Decálogo para alcaldes (venezolanos)
En un recorrido reciente por varias ciudades del país que tienen recién electos alcaldes note algunos ejemplos interesantes que indican que cuando hay propósito por hacer un buen gobierno local los ciudadanos aprecian positivamente la gestión independientemente del signo político del elegido. Por otra parte, visualice ciudades con alcaldes nuevos que sustituyeron alcaldes del mismo signo político y sin embargo en poco tiempo han demostrado mejor capacidad gerencial para mejorar sus comunidades. Ello, nos demuestra, que para hacer una buena gestión no solo se requiere de “ideología” sino una mínima preparación que brinde las herramientas necesarias para hacer que las promesas se convierta en hechos. De allí brindo unas ideas en forma de decálogo para una buena gestión local
1. Gobierne para todos los ciudadanos. Que su comunidad sienta que usted es alcalde de todos. Sus amigos déjelos para después de su gestión de gobierno. Recuerde que gobernar para y con los amigos es una pésima conseja. Sea ante todo honesto con sus electores. Maneje los recursos de la alcaldía con austeridad y apegado a la normativa vigente.
2. Concéntrese en las zonas más necesitadas de su comunidad sin descuidar las que estén en mejores condiciones. Si usted deja que se deteriore lo que se ha hecho anteriormente la impresión de mala gestión se eleva muy rápidamente.
3. Luche día y noche contra la basura. Desarrolle un buen método de recolección. Busque empresas con experiencia.
4. Haga cumplir las ordenanzas de civilidad en su comunidad. En todas nuestras ciudades hay normas muy claras en esa materia. Que la responsabilidad social de las empresas de su comunidad se oriente hacia objetivos de planificación comunitarios.
5. Mantenga los cuerpos de seguridad bien entrenados y en permanente capacitación. Mejore sus salarios y condiciones de vida. Evalúelos y siempre tenga una jornada de comportamiento ético para estos servidores públicos.
6. Acuerde con los empresarios de su comunidad que se responsabilicen de mejorar las zonas verdes y recreacionales de sus aéreas vecinas y mantener parques e infraestructuras educativas. En muchas ciudades del mundo esa ya es una práctica común. Negociar que las empresas, inclusas las pequeñas, desarrollen programas de responsabilidad social. Llegue a acuerdos con empresas de reciclaje. haga jornadas de limpieza con jóvenes, estudiantes y las comunidades organizadas.
7. Haga respetar las normas sobre expendio de licor. No negocie en esa materia.
8. Tape los huecos de las calles. Cree sistemas de información, procesamiento y solución del deterioro de las calles y aceras. Use para tal fin empresas especializadas. Usted mismo(a) evalué. Verifique que las obras cumplan los requerimientos del contrato requerido.
9. Busque especialistas en materia urbana, ambientalistas, ingenieros y arquitectos reconocidos en su comunidad. No improvise programas o proyectos que no han sido debidamente evaluados. Trabaje con los mejores, si son de su tendencia, bien, de lo contrario contrate a los verdaderos expertos.
10. No caiga en la trampa de gastar en publicidad sobre su gestión. Está demostrado que cuando usted pone su nombre hasta en la tapa de los pipotes de basura genera una reacción negativa. Si se trabaja en una vía pública no acepta que pongan el alcalde “XX trabaja para usted”. Eso es contraproducente comunicacionalmente. Usted trabaja porque es su obligación, para eso le pagan. Si tiene recursos para comunicación inviértales en destacar los valores de su comunidad, no los suyos. Dedique a ser buen alcalde .Resuelva las necesidades y aspiraciones de su comunidad. Deje la gran política para los demás. Vera los resultados . Por último, descanse un día en la semana, dedíqueselo a su familia. Sera más creíble si es una persona normal. Buena suerte Alcalde.