Comprando martillos en una quesera
Un interesante artículo autoría de Antonio Pasquali, publicado en El Nacional (17-6-07) me llevó a unas reflexiones que escribo a continuación. Si usted está haciendo una reparación en la casa donde habita y exige al albañil las facturas correspondientes a las compras de materiales y el hombre le trae facturas con membrete de una panadería ¿Verdad que usted entraría inmediatamente en sospechas? Porque… ¿Porqué no provienen las facturas de una ferretería?. Ahhh…debe ser porque en la panadería el albañil tiene un compinche que le trampea la factura y así hay un beneficio adicional.
Algo similar está ocurriendo entre Venezuela y Cuba. Le explico: La experiencia cubana en comunicaciones es inexistente. En telefonía se iguala a países en el borde de la miseria como lo son Angola y Liberia. En Internet la situación es aún peor. Se limita el servicio a hoteles de lujo, por supuesto accesibles solo a turistas. El costo por hora de la conexión es de 12 US $. El costo en Venezuela es inferior a 1 US$. Para remate, «la democrática» Cuba pertenece al club de los 21 países en los cuales se censura la red. Su ministro de comunicaciones Ramiro Valdéz declaró que «es un instrumento del exterminio global» como si ese señor fuese el «non plus ultra» de las decisiones morales. El asunto viene a colación porque es Cuba en la actualidad uno de nuestros principales proveedores en rubros donde ese país no tiene la menor experiencia. Un ejemplo, repartido a nivel nacional fueron los famosos bombillitos, supuestamente importados a través de Cuba, que según el presidente hacen bella la ciudad con esa luz «azulita» ¿Desde cuando Cuba fabrica bombillos? Otro run run es la probable importación de 30.000 unidades autobuseras para mejorar el transporte urbano !! Tiemblen abusadores autobuseros ¡¡ . Pero lo que si no es run run es la contratación por parte de Venezuela del cableado mayor de nuestros equipos de telecomunicación, la adquisición de los equipos destinados a las emisoras comunales y, según el ministro Williams Lara, los instructores del nuevo centro de Formación de Comunicadores, serán cubanos. Las nuevas cédulas de identidad y los pasaportes digitalizados estará a cargo de un consorcio cubano-venezolano. Y que hablar del cable submarino Venezuela-Cuba con más de 1.500 Km. de largo con capacidad para manejar 20 millones de llamadas telefónicas en forma simultánea o 26.000 canales de televisión.. Imagínelo: Una posibilidad de 20 millones de personas haciendo simultáneamente llamadas telefónicas para un país con unos 25.000.000 de personas o unos 1.000 canales de TV por cada estado.¿No es sobredimensionar el asunto? Algo así como matar una mosca con un cañón porque la capacidad de la telefonía nacional es de un 10% con relación a la del cable que citamos. La empresa que se ocupará de este proyecto es la cubana TELECOM-TRANSBIT. ¿Quien financiará ese proyecto? ¿Serán propios los recursos de TELECOM-TRANSBIT?. Evidentemente estamos comprando martillos en una quesera.