¿Consejo de Estado o de conservación?
Con los insaciables resentidos que se apropiaron del Estado venezolano desde hace 13 años, toda acción política tomada por ellos es siempre indagada en dirección a develar, ya no sus verdaderos propósitos, sino sus torcidas intenciones. El que asociemos de inmediato las iniciativas políticas del autoritarismo militar y caudillesco a la maledicencia, puede resultar inapropiado como método uniforme para juzgar cada una de sus propuestas.
El Consejo de Estado en el que figura un militar activo y el resto conformado por personajes civiles repletos de llagas en las rodillas de inclinarse en oración al caudillo, parece una decisión política calculada con frialdad para que el inmenso movimiento creado por y alrededor de Chávez tenga algún chance de sobrevivir esta escena política, ya sea por discapacidad para ser el candidato o por muerte, ante la terrible enfermedad que lo asedia. La excusa que motiva convocarlo es de inicio intrigante y confusa; supuestamente su tarea será la de «estudiar» la salida de Venezuela de la Comisión Interamericana de DDHH».
Vale decir, que no es un asunto resuelto, siendo más bien de evaluación en cuanto a la pertinencia de que Venezuela permanezca como miembro de esa instancia multilateral.
Decimos confusa, porque se viene especulando que las intenciones se encuentran directamente relacionadas con la pretendida idea de que el gobierno prepara una celada contra las elecciones del 7O para suspenderlas y en consecuencia, se alista a ejercer una fase de represión contra la protesta popular que se produciría en el seno delmovimiento de masas vinculado a la oposición democrática. En lo personal juzgamos que no habría que ser tanconclusivo al interpretar esta jugada empozando nuestra reflexión a ese argumento.
Por el contrario, tal vez estamos ante una postura que muestra mas que la acostumbrada y hamponil malicia delchavismo, la búsqueda de una salida que tiene elementos más ligados a la sensatez y a la política que al puro afán de aferrarse a mantenerse en el poder a cualquier costo y arriesgándolo todo.
La segura influencia de Fidel de no perder por completo los beneficios del saqueo que le ha traído el incesto enfermizo y traidor que le ofreció Chávez y a la vez, no poner en peligro los planes de Raúl de permitir una limitada apertura y avenirse amistosamente con el imperio, más la presencia del cínico pero hábil José Vicente Rangel en el CE, dan algunasseñales que obligan a pensar en la hipótesis de una retirada en orden e incluso, de apostar a una victoria electoral de un sustituto del sector civil que purgue al chavismo y al propio Estado post Chávez, de ser tomado por oficiales generales corruptamente deshonrosos, seriamente comprometidos en el delito del narcotráfico, o de Diosdado Cabello, que en su protagonismo reciente, maniobró para heredar el capital político de Chávez y de cuya evaluación salió raspado en las bases y a contracorriente de la nomenclatura.
Sin descartar las tesis que atribuyen que el CE es un ente para montar una huida hacia delante, nos inclinamos a pensar que su motivación tiene más un fin dirigido a protegerse de lo ya conquistado y de conservación del dilatado respaldo popular que logró aglutinarse en la figura carismática del golpista del 4 de febrero.