Contradicciones
Al parecer hay más de un Bolívar. Como prueba, quiero presentarles a mis lectores, amigos o no, un texto al cual llegué por una de las casualidades de las que están llenas nuestras vidas. Aquí va: “Los siguientes dos años que gobernaba a Colombia con mano de hierro marcan no solamente la decadencia personal de B., sus depresiones crecientes y el desmoronamiento de su salud antaño acerada; marcan sobre todo la decadencia de un proyecto político que degeneró en la dictadura de un solo hombre. Ciertamente, en comparación con Páez y otros déspotas salidos de las guerras de independencia, todavía había mundos entre B. y los caudillos mediocres que sólo enriquecieron desmedidamente a si mismos y sus clientelas – sin un rasgo de responsabilidad para el bien común. Todavía sentía B. su régimen, aunque tallado a la oligarquía dominante, como una suerte de dictadura de transición que terminaría en algún momento. ‘¿Mandaran siempre los militares con las armas? ¿No se quejaran los ciudadanos civiles sobre el despotismo de los militares?’ se preguntó B. después de un año en el gobierno y dio una respuesta llena de dudas: ‘Ya sé que no se puede gobernar la republica actual sin armas y debo conceder al mismo tiempo que el espíritu militar es insoportable en un gobierno civil.’ A pesar de estas dudas, B. tomó medidas draconianas que se encontraban en escarnio abierto con sus ideas liberales. Por ejemplo sus ataques en contra del ‘abuso de las libertades de opinión y de la prensa’, su amenaza de tomar ‘medidas más severas y eficientes’, en caso de que esas libertades ‘no se ejercitan con la mesura necesaria’ y su intervención en contra de un sistema judicial, especial el civil, superior a los tribunales militares.”
La casualidad que me llevo a encontrar esta cita en una biografía de Bolívar escrita por Norbert Rehrmann, un historiador alemán especializado en America Latina, es mi objetivo de añadir a un libro mío acerca de la sociología de la revolución un capitulo sobre la primera revolución de liberación nacional: la independencia de muchos países de America Latina. Para confirmar la interpretación de Rehrmann me pareció necesario examinar otros libros sobre la vida del Libertador. Examine el celebre texto de German Carrera Damas El culto a Bolívar, la biografía Simon Bolívar. A Life de John Lynch y Simon Bolívar de Elías Pino Iturrieta y me encontré con interpretaciones muy similares, aunque con algunos matices, sobre estos dos últimos anos del Presidente Libertador (1828 a 1830). Es obvio que este Bolívar es el que inspira hoy DIA al Führer en su revolución al “socialismo del siglo XXI”.
Pero no es el Bolívar que lo inspiro al inicio de su mandato. En ese momento, era más bien el Bolívar del Discurso de Angostura (1819), cuando Chávez, en su discurso de asumir la Presidencia, defendía las libertades políticas y civiles, proclamaba el respeto a la institucionalidad de la democracia con la independencia de los poderes del Estado, proponía una tercera vía (“tanto Estado como sea necesario y tanto mercado como sea posible”) etc. Era similar a un discurso de Bolívar en su época liberal.
En poco más de tres años, sacó de la manga su proyecto original (insisto como en artículos anteriores: previo incluso al 4F). Desde entonces lo ha venido radicalizando, en lo económico, lo social, lo político y lo cultural. Insiste que es “bolivariano-marxista-leninista”, sin que nadie le haya dicho (“convencido” seria pedirle mucho) que es bolivariano si pensamos en el Bolívar dictador y que la clave “marxista leninista” es igualmente una falsificación de la historia intelectual-política.
En resumen, las protestas que ha provocado sobre todo esta última etapa de radicalización no son anti-bolivarianos ni anti-marxistas. Son la manifestación de un culto al Bolívar liberal y al Marx autentico, el de los Escritos filosófico-económicos de 1844.