciones, porque evidencian las macabras intenciones de los enemigos. En este juego el discurso, la propaganda, son los medios de la alienación naturales. Volvemos a la memoria histórica, Hitler y sus magníficos propagandistas, Goebles entre los capitanes, lo hicieron “muy bien”. Los judíos, los comunistas, y los judíos comunistas son los responsables del fracaso alemán, de su miseria económica, etc., por tanto, si se extermina los judíos, a los comunistas, a los judíos comunistas, y a mas tarde a los comunistas del mundo, Alemania se salva, crece y será dueña del mundo, como su superior destino. Si se extermina a los escuálidos, vende patrias, oligarcas, desgraciaos, corruptos, etc., queda triunfante mondo y lirondo el socialismo del siglo XXI. Los medios, además de estos modos, todos, los físicos, los psicológicos, el lenguaje, ninguno queda fuera. El poder legislativo, no debate, no critica: condena. El poder judicial no analiza, ni juzga: obedece. El poder moral, no protege: apedrea. El maestro no enseña, obliga.

¿Que se persigue? El estado de terror. Este consiste en vivir en el miedo, alimentarse de él, perder la esperanza, refugiarse en la abulia y a la inmovilidad. Al absoluto estado de indefensión y entrega ataráxica. El camino seguido para el caso nuestro, ha sido, a niveles globales, cultivar la indefensión, la inseguridad para provocar estados de ataraxia, ya estudiado y que usted pude ver en analítica, tal señalé arriba, del terror a la ataraxia, a nivel político, generar un estado de ánimo, de desánimo dicho mejor, que impida la capacidad critica del ser social, que haga de la resignación un modo de vida cotidiano y convierta la cotidianidad así consumada en un hecho normal. Pero se va mas lejos, es la búsqueda de que cada uno vea en el otro a su enemigo, y para cuidarse de él, su delator. La reciente ley sapo, se pensó bajo ese propósito, del mismo modo que está concebido el modelo educativo para la creación del ser socialista, al modo del socialismo que el presidente propone, que por no ser ideológicamente posible (indoamericano, originario, bolivariano, robinsoniano, zamorano, cristiano, humanista…) entonces el propio presidente es el pueblo, es el modelo, es el ser supremo… sin él la patria muere, el socialismo muere, la vida muere. La idolatría sustituye la razón. Lukacs dijo con firmeza, el socialismo de Stalin es una religión atea, el nuestro, quiero decir el que se pregona, es una religión pero cuyo dios es el propio Hugo Rafael. Bajo esta óptica se descubre su intención de ser el único de reelección perpetua, pues en ello está la perpetuidad de su divinidad. El resto, toda la sociedad, la igualdad de todos ante la ley, ese buen principio que ayer sirvió ante dios, todos somos iguales ante dios, desaparece, porque, él devenido en Dios no es igual a nadie, solo a si mismo y, obviamente, nadie puede ser igual a él.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba