Opinión Nacional

De nuevo el Congreso Fundacional

Con dos artículos anteriores publicados en Octubre del 2007, retomo el tema del Congreso Fundacional ya que su instalación es un hecho concreto. Insisto y volveré a repetir las reflexiones emitidas, pues va a nacer una estructura política que se convertirá en el pivote de la revolución durante las próximas décadas largas que le faltan transitar al proceso para su consolidación.

Lo histórico del PSUV no solo está definido por su intención de constituirse en una macro-organización popular por la manifestación expresa de quienes lo conciben. Se requiere además de la concreción teórica de sus postulados, factibles de materializarse en la práctica revolucionaria. Para ello, para que el PSUV se convierta en esa herramienta histórica del pueblo, considero que sus miembros tienen que reflexionar acerca de 4 elementos primarios, básicos y fundamentales. Éstos son: (i) el rol de miembro del Congreso como pensador; (ii) el Bien Común como esencia del proceso revolucionario; (iii) el cambio de estructura a partir de un nuevo Estado; y, (iv) la sustitución de la categoría partido político por una nueva que denote la ruptura de paradigma.

Cada miembro del Congreso Fundacional tiene que ser un pensador nato. Activo intelectualmente. Un estudioso de los puntos que se van a tratar. No puede ser un estéril o incapacitado para discernir y emitir sus propios juicios. No puede ser pusilánime sumiso que actúa de manera autómata para hacer lo que los demás le indiquen. Tiene que partir siempre de su capacidad para relacionar datos y realidades que le permita construir su propio modelo político. Pasar de lo abstracto a lo tangible y verificable. Si no tiene el hábito del estudio tiene que adquirirlo y desarrollar su energía para procurarse la voluntad de un revolucionario de base, de un individuo crítico, de un venezolano que está inventando la estructura popular de los próximos 100 años.

A partir de la postura crítica que asuma el miembro del Congreso dada cómo un hecho ético y moral, se requiere entonces considerar como la meta-objetivo de la nueva estructura el Bien Común del colectivo. La estructura a crearse no puede nacer viciada con la herencia del clientelismo y pretender que su acción se circunscriba a servir de aparato de poder a cúpulas o individuos de poder. Esa era la razón de ser de los partidos políticos reformistas del período de la Democracia Representativa. Ahora lo que mueve a esta naciente estructura es la satisfacción de las expectativas del colectivo nacional en todas sus dimensiones existenciales. El usufructo de poder, rasgo predominante del puntofijismo, no puede seguir vigente. El Bien Común es la esencia del Proceso Revolucionario y por lo tanto las decisiones que adopte el Congreso deben estar basadas en este postulado definitorio de lo histórico del PSUV.

Si así se hace, entonces todo lo que se derive de esas decisiones irá en la dirección del cambio de estructura. El Congreso Fundacional debe materializar lo que implica la aceleración directa en la concepción de un instrumento que se coloque al servicio de la comunidad. No es que esa estructura sea empleada por sus dirigentes para promocionar sus expectativas y alcanzar un cargo de elección popular. De ninguna manera. El PSUV tiene que colocarse al servicio de la comunidad para impulsar su emancipación plena; y tiene que considerar el acto electoral como revolucionario, es decir tomar el poder para transferirlo al pueblo y no como acto burocrático para ser usufructuado por grupitos y líderes manipuladores de la masa. El cambio de estructura tiene que asumirse al introducir la virtud “humildad” como condición imperante en el liderazgo de sus dirigentes. El líder revolucionario es humilde y enseña a su comunidad a serlo también y a romper con la alienación cultural virus del pueblo que lo somete y lo hace acrítico y autómata.

El Congreso Fundacional tiene que ser perseverante en cambiar la categoría de partido político por instrumento popular o su equivalente. Partido político es similar a clientelismo. No es revolución, ni Bien Común, ni emancipación. Por el contrario es sometimiento y alienación. Revolución es cambio de paradigma y nueva cultura política. Por lo tanto, si el Congreso Fundacional es revolucionario y gestor de rupturas de paradigmas, teniendo un conjunto de miembros pensadores, sensibilizados por los postulados de Socialismo del Siglo XXI y con visón histórica, entonces lo que debe generar al final de sus deliberaciones es una estructura popular radicalmente diferente u opuesta a lo que hasta ahora hemos conocido como partido político. www.williamizarra.blogspot.com

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba