CNE en observación
Los únicos que tienen confianza en el CNE, son los chavistas esto es, un poco más de la mitad de los venezolanos, según los resultados oficiales de las elecciones del 7O y 14D. En los países donde la opinión pública se hace sentir y respetar, tal situación sería inconcebible e inaceptable. Todos los factores de poder se acordarían para exigir e imponer un árbitro electoral imparcial. Así funciona la democracia.
¿Qué hacer ante un CNE abiertamente parcializado? Todavía en la oposición hay dirigentes y analistas serios que recomiendan tratar con guantes de seda a las cuatro (4) rectoras chavistas, para evitar que se sientan agredidas y endurezcan su predisposición a no hacer nada que pueda favorecer a la oposición. Esta opinión prevaleció en todas las elecciones anteriores, incluidas las del 7O y 14D, con resultados conocidos y padecidos.
Como es sabido, cuatro de los integrantes del CNE: Tibisay Lucena, Socorro Hernández, Sandra Oblitas y Tania D’Amelio, son chavistas destacadas, militantes del PSUV. Se las designó en violación de la Constitución Nacional que en su artículo 296 establece que los cinco miembros del CNE no pueden estar vinculados a organizaciones con fines políticos. Sin embargo, aquella grave anormalidad de aceptó sin protestas y ese CNE inconstitucional ha presidido varios procesos electorales y va a presidir el del 14 Abril.
Con la muerte de Chávez, que en paz descanse, cambió la realidad política nacional, aunque los dos máximos jerarcas chavistas, Maduro y Cabello, actúen como si el difunto estuviese vivo. Las rectoras Lucena y Hernández, que tienen capacidad de análisis y sentido político, deberían entender que el CNE, en esta nueva realidad política, debería asumir una actitud no parcializada, tratando de inspirar confianza, a fin de que las pasiones no se desborden.
Al CNE se le han precisado las condiciones mínimas para unas elecciones confiables: (1) excluir a la Milicia del Plan República; (2) eliminar las máquinas capta huellas; (3) auditar la tinta indeleble, (4) contar el cien por ciento 100% de las boletas electorales y (5) eliminar el ventajismo del candidato oficial. Hay derecho a esperar que el CNE las acepte. Así mismo que investigue con interés y a fondo los papeles sobre la Operación Stalin, que les ha entregado el diputado Alfonzo Marquina.
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Primero fue la profanación de sus restos en el Panteón Nacional. Ahora maltratan su gloria colocándolo al lado del Che Guevara, esperando la imaginaria llegada al cielo del difunto Chávez. Bolívar no perdona a quienes lo agravien. Lo estamos viendo.
