Crímenes de odio
En Venezuela no existe el tipo penal del delito de odio. Técnicamente, un crimen por odio es generalmente definido como un hecho en el que el delito está motivado, en todo o en parte, por el odio, los prejuicios o las falsas presunciones acerca de la raza, el sexo, la edad, el género, la discapacidad o la orientación sexual de la víctima, entre otros atributos de la víctima. En la base de toda discriminación, exclusión, genocidio o crimen de lesa humanidad hay delitos de odio.
Los crímenes de odio suelen empezar por los abusos de la libertad de expresión contra miembros de un grupo minoritario, entendido éste como menor en número o poder. Por lo general, son débiles jurídicos, físicos, económicos o políticos. El sujeto activo del delito forma parte de los poderosos.
El delito de odio es diferente a los delitos de desacato, cometidos contra poderosos, en la visión estatista y protectora de funcionarios de nuestra legislación penal. En fin, el delito de de desacato es una protección de los dueños del poder.
Un ejemplo de delitos de odio es el tema de los ancianos: decirle viejo a un anciano no es malo en sí mismo, dado que suele ser un apelativo cariñoso (viejo mi querido viejo, decía el cantante Piero en una famosa canción) salvo cuando se utiliza como sarcasmo, intolerancia, burla y evidente desprecio.
Los ancianos son parte de la población humana que más ha sufrido los ataques verbales y físicos de quienes detentan el poder y de quienes defienden regímenes totalitarios e intolerantes de los débiles. En la Alemania Nazi se practicó la eutanasia como política de Estado, en los conflictos bélicos, son parte del contingente más numeroso de víctimas civiles. En tiempos de paz, los miembros de la 3ª edad son marginados y excluidos permanentes. Baste ver la serie de protestas que experimentan por el régimen humillante de cobro de sus pensiones los jubilados, los abandonados por sus familiares, etc.
Por su parte, aquel que nace con alguna discapacidad física o mental, lo cual ha sido excusa para el llamado aborto selectivo o eugenésico y la eutanasia. También los nazis legalizaron estas formas de aniquilación, con lo cual pudieron hacer “limpieza de la raza” y poner en práctica conductas genocidas y criminales contra la humanidad. Los griegos antiguos fueron famosos por la limpieza social al matar a estas personas.
En los Estados Unidos, el Presidente Obama dicto una ley el 29 de octubre pasado que “honra la memoria de Matthew Shepard, un homosexual asesinado en 1998, y de James Byrd, un afroamericano que también fue asesinado ese mismo año en circunstancias separadas por supremacistas blancos. El 16 por ciento de los 12 mil crímenes de odio reportados en la última década en USA son motivados por la orientación sexual de la persona, según el Departamento de Justicia. Desde 2007 se denunciaron siete mil 624 crímenes de odio, con un aumento del 40 por ciento de víctimas hispanas, que representan el 61.7 por ciento del total de ese tipo de crímenes, según la Oficina Federal de Investigaciones (FBI)”. (Ver: http://www.radiotrece.com.mx/2009/10/28/promulga-obama-ley-con tra-crimenes-de-odio/ )
En fin, el delito de odio es una forma extrema de intolerancia y violencia física o verbal que se expresa contra los más débiles en número, en fuerza, en capacidad física o mental, en derechos, en riqueza, en raza, en etnia, en nacionalidad, en religión, en política, etc., que debe ser erradicado de nuestra cultura.
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