¡Cómo cambian los tiempos! Capriles le marca la agenda a Chávez

Una “cadena” de dos horas sin nada importante que no sea echar los mismos cuentos, volver a anunciar las mismas “obras” que nos convertirán dentro de cien años en “una gran potencia” (aunque ahora lo que haya es destrucción de la industria y el agro), unos supuestos
recursos para terminar las mismas cosas que hace dos años, tres y seis años se prometió terminar sin avanzar nada. Un cuento insólito sobre Yugoslavia como ejemplo y modelo de socialismo lo que demuestra que no se ha enterado que Tito murió y que Yugoslavia no existe desde antes que él llegara a Miraflores, es decir, hace muuucho tiempo.

¿Para qué, entonces, esa cadena? No parece tener otro objetivo que tratar de tapar o disminuir el tremendo impacto que causó el discurso de sólo 30 minutos con el que Henrique Capriles Radonski presentó el Plan Seguridad para Todos al mediodía de ayer e impedir que partes de él fuesen retransmitidas en horario estelar de TV para aquellos que no pudieron verlo o escucharlo al mediodía. ¡Chávez a la cola de Capriles! Cómo cambian los tiempos.

Los programas sociales que existían en otros gobiernos y existen en general en muchos países pero que por efectos publicitarios este gobierno llama Misiones, han sido usados para manipular a las personas con sus necesidades. Te pones la franela roja y te inscribes para
recibir una dádiva que no te saca de la pobreza, justo para que el gobierno te pueda mantener amarrado. Y la mitad de tales Misiones o ya no existen o sólo quedan rastros, como los módulos de barrio adentro cerrados, la Vuelvan Caras que era buena porque enseñaba a trabajar igual que era el antiguo INCE y por eso la dejaron morir, porque no servía a sus planes de mantener dependientes de limosnas a las personas.

Capriles, que tiene tremendos programas sociales en Miranda, sin manipulación politiquera, para ayudar a las personas a independizarse y progresar, como los tiene Pablo Pérez en el Zulia y otros gobernantes, propuso entonces, una Ley para meter esas “misiones” o
programas de ayuda social en forma institucional. Para que nunca más un gobernante inescrupuloso los pueda usar para manipular a las personas. Que no dependan del capricho de un político de pocos escrúpulos sino sean derechos normados. De nuevo salta Chávez a la
defensiva, colocado a la cola de la agenda de Capriles. Propone reformar la Constitución y le prohíbe a los diputados “focas” que la Ley de Capriles sea discutida en la AN.

¿Por qué Capriles le está marcando la agenda a Chávez? Hay varias explicaciones. La más importante quizás sea que el gobierno y la supuesta “revolución”, ya están agotados. No pueden producir ideas. Tan solo volver a prometer lo que ya antes ofreció Chávez y no hizo.
Refritar cosas ya anunciadas. Mostrar maquetas y decir que hace las viviendas que nunca hizo en 13 años y que sigue sin hacer más que en pocas cantidades. Volver a “anunciar” recursos para obras e industrias paralizadas y semi muertas. Prometer el 19° Plan de Seguridad que -como siempre- se limita a decir que “la GN y la Policía saldrán a la calle”. Ufff. Se les fundieron las neuronas.

Qué aburrimiento. La misma mentira efectista que dura dos semanas. Un día de éstos promete de nuevo la Ruta de la Empanada, los gallineros verticales o el Eje Orinoco Apure junto con la Ciudad del Acero. Le queda, como en efecto hace, volver a prometer “la gran potencia” y la “década de plata” que prometió hace 11 años, en 2001, antes de arruinar Sidor, Venalum, FMO, Cemex, Friosa, AgroIsleña, Bauxilum, Pdvsa, Tavsa, Alcasa, las fincas ganaderas o cafetaleras, los centrales azucareros, el Sistema Eléctrico nacional y destruir las dos mejores empresas del sector como eran la estatal Edelca y la privada Electricidad de Caracas. Potencia en reverso.

Ya no tienen ideas ni sueños. Repite cobas sobre “la independencia y la patria nueva” mientras tenemos agricultura de puertos, importamos aluminio, le debemos hasta la camisa a los chinos. Sólo defienden privilegios, prebendas y negocios que se logran desde el poder
corrupto. Son una oligarquía politiquera a la defensiva. Apelando al abuso de poder y la corrupción para aferrarse a Miraflores. Solo saben insultar y amenazar. Típico de las clases políticas en decadencia.

Capriles, en cambio, está interpretando el sentimiento nacional de cambio. Presentando ideas y proyectos que encuentran sustento. Hablándole al país y a la gente sencilla que quiere soluciones. Alejado de los insultos. Con juventud y energía. Esa es otra cosa, el empuje de esta nueva generación de líderes contra los bueyes cansados del gobierno que hace años no caminan un barrio ni un pueblo. Pura TV y abusos de poder con “cadenas”. Cambiaron los roles. El país es otro. Viene el cambio. Se abren las puertas del siglo XXI. Del progreso y la
justicia.