Clavazón belicosa
El régimen bolivariano, su presidente y los dirigentes del eco insisten en ofender la dignidad de los venezolanos. Clavos y belicocidad nerviosos, evidencia del temor que les invade por los resultados previstos de las elecciones de noviembre próximo.
Clavos y amenazas hacia adentro y hacia afuera enrarecen el ambiente político nacional. Si pierden, según Hugo Chávez, se abrirá un período de violencia en el pais. Con másl realismo y en medio de sus temores, declara el Presidente que irán por él los vencedores para ajustar cuentas. La amenaza a los beneficiarios de perder sus “privilegios” completa la intimidación.
El anuncio de “clavarnos” a los venezolanos otras 26 leyes “pa’que no seamos ridículos” pueden ser solamente atribuible a un dictadorzuelo africano del siglo pasado.
Nos clavaron las inhabiltaciones y los primeros decretos, ahora nos amenaza con clavarnos otros 26, además de otras inhabilitaciones políticas en proceso de elaboración. Una clavazón retadora y peligrosa.
Las amenazas son parte de la “clavazón” revolucionaria. Se amenazó al Zar de la Droga, también con expulsar al Embajador de Estados Unidos por “intervenir” en los asuntos internos nacionales; como si el bolivarianismo no fuera la primera fuente de intervencion extranjera en la región. Clavo, amenaza, provocación.
Se amenaza la paz de la región cuando el régimen adquiere más armas para “defenderse” del imperio y de las «fuerzas del mal», creando un peligroso desequilibrio. Misiles de corto y largo alcance, última adquisición junto a más aviones y otras armas de distinto calibre, amenazan la paz regional. La alianza con la Rusia que se levanta de nuevo “en contra del imperio” y que anuncia una nueva confrontación este-oeste, es un ingrediente adicional a la amenaza lanzada a todos por el regimen bolivariano.
Ante ello, la lamentable actitud pasiva de los organismos internacionales y de los gobiernos democráticos de la región. O consideran que son simples palabras de un boceras o le hacen el juego al belicoso proyecto bolivariano. Paradójicamente, Venezuela preside en agosto la Conferencia de Desarme de las Naciones Unidas, en Ginebra, aunque no por méritos, sino por una simple rotación alfabética entre sus Miembros.
La última afirmacion de Lina Ron es igualmente amenazante, parte de la clavazón. “La revolución no será tan pacífica como quisiéramos”, busca amedrentar y adelantar nuevos avances ilegitimos del régimen. Lo pacífico va desapareciendo de la revolución, es cierto; pero no solamente en relación con su “desarrollo”, sino con su final.
La revolucion se acerca a su fin, lo que no es lamentable. Pero lo que sí lo puede ser es su terminación, motivada por los numerosísimos clavos belicosos que el régimen nos trata de imponer, pisoteando las reglas y los principios democráticos y sin acostumbrarse, lo mas grave, a que hoy representan la minoria, como se demostró el 2D y se confirmará en noviembre próximo.