Contra el género humano, con motivo de la iglesia
El inefable espécimen que nos manda, porque ¨gobernar¨ no gobierna, ha agotado tiempo ha… la capacidad de asombro de propios y extraños, pese a algunos adoradores involuntarios o al menos ingenuamente ¨arroba-dos¨ que insisten en describirlo como una mezcla diabólicamente hábil que todo lo preve, calcula y ejecuta con implacable precisión.
Comparto la idea que postula que no existe peor táctica que menospreciar al adversario, pero tampoco es conveniente sobre-estimarlo hasta la disnea derrotista y en todo caso suicida, que nos condenaría a paralizarnos como cervatillos aterrados en presencia del tigre…
Todos podemos esbozar teorías para explicar la ofensiva delirante y en todos los frentes que estamos presenciando en forma cotidiana. Es verdad que como un mastín, de aquellos que trajinaran los campos de batalla de medio mundo y los circos romanos, llamados en latín ¨canis pugnacis¨, el animal es peleón, jaquetón, engreído. Desde el comienzo de su ominoso régimen se dedicó a destruir la urdiembre social de Venezuela, a desterrar aquella cordialidad esencial que a todos nos unía, mas allá de diferencias políticas, religiosas o deportivas. Una sociedad fluida, que aún antes de la Guerra Larga -o federal- no concebía estratificaciones excluyentes. A los que les parezca que exagero quisiera recordarles que el vocero más agresivo y reconocido de la ¨oligarquía conservadora¨ era un hijo expósito, es decir abandonado en la puerta del claustro de los Neristas, de padre y madre desconocidos, se llamó, se llama y se seguirá llamando: Juan Vicente Gónzalez, en cual otra de las antiguas colonias españolas sería eso posible, en muy pocas, si acaso en alguna.
Contra ese sentimiento de inclusión social, potencializado por nuestra gloriosa realidad mestiza, porque somos caribeños y tenemos una mente y sensibilidad abiertas como el llano, se ha estrellado el proyecto racista, clasista y autenticamente troglodita del individuo Chávez, el cavernícola es él, no el Cardenal Urosa, la Conferencia Episcopal, los ¨escualidos¨, ni nigún venezolano de este tiempo, aquí solo él pretende revivir prejuicios, complejos y reconcomios, el resto del país busca lo que -mi ilustre y admirado pariente- Don Augusto Mijares denominara ¨lo afirmativo venezolano¨ lo mejor del gentilicio, lo negativo venezolano es lo que nos ha desgobernado durante casi doce años, el tiempo de la vergüenza o la ignominia.
Hoy las iglesias, como todo valor espiritual, reciben la andanada y la persecución del autócrata delirante, antes fueron, uno a uno, los más valiosos valores de nuestra historia, de nuestro devenir de pueblo, individuos e instituciones. Ya es irrelevante si son los mentados ¨trapos rojos¨ , lo importante es que no puede continuar, no solo viola a mansalva la Constitución Nacional, viola la historia de Venezuela que reescribe desde su óptica mediocre y resentida, se regodea en su productiva alianza tácita con el hampa a cuyo arbitrio ha entregado la vida y bienes de los ciudadanos, la soberanía nacional hoy botín de los derrotados invasores de ayer, convertidos por su ¨gracia¨ en amos y señores de la patria del escarnecido Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios.
Fernando VII redivivo -pero el pintado por Goya- Chávez quiere reeditar el Patronato Eclesiástico de Su Majestad Católica y anular el ¨Modus Vivendi¨ instrumento moderno, que tiene un grave pecado original…lo firmó Rómulo Betancourt.
Todo eso es cierto, pero no lo es el que todo este perdido. Todo está por ganarse, con valor, talento y constancia, la Historia barrerá a los colaboracionistas y timoratos. El hoy y el mañana esperan a los venezolanos de corazón. Adelante…