Comicios e institución armada

Completamente ajustado a los intereses del teniente-coronel/presidente, el proceso constituyente de 1999 tomó por prisionera a la entidad armada. Una supuesta liberalización de los derechos ciudadanos de sus integrantes, sirvió para reforzar un imaginario de democratización que los hechos, como ocurre frecuentemente, desmienten.

Nos referimos a derechos y garantías que, en el orden político, paradójicamente esconden la lenta desmilitarización de una institución de misión y objetivos precisos en la letra de una Constitución, empleada por el poder a título de inventario, a la vez que perfilan una acelerada militarización del resto de la sociedad y del país. Únicamente, el poder establecido acepta la manifestación y adhesión de la Fuerza Armada Nacional hacia el gobierno nacional, incluyendo aquellas posturas que a la opinión pública no se le deja debatir oportuna y libremente, por la vía de un subterfugio como es el de la lealtad hacia el Comandante en Jefe y, por consiguiente, a todos los que colaboran con él, restándole prestancia y autoridad moral para reivindicarla como una estructura y una organización al servicio de toda la república, de todos sus ciudadanos, de todos los que –quiéranlo o no- somos también patria. Por si fuera poco, el plan de adquisiciones masivas de armamentos y otros dispositivos bélicos, mucho menos el de su entrega a civiles hasta de menor edad, no sabe de una crítica y de una polémica libérrima, ni siquiera por conducto de lo que conciben como parlamento, acentuando esa adhesión a quien decide los ascensos (y descensos) militares por razones enteramente políticas, como nunca antes, contaminada la significación misma de la Comandancia.

Cada evento plebiscitario abulta una realidad insoslayable: no otra que la compleja y diversa sociedad venezolana no tiene cabida en la vertiente supuestamente política de la institución armada. Ya no es la nula participación o ingerencia de la legítima oposición en las políticas públicas que conciernen a la seguridad y defensa de la nación, corresponsable como teóricamente también lo es en sus definiciones, conforme a los textos legales vigentes, sino la imposibilidad práctica para que los otros aspirantes presidenciales hagan llegar su mensaje a los miembros de la Fuerza Armada Nacional, cuyos familiares –por cierto- igualmente padecen de presiones a tenor de las celebérrimas listas. Sólo el Comandante en Jefe, puede hacerlo desdoblado en su diversa condición de Presidente de la República, Jefe de Estado, Jefe de Gobierno, Jefe de la Hacienda Pública Nacional o –la más decisiva- Líder Indiscutible de la Revolución, llamando así al fenómeno de resistencia de todo el rentismo económico, político y sociológico que padecemos.

La deliberación y el sufragio devienen poderosos mitos todavía no consolidados, en detrimento de las realidades que asfixian una básica tradición democrática en Venezuela. En razón de las delicadas responsabilidades que tiene, no estuvimos ni estamos de acuerdo con la entronización del debate político en la entidad, pero –vigente la normativa constitucional- luce pertinente que sus membresía conozca las otras versiones que corren insobornables en una sociedad tan marcadamente plural, ya que saber de una única que reclama una ciega obediencia configura un atajo para la desnaturalización de sus funciones y su interesada milicianización.

Enunciados
Vista del amanecer en el trópico : La antigua Plaza «Diego Ibarra» del Centro Simón Bolívar es sede de lo que hoy se conoce como Ciudad Raigón, emporio consumado de la piratería. Económica y políticamente nada gratuita, la apropiación del extenso espacio público refleja dos constantes en el ejercicio de la llamada revolución: por una parte, la irremediable concepción urbana del régimen que, como el destruido y reconstruido como fantasmal mercado de La Hoyada, se evidencia con la progresiva conversión de una tienda de tubos, telas y cartones en una rancho a lo Meyer Vaisman, hacia la conformación de una barriada de comercio que reclamará su consolidación en cualquier momento; y, por otra, las nada solidarias y honestas relaciones sociales de los ocupantes, fieros competidores que enaltecen al más fuerte en la dura lucha económica y literalmente física por su supervivencia. Una mirada desde lo alto del edificio de los tribunales de la esquina de Pajaritos, permiten avizorar tan raros amaneceres tropicales en el centro de la ciudad capital … Pendones parlamentarios: Por cierto, en la esquina de La Bolsa existe un ya viejo edificio en litigio que la informalidad tomó para sí, incluyendo la curiosa construcción de muy formales locales y la desaparición progresiva de sus losas de mármol, tal como se aprecia exteriormente. El caso está en que, ocupando algo así como dos pisos y medio, desde enero de 2006 el viento contaminado pugna por hacer trizas el pendón de un diputado de apellido Laplace, si mal no recuerdo, exaltando que ahora serán diez millones los seguidores del teniente-coronel/presidente debidamente fotografiado. La práctica no es nueva, como el de la exhibición de un pendón varias veces remendado, porque –entre otros que trenzan a la ciudad- en Pajaritos vimos por mucho tiempo otra gigantesca sabana de fondo rojo proclamando a Chávez como protector de Venezuela, cual si se tratara de un Guzmán Blanco a conocer como el Ilustre Americano o El Benemérito Gómez al que uno de sus secuaces -¿Victorino Márquez Bustillo?- homenajeó con grandes letras de neón en los jardines de su casa de habitación. Obviamente, en un parlamento monolítico y únicamente protagonizado por los ungidos, otros deben hacernos saber que son diputados y – sobre todo- invertir un dinero para que el inquilino de Miraflores no los olvide, si es que voltea la mirada al pasar raudo y veloz por una esquina en nada parecida a las de las grandes capitales del mundo que lo han acogido… ¿Y una política integral de transporte público?: Con retraso de cuatro años e incompleta, fue inaugurada la Línea 4 del Metro de Caracas, por cierto anteriormente una escuela de civismo. Obviamente, ha habido un importante descongestionamiento del servicio. Recordamos que una funcionaria del gobierno municipal de Caracas, dos o tres años atrás, equivocadamente lo negó como la gran solución para Caracas como si hubiese sabido del desarrollo de todos los planes y proyectos anteriores a 1998 o el oficialismo contara con una política de transporte público algo mejor que la que intentó muy a medias el otrora alcalde Ledesma. Lo cierto es que, al inaugurarse otra línea del Metro, existe una nueva oportunidad para concebir opciones alternativas en cuanto al transporte superficial, entorpecido exponencialmente por la chatarrización vehicular, el incumplimiento de las leyes de tránsito o los abscesos buhoneriles que la idea de una mayor circulación de automóviles privados, absurdamente satanizados por el verbo presidencial. Por lo demás, no olvidemos que la empresa del subterráneo conoce una de sus peores etapas aún cuando uno de sus líderes sindicales fue convertido en diputado, pues hay persecución e inestabilidad política y laboral golpeando una acreditación de excelencia que supo ganarse en lustros ya olvidados… Cine independiente: Con claras alternativas contamos los venezolanos, a propósito del festival de cine independiente estadounidense. Grata y coherente, bien humorada y punzante fue –por ejemplo- «Gracias por fumar» («Thank you for smoking») de Jason Reitman (2005), apostando por un lobista o cabildero de las empresas tabacaleras que retrata al gremio de defensores de los intereses de la industria del licor, del armamento, de los árabes, del petróleo, de la comida rápida o de los celulares en un muy redondo sarcasmo de la cotidianidad pública del país del norte. La de Katie Holmes es una actuación acertada, prudente y oportuna, adecuada al ritmo de los buenos protagonistas… Guerra: Respuesta equívoca y desproporcionada de Israel que también ha dado ocasión para que el oficialismo venezolano haga retórica verbal y de calle con la movilización de sus clanes sindicales ante la embajada en Caracas, reclamando por la muerte de los inocentes en el Libano. Nada dicen en la Caracas que prácticamente vive una guerra civil con el consabido saldo…Hemerográficas/b>: Parlamentarias: El abogado Mariano Adrián León denunció a los congresistas por enriquecimiento ilícito en razón de 15 inasistencia por 5 años. Jóvito Villalba la consideró jurídicamente inadmisible (El Nacional, 3 y 6/09/68)… ¿Origen de la demonización parlamentaria de los años noventa?: Guillermo Morón cuestiona la ineficacia del Congreso de la República (Elite, Caracas, 12/07/69) y, un poco más tarde, propone eliminar las Asambleas Legislativas (El Nacional, 02/04/70), calificadas muy luego por Miguel Conde como anacrónicas (El Diario de Caracas, 14/12/84)… Terquedad a prueba de balas: Al defender a Cuba en un artículo de la semana pasada, Domingo Alberto Rangel evidencia su apego nostálgico a un pasado que –sencillamente- pasó, dejando demasiadas evidencias. Nada heterodoxo, a pesar de lo afirmado por sus tempranos biógrafos. Por cierto, faltando menos de un mes para el mitin fundacional del MIR en Maracaibo, hallamos: «A la juventud del partido (AD) se le ha acusado directa o tácitamente de estar infiltrada o influida por el Partido Comunista. A mi juicio, la acusación es históricamente temeraria y no demuestra mucho calao (SIC) político» (El Nacional, Caracas, 28/03/60). Al regresar de un corto exilio, le refiere al periodista Frank Acosta García: «Estamos en un mundo donde a diario se registran muchos fenómenos. Las filosofías, (SIC) católicas, liberal (SIC) o marxistas crean distancias entre las realidades del pueblo que desea soluciones prácticas y precisas» (El Nacional, 01/08/66)… Duelo: Con José Antonio Delgado, el atrevido alpinista, una porción de Venezuela queda sembrada en una de las cumbres de Pakistán.