Opinión Nacional

¿Comunista yo? Eco, foo.

En esta larga década de gobierno disparatado hemos visto y oído de todo. Y gracias al canal de televisión Globovisión, en sus espacios “Ud. lo vio” y “Aunque usted no lo crea”, además de los espacios de investigación de casos concretos, podemos hacer memoria fácilmente para evitar que el encantador de Sabaneta, nos meta gato por liebre. Este teniente coronel no ha pasado un día desde que se encaramó en el coroto que no haga una afirmación de algo o sobre algo para que al día siguiente se desdiga. Todo depende de cómo caiga la cosa en la opinión pública o lo que le digan posteriormente sus cubanos de la sala situacional, porque los criollitos todos son “Yesman”, o están botados. Sin el menor rubor le da vuelta a la cosa, pa’lante y pa’trás. Patas arriba o patas abajo. Y de inmediato sus corifeos lo acompañan en la corrección y buscan los argumentos más increíbles para justificar la nueva postura. Total el comandante en jefe tiene la primera y la última palabra. “Si mi comandante en jefe”

Lo más reciente es lo de comunista. “Yo, después de haber leído mucho, de haber meditado largas horas en la soledad de palacio, he llegado a la convicción que soy marxista” “Claro, soy marxista, leninista”. “desde muy chiquito era comunista”. “Adán me daba clases de comunismo por las noches, bajo una lámpara de carburo”. “Yo amo al Che, hay que seguir su ejemplo”. “Fidel jaguaryu”. Y las focas de la AN estallaron en aplausos frenéticos. Allí están los documentos fílmicos. Algunos venezolanos pensamos, desde hace ya mucho tiempo, que él era comunista o al menos que nos quería llevar a ese “paraíso”. Algunos no lo creían. Pero ahora él mismo se encargó de decirlo a los cuatro vientos. Es decir que es comunista convicto y confeso. Pero bastó que su excelencia, el Cardenal Jorge Urosa Sabino, en un acto de gran responsabilidad, de valentía, como jefe de la iglesia católica en nuestro país y conocedor a fondo de lo que puede implicar que el jefe del Estado sea comunista y nos conduzca hacia ese tipo de régimen, se lo dijera, sin ambages y vista la reacción de una inmensa parte de la población, para que saliera, en cadena nacional, a negar lo innegable. ¿Comunista yo? Jamás. “En jamás de los jamases”. “Yo soy católico”. “Yo fui monaguillo en mi pueblo”. Farsante. Aquí se puede aplicar perfectamente aquello de “oreja de cochino, rabo de cochino, trompa de cochino” o lo de “me da mi bastón y mi sombrero pero eso es eso”.

Comunista, si, usted es comunista. No es porque lo diga ahora o lo niegue, es por sus acciones. Está acabando con la propiedad privada. Acabando con los medios de producción. Acabando con las libertades ciudadanas. Acabando con la libertad de expresión y los medios. Desconoce los derechos humanos. Encarcela la disidencia. Acaba con la economía. Destroza el país. Un sólo partido, una sola educación, un sólo pensamiento. Así fue en la URSS y en los países de Europa del Este, así es en Norcorea, así mismito es en Cuba. Si eso no es comunismo es porque es comunismo. No me venga ahora de que no es así. Sea varón como le dijo alguien de la hermana república. Asuma su comunismo. No se avergüence. Seguro que el viejo Marx, Engel, Lenin, Mao, el Che, Fidel, Gustavo Machado, estaban orgullosos de ser comunistas y que les dijeran comunistas. Ellos todos creyeron en eso, lo defendían, pensaban que era lo mejor. Porqué engaña. No le dé carraspera. No venga con el cuento de que soy pero no soy. Fíjese que yo soy adeco y no me avergüenzo de serlo. Por más palos que nos hayan dado. Los adecos nos sentimos orgullosos de serlo. Y hemos cometido errores, pero somos adecos y creemos en eso. No engañamos a nadie. Somos católicos, apostólicos, romanos y adecos.

Usted es comunista, probablemente un comunista iletrado, ya que no ha leído El Capital, así lo dijo, pero es comunista. Y como comunista es totalitario, militarista, arbitrario, dictador, fascista, ególatra, le gusta que lo adulen. Quiere que seamos como Cuba. Usted lo ha dicho y Raúl lo asegura. “Vamos hacia el mar de la felicidad”. O tampoco dijo eso. “Un país, dos presidentes”. ¿Tampoco lo dijo? Se puede engañar a una persona mil veces o a mil personas una vez. Pero engañar a todos todo el tiempo. Muy difícil. Y menos en estos tiempos de Internet, Fecebook, Twetter y en especial de Globovisión. Así ponga en la directiva de ese canal a Silva y Nolia. Por eso el 26 de septiembre, cuando escojamos la nueva Asamblea Nacional estaremos votando entre el comunismo suyo y la Democracia de Venezuela. Y nuestro pueblo no es comunista, es demócrata. Venezolanos siempre, comunistas nunca.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba