Conocimiento: cooperación y bienestar
La lectura contemporánea de las relaciones internacionales nos indica que toda nación es dependiente de otras en cierto grado. Ninguna nación del globo es lo suficientemente autónoma como para no depender de otras. La complementariedad de sus diferencias, culturas, bienes y servicios es lo que permite el crecimiento de sus economías.La cooperación de los Estados en función del progreso de sus pueblos es la condición necesaria requerida para el desarrollo de las naciones en paz. Ese desarrollo está íntimamente relacionado con la comunicación con el desarrollo, con las naciones desarrolladas, con las sociedades a las que consideramos con mejor calidad de vida que la nuestra, con menores desigualdades sociales, donde apreciamos que existe una minimización de los cinturones de miseria y de la exclusión social. La ausencia de desarrollo se traduce en la pobreza, en la escasez permanente de bienes y servicios, en la falta de una adecuada atención ambulatoria y hospitalaria, en el precario acceso a la Educación de calidad.
Si deseamos Desarrollo debemos estudiar al Desarrollo. De nuestra capacidad de aprendizaje para fijar y accionar las claves del Desarrollo, depende en buena medida nuestra oportunidad de acceder a él.
Pero el Desarrollo tiene un gran problema. Ni se compra ni se vende. No se adquiere en forma de regalo ni puede ser obsequiado. No puede ser extraído ni intercambiado. Tiene que ser creado. En todos los casos, sus protagonistas son gente creadora, emprendedora, con una gran mística de trabajo. Sean científicos, técnicos, artesanos u obreros, son capaces de generar con su trabajo una dinámica social orientada a resolver los problemas públicos como si fueran los propios. No son indolentes, pasivos o inconstantes, todo lo contrario. Son fieles exponentes de la acción individual y social benefactoras.
El conocimiento, la cooperación y el bienestar social son conceptos que se encuentran asociados al Desarrollo. Cuando estos tres elementos se colocan adecuadamente en el ensamblaje social, creamos la fuerza vital requerida por el Desarrollo, el cual genera un ciclo virtuoso que se realimenta así mismo. Para ello, tanto el Individuo como la Sociedad deben activar virtudes ciudadanas orientadas al respeto mutuo, la solidaridad y la calidad humana. Pero tambien debe existir su activación como agentes económicos, al producir bienes o servicios que contribuyan al mayor bienestar colectivo, condición que se logra al optimizar la Alimentación, la Seguridad, la Salud y la Educación de cada individuo que integra el cuerpo social. Esto nos permite colocar en perspectiva la expresión desarrollo económico para encontrarnos con un concepto que no es alcanzable sin vencer las marcadas desigualdades sociales que se tienen cuando el aparato educativo de calidad no llega efectivamente a toda la población, condición que estructura a la cooperación y la acción social.
El compromiso de las Casas de Estudio Superiores se encuentra en fomentar la investigación social mejorando su metodología para hacerla cada vez más pertinente, colocando el énfasis en la calidad de vida de la población, explorando la potencialidad de los agentes y recursos locales,que permitan la sumatoria de las “pequeñas soluciones” cuya integración favorece el fortalecimiento social tan necesario.
La dimensión territorial como estrategia de Desarrollo, a la par de su planificación y ordenamiento, constituyen el plano físico sobre el cual debe volcarse la identidad cultural y nacional, a través de una acción psicosocial concertada, que contribuya al bienestar material y espiritual de toda la Nación.
El marco de esta acción definitivamente es global, en virtud a la internacionalización de la Economía, que ha convertido a todo el planeta en un gran mercado.Es necesario que despertemos ante esa realidad y podamos ver sin complejos que debemos invertir en la producción de tecnología para cosechar los alimentos que consumimos y generar los conocimientos que aplicamos.Esto, no es un contrasentido con lo arriba expresado.Antes bien, es un reforzamiento de la idea inicial: mientras mas conocimientos hayamos migrado de la fuente científica original o fuente tecnológica primaria a la instancia de la tecnología instrumental práctica con la que hacemos industria nacional y hayamos patentado esos productos tecnológicos que usamos con nuestras propias versiones y modalidades, entonces podremos ser invitados al club de países desarrollados y podremos hablar con términos de intercambio más adecuados,con los beneficios que se genera del trato entre naciones que producen fundamentalmente talento.
Es de la comunicación y de la compenetración con el mercado, como se logra la estabilidad económica de una nación.En la medida en que tienen mas demanda sus productos, en la medida en que éstos pueden transformarse en muchos otros, en la medida en que se amplían los mercados consumidores y se diversifica la oferta nacional de productos, en esa medida la “macroeconomía” nacional se fortalece. Ese éxito macroeconómico no es posible sostenerlo sin una microeconomía que logre traducir el “como se hace” a toda la población. Y es allí en donde cobra capital importancia la transferencia tecnológica que logra una Educación de alta vinculación con la industria, compenetrada con sus procesos productivos y los retos que estos suponen al contemplarse escenarios que experimentan vertiginosos cambios en todo el mundo:La Economía es a la Sociedad lo que la Atmósfera es al Clima. Si no la cuidamos, sino la fortalecemos, su deterioro puede extinguirla. Puede que tengamos éxito temporal en represar algunas de sus inefables variables. Pero a la larga, estas derribarían el muro de contención y arrasarían todo el espacio económico.
Para que ello no ocurra, es vital “sembrar” el Desarrollo tecnológico. Pero a través de un nuevo concepto que permita la participación ciudadana como no ha ocurrido hasta ahora, que le permita hacer respetar tanto al ambiente donde habita como al ser humano que representa. Esta “gerencia” colectiva, no es posible lograrla sin una real democratización del hecho tecnológico y del conocimiento que lo posibilita. Se trata, si se me permite el término, de mejorar sustancialmente el conocimiento ecológico, tecnológico, ambiental y social de toda la población para que la misma Sociedad regule sus procesos de transformación y desarrollo sin desnaturalizarse asimisma.
Es necesario igualmente entender que todo modelo de crecimiento tiene sus límites y sus mecanismos regulatorios. ¿Se encuentra preparada la Sociedad mundial para asumir los cambios de la explosión demográfica y la pobreza que su expansión supone? ¿No es acaso una gran necesidad promover el desarrollo humano integral en todo el planeta para propiciar el bienestar de toda la Humanidad?
La respuesta a esta pregunta pasa por establecer un espacio de auténtica cooperación para el Desarrollo Sostenible, mediante un análisis crítico constructivo del
Programa de Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD) y de la Organización Para la Cooperación y El Desarrollo Económico (OCDE), desde la perspectiva de la participación social en todas las naciones de La Tierra, formulándose de esta manera una nueva agenda de cooperación para el Desarrollo en el siglo XXI
