Del animal político al animal politiquero
El blog sparknotes, cuyo URL es el siguiente:
(http://www.sparknotes.com/philosophy/aristotle/section10.rhtml)
Resume el pensamiento del filósofo griego Aristóteles, en los siguientes términos:
“En general, existen seis tipos de constitución, tres justas y tres injustas. Una constitución es justa cuando beneficia a cada uno en la ciudad, e injusta cuando beneficia sólo a aquellos en el poder. Cuando gobierna una sola persona, la constitución es una monarquía si el gobernante es bueno y una tiranía si el gobernante es malo. Cuando gobierna una pequeña élite, una constitución es una aristocracia si los gobernantes son buenos y una oligarquía si los gobernantes son malos. Cuando gobiernan las masas, una constitución es una polity [comunidad-estado] si ellas son buenas y una democracia si ellas gobiernan malamente. Aristóteles reconoce que otorgar soberanía total ya sea al cuerpo gobernante o a las leyes puede dar lugar a abusos de poder y sugiere que una polity es probablemente menos susceptible a la corrupción, especialmente cuando se le confiere a las leyes una autoridad más alta que la del cuerpo gobernante. Él propone un principio de justicia distributiva, diciendo que los beneficios deberían ser conferidos en forma diferente entre ciudadanos diferentes, dependiendo de la contribución que ellos hacen al bienestar del estado.”
Aristóteles vivió en Grecia, entre los años 384 y 322 antes de la era actual; es decir hace entre 2 mil 332 años y 2 mil 394 años, pero es evidente que en ese entonces ya existía claramente en la humanidad—y particularmente en el mundo occidental del cual Venezuela forma parte, una legítima preocupación por la búsqueda del bien común—que es algo diferente al bien personal o individual; y a eso se le llama política.
Han existido en todas las culturas humanas, personas como Aristóteles, quien definía al ser humano como un animal político—un ser que está siempre en la búsqueda del bien común.
Pero también han existido en todas ellas animales politiqueros; aquellos a quienes no les interesa para nada el bien común, sólo su bienestar personal—y si leyeron detenidamente la cita de arriba pudieron notar que Aristóteles prefería a la aristocracia y detestaba la democracia—pero no debemos equivocarnos intentando juzgar a Aristóteles usando la vara de los estándares civilizados actuales, sino imaginémonos como eran las masas y los intelectuales de su época, comparados con las masas y los intelectuales de hoy.
Adicionalmente, el concepto de democracia ha evolucionado desde los tiempos de Aristóteles hasta el actual que consiste en la separación del poder (la “soberanía” aristoteliana), en tres ramas distintas e igualmente poderosas (ejecutiva, legislativa y judicial), y bajo el permanente escrutinio de la libertad de libre expresión del pensamiento y el derecho a estar informado [de lo que hacen y dejan de hacer aquellos que ocupan cargos en las tres ramas del poder público].
Pero; si uno lee las noticias diarias sobre cualquier lugar del planeta, pareciera que el animal político de Aristóteles, fue llevado a la extinción por el animal politiquero moderno.