Cuando la filosofía se torna improcedente
Por lo que puedo intuir del artículo-invitación de hoy domingo 21 de febrero en El Universal, el Dr. Emeterio Gómez parece que SI captó la profundidad de la quiebra de la Razón, y en consecuencia ha podido vislumbrar soluciones; soluciones que expondrá allí, en su taller sobre Camus y Heidegger, y con las que arrojará luces propias, exclusivas y únicas sobre el fracaso rotundo de la Filosofía Occidental y, sobre todo, de la de Heidegger. Asumo que eso ‘debería’ ser así porque lo otro, la disertación escolástica sobre el ‘deber-ser‘ y el análisis hacia el pasado es un ritornelo que cansa… ¡Un llover sobre lo mojado! Todos sabemos que el mayor fracaso de aquellos filósofos a los que apela Camus, fue Heidegger. Hace más de 10 años que el Dr. Gómez se ha encargado de decirlo, de explicitarlo. Bien… ¿Y lo propositivo? Luego de años de análisis filosófico en los que le hemos escuchado -hasta la saciedad, digo yo- sobre la quiebra del modelo filosófico Occidental ¿Cuál es su propuesta ontológica?
Pareciera que es el Dr. Emeterio Gómez quien vive y revive constantemente el mito de Sísifo. Esa metáfora del esfuerzo inútil e incesante que consume su vida en el anuncio de un quiebre filosófico, y no precisamente con la extraordinaria astucia de Sísifo, quien hizo (de acuerdo al mito) enfadar a los dioses, aunque en su caso, terrible e injusto, ha sido condenado, como aquél, a perder la vista en las soluciones posibles (la propuesta de un ‘nuevo’ orden filosófico que redima a la cultura occidental), y al mismo tiempo a empujar perpetuamente el peñasco de ese quiebre, cuesta arriba sobre la montaña de incrédulos que observamos su esfuerzo inútil en cada taller, en cada disertación.
Y afirmo que es ‘inútil’ en un sentido positivista porque eso de…«Señalar la morera y maldecir el algarrobo» no es más que una estrategia dialéctica que aboga por el uso de las amonestaciones, las tácticas para producir desconciertos con los que al final resulta muy fácil elevar la propia mediocridad sobre la ignorancia de la masa. O lo que es lo mismo: ‘la sensibilidad absurda’, aquella que que se muestra perpetuamente consciente de la completa inutilidad de su vida.
Pero han llegado los tiempos de las revelaciones, de las propuestas, porque todos ya sabemos ‘que usted sabe‘ lo necesario que es en estos tiempos, pasar a lo propositivo. Han transcurrido suficientes ‘tempos inenarrables‘ en los que Ud. y otros han viviseccionado las falencias, las ausencias y las incongruencias de esta civilización. Es un hecho más que significativo y habrá que agradecerles por esa clarinada ontológica. Sinembargo han arribado los otros tempos… Los de la cosecha de las ideas y en este estadio ¿Qué propone Ud? ¿ Cuál es su opción frente a la quiebra de la Cultura Occidental; ante el ateísmo ingenuo de Nietzsche; frente a lo que Ud. califica como fracaso de Husserl, Jaspers, Chestov, y el de Schopenhauer? ¿Dónde está su alternativa filosófica que, más allá de la crítica’, aliente una concepción coherente y en sintonía con la cultura occidental de estos tiempos, que de paso sea sustantiva y sostenible para -digamos lo menos- los próximos mil años?
Mientras ud. continúe anclado en la crítica histórica y se niegue a dar el paso hacia lo propositivo, al igual que sucede con la Ética, no se conectará con el mundo, residirá fuera de él, allá ‘en algún lugar Sagrado’.
Andrés Simón Moreno Arreche
