De lo que escapa Maduro con la viajadera
Maduro sabe que con la «viajadera» compulsiva que ha emprendido desde que asumió el poder no resuelve problema alguno del país. Es más, está consciente de que con sus costosos viajes gasta irresponsablemente los escasos dólares dejados en las arcas públicas por su «padre» y sus mil millonarios boliburgueses. Divisas que no alcanzan para importar los alimentos y medicinas que el pueblo necesita, a causa de la destrucción de la producción agrícola e industrial del país. En poco más de dos meses que el CNE le concedió fraudulentamente la Presidencia de la República, Maduro ha viajado a Cuba (varias veces), Brasil, Uruguay, Argentina, a reunión de Petrocaribe, Haití, el Vaticano, Italia, Francia, Portugal; a Rusia, Bielorrusia y de ahí, anuncian, saltaría a Cochabamba a seguir con el artificial escándalo del presunto secuestro del parlanchín Evo en Europa, por haber anunciado en Moscú que estaría dispuesto a darle asilo al espía Snowden.
Además de la legitimidad que no tiene, con su costosa «viajadera» Maduro busca alejarse de los enormes problemas del país, agravados por su torpeza y la fragmentación de los grupos de poder que reclaman su parte del menguado botín. El motivo «oficial» de su viaje a Rusia fue asistir a la cumbre de países exportadores de gas, a sabiendas de que Venezuela no exporta gas y ni siquiera produce lo suficiente para atender el abastecimiento interno (compramos gas a Colombia, y la escasez de bombonas produce gran malestar en el pueblo). El motivo extraoficial -según medios internacionales- fue el de pedir a Rusia otro préstamo de mil millones de dólares. El tour mendicante prosigue. Ignoramos si Maduro se comprometió a comprar más chatarra militar con la que han perdido la vida tantos oficiales y cuyo alto costo ha reducido nuestras $ reservas: Rusia es el segundo vendedor de armas de América Latina «gracias a las compras que ha hecho Venezuela», según informa AFP en cita de la consultora de defensa IHS Jane’s.
«No más cuentos, no hay dólares» escribe el reputado economista García Banchs (EU 01-07-13) al mostrar las mentiras de Maduro y Merentes sobre la existencia de divisas líquidas adicionales a las precarias reservas del BCV. «Las que van a los fondos paralelos las gastan sin control, tan pronto entran». Eso ha ocurrido con el Fonden, al que «han ingresado más de $100 mil millones, suficientes para 100 autopistas Ccs-Pto La Cruz, varios puertos y aeropuertos, pero no hemos visto ni siquiera uno». Por eso Consecomercio y Conindustria dicen que no han dado divisas para nuevas importaciones (ni las darán, a pesar de los cuentos del Sicad). El acucioso equipo de Anauco ha detectado la desaparición de numerosas marcas de alimentos; el racionamiento en los Mercal y afines y una escasez general que sobrepasa el 20%, todo en medio de una inflación superior al 48% en alimentos. Aunque tal crisis obliga a Maduro a una vida austera, prefiere escaparse del desastre nacional a través de sus costosos viajes (alquila un piso completo del hotel para él y su numerosa comitiva). ¡Y dice que persigue la corrupción!
Maduro defiende con pasión el terrorismo de Snowden contra EEUU, pero persigue a la oposición: a María Corina y a los muchos citados por el Dip. Ismael García, que han sido grabados y vigilados por «la más poderosa red de espionaje y corrupción montada por los más altos funcionarios del Gobierno» (…) En el audio de Mario Silva se nombra a Diosdado como incurso en blanqueo de capitales, pero la AN solo investigará a María Corina por una opinión disidente. Se persigue a los abogados (Iris Varela amenaza con eliminar el ejercicio del Derecho en Venezuela). A Henri Falcón (el Gobierno le acaba de quitar «La Flor de Venezuela», el aeropuerto de Barquisimeto y el Estadio Metropolitano). A Henrique Capriles, Pablo Pérez, etc. Iván Simonovis podría morir en la cárcel por negativa del régimen al tratamiento de su precaria salud.
No solo el CNE rojo cantó la victoria fraudulenta del viajero. El TSJ estaría listo para que su Sala Constitucional vuelva a «legitimar»a Maduro por vía del rechazo de la impugnación de Capriles, y la aceptación del simulacro de auditoría del CNE. A esa SC le convendría leer los informes de la Misión Europea (IAEE: «la elección de Maduro es nula») y del Centro Carter, en los que registran el abuso de poder en la elección del 14-A, uso de recursos públicos (incluidas amenazas de funcionarios en la campaña), usurpación de identidad y el voto múltiple, entre otras, que obligan al TSJ a aprobar la impugnación solicitada. Los integrantes de los poderes públicos tienen en Venezuela un futuro incierto: la paciencia ciudadana se acaba. Tan rebeldes los brasileños y no lo parecían y tan cerca Egipto, aunque no lo crean.