¿Congreso de comunas?
Este material se fundamenta en varios documentos que he recibido y que me han conducido a considerar que, definitivamente, se acerca la hora cuando, queramos o no, habremos de tomar decisiones profundas respecto a la peligrosa situación que vive nuestro país. Estamos seriamente amenazados por un régimen comunista que, habilmente, se ha venido inoculando en todas las instituciones a lo largo de estos 11últimos años transcurridos desde aquel fatídico día de diciembre cuando los venezolanos -sin tener clara conciencia de sus actos- decidimos elegir a Chávez como presidente, sin saber que su «proyecto» consistía en establecer en Venezuela el comunismo que siempre nuestro pueblo había rechazado.Nuestro país está ante la inminencia de avances gubernamentales concebidos para instalar irreversiblemente, el régimen comunista de gobierno al peor estilo de la Unión Soviética o de Cuba.
ANTECEDENTES
Desde hace algún tiempo, venezolanos serios y valerosos han estado alertando sobre la respuesta que daría el gobierno frente al evidente hecho de una apabullante derrota electoral en setiembre próximo, la que le despojaría del principal poder público para instalar el comunismo entre nosotros: la Asamblea Nacional. Todos sabemos perfectamente bien que, después del referendo inconstitucional que fue aceptado por los extintos Congreso Nacional y Corte Suprema de Justicia en 1999, el cual, insólitamente realizado sin tener un quorum mínimo de electores, alcanzó apenas una participación del orden del 30%. Todos los posteriores procesos electorales realizados en Venezuela estuvieron siempre signados por el fraude, cuyo «perfeccionamiento» se fue desarrollando de manera progresiva ante la ocurrencia de cada nueva elección.
En diciembre del 2005, cuando se presentó la ocasión constitucional de elegir la nueva Asamblea Nacional, actualmente en ejercicio de sus funciones, el país –es decir, la casi totalidad de los venezolanos electores– decidió abstenerse de votar. Esa decisión, rechazada por todos los partidos políticos, fue IMPUESTA a éstos por el electorado, de manera que la mayoria de sus dirigentes opositores de entonces se vieron obligados a retirar sus partidos de la contienda comicial. La dirección política de la mayoria de los partidos manipuló grotescamente esta decisión de los venezolanos al achacarles la responsabilidad de haber facilitado que el gobierno chavista se hiciera de la totalidad de la Asamblea, sin participación alguna por parte de la oposición. «La culpa la tienen los abstencionistas» fue la consigna unánime de un dominante sector de pseudo oposición irresponsable, que entonces cuidaba más sus propios «espacios» –léase aspiraciones políticas y pecunarias– que la salud de la Patria. La verdad era que el país todo (más del 90% de los electores) esperaba que los partidos desconocieran esa elección cuyos votos válidos apenas estuvieron en el orden del 5 o 6 por ciento y luchara para anular el írrito proceso. Pero esa reacción no tuvo lugar por carencia de voluntad y de coraje de tal sector de aquella dirigencia.
Desde entonces, los venezolanos hemos acudido, cual borregos, a procesos electorales cada vez más «perfeccionados» en sus procesos y mecanismos fraudulentos [fraudes manuales, electrónicos de todo tipo, REP alterado en el que, como en el presente, supuestamente votan personas que han superado los 110 años, votación múltiple de muchas personas «multiceduladas» que acudían a mesas electorales llamadas «express» ubicadas en áreas aisladas de Estados fronterizos de la República para votar repetidas veces cada una por las listas del gobierno, etc., etc]. Estas personas, eran siempre orientadas por una mayoria de funcionarios oficialistas obedientes sólo a la voluntad de su Jefe Único. No es una afirmación irresponsable y hecha en el vacío. Consúltense los numerosos análisis y documentos producidos por grupos de profesores y científicos de principales Universidades, los cuales demuestran incontestablemente el alcance de estos sistemáticos fraudes; consúltese también Esdata, que circula en las redes de Internet, que contiene mucha y muy veraz información al respecto.
SITUACIÓN ACTUAL
Pese al descarado ventajismo y al sistemático recurso a fraudes que la mayoria de los partidos opositores ha ignorado deliberadamente, son tales el desprestigio del gobierno, la ruina general del país y el rechazo que incluso al interior del oficialismo genera su voluntad de comunizar al páis, así como la inquebrantable voluntad libertaria de los venezolanos de todo sector social y nivel económico, que el gobierno está muy consciente de que, si se produce una concurrencia masiva al acto electoral de setiembre, la magnitud de su derrota será apabullante e inocultable pese a todos los fraudes, trampas y artimañas que pueda utilizar este gobierno. Además, la más alta dirección oficialista teme que, ante la fraudulenta proclamación de su «victoria» la reacción popular pueda ser muy violenta, se altere radicalmente el orden público y el sector militar intervenga para obligarle –como ocurrió en diciembre de 2007– a aceptar la derrota.
Por eso mismo, ante esa muy probable eventualidad, el gobierno –léase su Jefe– parece que ha decidido el «suicidio» de la Asamblea Nacional, para dar paso a lo que vienen llamando «Congreso Comunal» cuyos integrantes son decididos por el dedo mágico del Jefe Único. Circula en Internet un reciente video que considero es de la mayor importancia, por cuanto el tema se planteó recientemente en el programa «La Hojilla», del canal del Estado, en un diálogo breve pero sustantivo entre el conductor de dicho programa y el diputado oficialista Carlos Escarrá, inidiscutido como lider constitucionalista del oficialismo. Obsérvese bien en el referido video cómo Carlos Escarra asiente y acepta lo que, no sin temorosas vacilaciones y con mucho cuidado, afirma el conductor de ese programa. El video termina ilustrándonos con el ejemplo, tomado al caso, de la cercenación de libertad constitucional de circular por el país y, aún entre municipios. Hecho que no sería inédito de Venezuela, pues es de otras realidades que, como la cubana, han sido sometidas al poder del demonio comunista.
La primera grande y fundamental respuesta democrática de los venezolanos ha de ser concurrir masivamente al acto electoral de setiembre, si este llegare a realizarse. Ese será el comienzo de nuestra recuperación democrática y de la reconquista de nuestras ahora conculcadas libertades