De Catia a Petare
El acto realizado por la oposición democrática en la calle Perú de Catia, con AD como principal propulsor, inaugura otro camino en la lucha pacífica del pueblo venezolano por recuperar la institucionalidad democrática. Nuevamente, más allá de los estudios de televisión, el coraje del pueblo venezolano arroja luces sobre el porvenir: el referéndum revocatorio abre las avenidas de una nueva etapa histórica en la que los partidos políticos reivindican el papel que les ha correspondido y les corresponderá, conjuntamente con la sociedad civil organizada, para construir la senda hacia la libertad, la prosperidad y la equidad.
De modo que, como lo refirió César Pérez Vivas en el referido acto, esa voluntad plenaria por desplazar a Chávez del poder pacífica y democráticamente, significa también una severa advertencia: el gobierno tendrá que respetar los resultados del referéndum, porque hay valor suficiente para una rebelión popular en caso de agotarse los caminos institucionales. Ni siquiera el terrorismo que ha ejercido el oficialismo al oeste de la ciudad, bastará y –demostrado hasta la saciedad el día 24 de mayo- estaremos dispuestos a resistir y a ofrecer el combate cívico que exigen las circunstancias.
Le corresponderá a COPEI la responsabilidad y la tarea de realizar el acto del día 13 de junio en Petare. Es en el corazón de los sectores populares al este de la ciudad, donde habitan las víctimas principalísimas del gobierno que ha sembrado de violencia y de hambre al país, donde rendiremos testimonio del fortalecimiento de un partido hecho para los tiempos que vendrán y que –en radical contraste con las fuerzas gubernamentales, antidemocráticas e inconstitucionales- promoviò y cumplió con la elección directa, universal y secreta de sus dirigentes a todos los niveles.
Esta es la hora de la sinceridad profunda de los partidos democráticos. De Catia a Petare trazamos el itinerario de las organizaciones que –en última instancia- reivindican su naturaleza política, tienen alcance nacional, saben de una estrategia sobria y coherente, reconocida la importancia de una militancia que ejercita su ciudadanía. Y abrigamos la ilusión de que los partidos de más reciente data puedan cumplir con los requisitos esenciales y no menos sacrificados que les permitirá sobrevivir a los errores y a los propios éxitos que puedan tener, imposibles de sintetizar en los 5 minutos de fama que brinda la televisión o la radio.
Mística, creencia, confianza, fidelidad a los principios. Ingredientes que están negados a las entidades que hoy mercantilizan con el poder, escudadas tras un mesías y cuyas consignas revolucionarias gozan del desprestigio de la traición.
