Chernobyl
El martes pasado, en el programa de RCTV «A puerta cerrada» de nuestra Marieta Santana, el valiente periodista Efraín Castillo mencionó el caso de Chernobyl como típico ejemplo de regímenes en los que la prensa está controlada por el gobierno.
En efecto, el 26 de abril de 1986 se produjo en la Unión Soviética el accidente más catastrófico de la historia de la energía nuclear: un estallido en la planta atómica de Chernobyl, situada entre Bielorrusia y Ucrania, que liberó 500 veces más radiación que las bombas atómicas que destruyeron Hiroshima y Nagasaki.
Al día siguiente, varias estaciones de control de radiactividad en Suecia detectaron el polvo altamente radiactivo, que provenía justamente de Chernobyl. Otro tanto sucedió en estaciones alemanas y finlandesas, lo que puso al mundo entero en alerta y obligó al gobierno soviético a pronunciarse. El comunicado que se emitió la noche del lunes 28 de abril no evidenciaba la gravedad de lo ocurrido:
«Ha ocurrido un accidente en la planta de energía de Chernobyl y uno de los reactores resultó dañado. Están tomándose medidas para eliminar las consecuencias del accidente. Se está asistiendo a las personas afectadas. Se ha designado una comisión del gobierno»
Esta forma de actuar de las autoridades soviéticas es típica de los regímenes totalitarios: aún conociendo las terribles consecuencias que podía tener –y tuvo- el accidente, se reservaron la información. Habiendo podido evitar miles de afectados y muertes, no lo hicieron.
Algo similar hubiera sucedido en Venezuela durante las tragedias de Vargas y Miranda en 1999, de no haber existido los canales de televisión privados. Están frescas en mi memoria las declaraciones de ciertos funcionarios del régimen que aseguraban que las alertas desesperadas del entonces Gobernador Enrique Mendoza eran para evitar que la gente votara en el referéndum para la Constitución.
Por eso es necesaria la voz de los medios independientes. En Chernobyl fue necesario que otros países dieran la voz de alarma para que el hecho fuera difundido. En el mundo se conoció toda la magnitud de la tragedia a las pocas horas de haber ocurrido, pero en Chernobyl y sus alrededores, tomó semanas.
¿Es eso lo que queremos, enterarnos de los Chernobyles cuando sea ya demasiado tarde?…