Dayana Mendoza y el Tour de Francia

En ocasión de la visita a Guantánamo de nuestra hermosísima Dayana, Reina de Venezuela y el Universo según los dictados de esos certámenes, los fundamentalistas del oficialismo trataron de crucificarla por haber declarado que disfrutó el recorrido y había visto paisajes encantadores. Invitada por Miss Estados Unidos y la Organización del Concurso Miss Universo, es de suponer que las llevaron a conocer los paisajes y las edificaciones que garantizaran una buena impresión en las dos bellas damas, incluyendo excelentes comidas y acompañamiento musical. Pero nuestros talibanes rojos rojitos pretenden que Dayana vea el mundo a través del lente del fanatismo hipocritón que ellos utilizan, se expresara como ellos -condenando las violaciones a los derechos humanos cometidas en la porción de aquella base militar destinada a servir de prisión, porción que por supuesto no la llevaron a visitar sus anfitriones- y dejara de ser una embajadora de la belleza venezolana para transmutarse en una vulgar fosforito, de las que ven la paja en el ojo ajeno, pero niegan la viga en el ojo propio (porque, según ellos, los derechos humanos no se violan ni en Venezuela ni en Cuba).

Inmediatamente me asaltó el recuerdo de un Concierto al cual asistí en 1971, en el Aula Magna de la UCV, con artistas criollos y también venidos de diversos países, entre ellos Francia, España, Italia y Líbano. A la mitad del evento ingresaron a la enorme sala, que ya tenía todas sus butacas ocupadas, unos pocos exaltados (que hoy pudiéramos calificar de protochavistas) con la evidente intención de sabotear el hermoso espectáculo, y la consigna primordial que gritaban a todo pulmón, era; “Aquí están cantando y en Vietnam están matando”. Desde el obtuso punto de vista de aquella minoría de extremistas, era condenable cualquier actividad social, cultural, humana, salvo la que ellos llevaban a cabo, protestar por la guerra de Vietnam, posponiendo toda manifestación del espíritu que no pasase por el rojo embudo de las órdenes emanadas del Kremlin. Las miles de personas reunidas en el Aula Magna, que disfrutaban del concierto multinacional, con una estruendosa pita los hicieron salir del recinto sin lograr su absurdo objetivo. Lo irónico de esta asociación de los dos episodios narrados, es que el certámen en el cual nuestra Dayana Mendoza obtuvo el cetro de Miss Universo tuvo lugar nada menos que en ese mismo Vietnám, utilizado como silicio en los años 70, hoy inmerso en la onda capitalista salvaje, socio de los EEUU igual que China, donde el “hombre nuevo” se rige por los parámetros de la Cocacola, Ferrari y McDonald.

Desde el 4 hasta el 26 de julio podemos disfrutar de las transmisiones de la hora y media final de cada etapa del Tour de Francia, importante evento deportivo que además de mostrarnos el temple de los atletas que deben pedalear en sus bicicletas un promedio de 180 Kmts cada día de competencia, sobre diversos tipos de carretera en plano y montaña, también nos permite conocer parte del diverso paisaje que los ciclistas recorren, atravesando de Mónaco a París, porciones de España, Andorra y Suiza. Luego de haber visto las primeras 17 etapas y especialmente las tomas desde helicóptero, sufrí un ataque de sana envidia al reconocer que la belleza de los paisajes naturales y culturales no era empañada por alguna basura, bolsa, papel. Aquello es igual a las imágenes que traen los calendarios de calidad y buen gusto. He hecho este comentario muchas veces, ante propios y extraños y, solamente en una ocasión, un desconocido se negó a aceptar el cumplido hacia esos países que, con sobrada razón, son definidos como del primer mundo. El tipo, obviamente contaminado de ese fundamentalismo rojo rojito que aplica el filtro de la cartilla ideológica a todo cuanto presente buen aspecto, impecable organización, eficacia en el cumplimiento de lo planificado, gradual avance para la sociedad en su conjunto, me increpó la siguiente joyita: “¡ Es que toda su basura la mandan para los países pobres” !. La indigestión que produce la combinación de las lecturas de los manuales cubanos y la permanente exposición a las cadenas del que está a punto de invadir a Honduras (Sí, Luis), genera en sus víctimas el síndrome monotemático que culpa al capitalismo por todas las lacras, defectos y problemas que agobian a nuestros pueblos. Es mucho más fácil y conveniente culpar al imperialismo de cualquier cosa, que abrir bien los ojos y descubrir que entre los causantes de nuestros males estamos nosotros mismos y muchos de nuestros venerados líderes.

Aquí la inevitable asociación fue con un chiste sencillo pero demoledor, que voy a compartir con mis lectores. La reacción de un hombre que descubre a su mujer en cama con otro hombre, depende de la posición ideológica del cornudo. Si se trata de un macho común y corriente, lo más probable es que mate a su esposa y al amante. Cuando el marido engañado es una persona progresista, de mentalidad moderna, se divorcia de la cónyuge infiel y posiblemente mantengan una relación cordial por el bien de los hijos de la pareja. Pero si el marido es un revolucionario rojo rojito, deja en la habitación a su mujer con su reemplazante emocional y, con ayuda de sus correligionarios, organiza una protesta frente a la Embajada de los Estados Unidos que, para todos los borregos del mundo, son los únicos culpables de todo lo malo que ocurra, ¡ cachos incluidos !.

Este cocktel de resentimiento, oportunismo, ignorancia, anacronismo, profundas
contradicciones y falta de sólidos principios democráticos, muy probablemente obligue a alguna de las brigadas de choque de esta farsa revolucionaria a aparecerse en plena ruta del Tour de Francia, paralizar la competencia y exigir que todos los competidores, con Lance Armstrong a la cabeza, viajen a Honduras a esperar a Chávez, paracaidista al fin, quien en cualquier momento toma Tegucigalpa (con la eficiencia militar que demostró el 4 de febrero y el 11 de abril) y repone a su títere Zelaya, contra la voluntad de la mayoría de los hondureños y en oposición a todas las Instituciones y Poderes del país centroamericano. Ya los veremos por ESPN con sus consignas de “¡ Aquí están pedaleando, y en Honduras el Sabaneto y Mel están pelando !”.