Cumplimos la tarea
Quedó para siempre sembrada la semilla de la victoria. Será un árbol grandioso que nos dará sombra a todos. Allí estaremos unidos. Todos. Una sola Venezuela. Dios los bendiga.
A buenos meses caramba. Intensos. Le ofrecimos a Venezuela un camino. Millones lo transitaron. Le ofrecimos a Venezuela el Autobús del Progreso. Millones se montaron. Llevamos el mensaje de un mejor país a cada rincón de nuestra tierra. Consolidamos un proceso unitario que quedó firme. Desarrollamos un programa de gobierno amplio, participativo, moderno, progresista. Oímos la voz de caseríos, pueblos y ciudades. Pudimos realizar un inventario de sus necesidades, anhelos y esperanzas. Logramos consolidar un equipo profesional y técnico, un equipo de campaña con muchos de los mejores hombres y mujeres del país. Dictamos una cátedra magnífica de respeto en campañas electorales. Formamos nuevos liderazgos municipales, regionales y nacionales. La gorra tricolor se convirtió en un símbolo de fe, de cambio, de alegría.
Fue una victoria política que no se tradujo en una victoria electoral. Derrotamos definitivamente la infamia chavista según la cual la oposición es golpista y nunca reconocería la victoria del candidato del gobierno.
Muchas enseñanzas para tan pocos meses. En sólo 90 días recorrimos más de 300 pueblos y ciudades. Alrededor de 3,5 localidades diarias. Una verdadera proeza. Los actos de Mérida y Táchira sonoros. Barquisimeto y Barcelona asombrosos.
No hay territorio libre del sentimiento de tranquilidad que llevó Henrique. Somos la mitad de la patria. Con nosotros están miles y miles de profesionales y técnicos que hacen falta para que el país crezca y se desarrolle. Caracas y Maracay fueron ríos de gente. El presidente electo debe saber que nuestro concurso y participación en las grandes decisiones es fundamental.
Del otro lado, la campaña estuvo rodeada de amenazas y de epítetos. Vergonzosamente aparecieron dos o tres pescadores, buscafortunas, tratando de empañar nuestra campaña que al final no pasaron de ser seres insignificantes. Rufianes de oficio. Fue una batalla de la decencia contra la indecencia. Del futuro contra el pasado. El candidato ganador no pudo hacer una campaña efectiva por razones de enfermedad. El candidato ganador no contó con un partido político unido. El candidato ganador cometió la mayor cantidad de pifias como nunca antes en su historia. El candidato ganador prometió hacer en 6 años lo que nunca hizo en 14. ¿Cuál es la explicación de su victoria? Han transcurrido muy pocas horas de haber conocido el resultado electoral y un análisis profundo no es factible. Sería un atrevimiento. Sólo con el desarrollo del tiempo es posible conocer el pasado.
Pero si hay alguna explicación inmediata y posible es el dinero. Los dólares del petróleo. Millones de venezolanos dependen de alguna manera del presupuesto público que es manejado con impunidad y vicio. El inicio de un programa masivo de construcción de viviendas tuvo un efecto positivo en el inventario de votos del gobierno. El sistema de pensiones y jubilaciones a nuestros abuelos también le sumó voluntades. Según los análisis de los informes financieros del Banco Central y de Pdvsa, Chávez tuvo a su disposición en los últimos 6 años un poco más de 200.000 millones de dólares que fue gastando y regalando. Su triunfo electoral para nada desaparece el desastre de CVG. No puede ocultar el crecimiento de la violencia a niveles que ni los mismos grandes jefes del Cicpc pueden evitar. En la actualidad ser policía es un reto a la muerte. Las carreteras amanecieron igual de deterioradas.
Los males de la república que ha causado este gobierno permanecen a la espera de remedios.
No de milagros. De simples decisiones que pasan por el reconocimiento a la oposición. De más de 6,5 millones de venezolanos que sueñan con una Venezuela distinta. Seguiremos trabajando en la construcción de un mejor país. Lo seguiremos recorriendo. Un gobierno para servir y para no ser servido merece todo el esfuerzo. No tengo en mi corazón sino ganas de seguir en procura de este hermoso destino, en esta hermosa nación, con este hermoso pueblo. Tengo el sabroso sabor del trabajo bien hecho. El alma henchida. Veo a mis hijos y a mis amigos con la frente en alto. Qué jornada tan maravillosa. Saludos especiales a Henrique a quien tuve la oportunidad de conocer más de cerca. Será presidente. Un buen hombre, un buen presidente.
Quedó para siempre sembrada la semilla de la victoria. Será un árbol grandioso que nos dará sombra a todos. Allí estaremos unidos. Todos. Una sola Venezuela. Dios los bendiga.