De la necesidad de un consenso
El consenso es definido como “el consentimiento de todos”. Ese consentimiento de todos, considerado como decisión por unanimidad, se logra muchas veces en pequeños grupos de personas, como es el caso de juntas directivas, asambleas, comités de cualquier carácter. El consenso de toda una población es algo más difícil de lograr, salvo cuando se trate de cosas fundamentales como es el caso de la necesidad de forzar por obtener una mejor calidad de vida y lo que más se le acerca es una decisión de las grandes mayorías.
Recientemente, entre algunas personas y sectores de la oposición, se ha planteado la necesidad de elegir la persona que vaya a ser Presidente de la República en el proceso electoral del año 2012, por consenso, olvidándose de la decisión de la Mesa de la Unidad Democrática de que la escogencia se haga a través de elecciones primarias.
El pueblo venezolano que anhela profundamente que ocurra un cambio que permita una vida en democracia que respete los derechos fundamentales y que se ocupe de las necesidades sociales, tan descuidadas por los gobiernos desde hace décadas, está convencido de la necesidad de participar en la escogencia a través de elecciones primarias.
Pero ese mismo pueblo está convencido de la urgente necesidad de un consenso general, entre los diversos sectores que buscan un cambio de sistema que nos permita lograr una convivencia pacífica si es que queremos lograr el desarrollo social y económico tan anhelado y que es realizable en un país como el nuestro, con tantos recursos como los que tenemos.
¿Cuál es el consenso que deben buscar, tanto la sociedad civil como la MUD? ¿No es acaso necesario, para empezar, que la MUD, organización de partidos incluya también a organizaciones de la sociedad civil, como, por ejemplo, las ONGs?
En primer lugar, es un consenso sobre los planes que se ofrezcan para que un futuro régimen goce de gobernabilidad y pueda cumplir las promesas de las campañas electorales. En segundo lugar, un consenso entre todos los candidatos a las primarias que sea un compromiso creíble de que, cualquiera de los candidatos que resulte electo, garantizará un gobierno de unidad nacional. En tercer lugar un consenso sobre la necesidad de tender puentes que nos acerque los sectores partidarios del oficialismo, un consenso que haga entender que no habrá retaliaciones ni exclusiones. En cuarto lugar, un consenso que haga entender a los funcionarios públicos honestos y eficientes que, por el hecho de sus ideas políticas no van a ser despedidos, que se va a respetar su ideología. Y, en quinto lugar, un consenso sobre el hecho de que los venezolanos seguimos creyendo que las Fuerzas Armadas son instituciones necesarias para defendernos frente a cualquier amenaza; que seguimos creyendo que la gran mayoría de sus integrantes son partidarios de la democracia, en un estado de derecho democrático y social; que seguimos creyendo que respetarán y garantizarán el resultado de las elecciones; que seguimos creyendo que no están de acuerdo con la injerencia de naciones extranjeras, de ningún tipo.
En las elecciones primarias hay que buscar, por todos los medios, que la participación ciudadana sea masiva. Hay que entender bien que cada ciudadano debe votar por quien crea que es más conveniente para el país. No se trata, en este caso, de votar por quien mejor esté en las encuestas. No se trata de jugar a ganador porque debe haber el convencimiento de que quien resulte electo va respetar el consenso manifestado a través de un pacto indeclinable entre todos las personas que opten por el cargo, suscrito antes de las primarias.