Chavismo solamente habla en futuro
El presente está podrido por culpa de la cuarta y el futuro ya lleva 12 años en construcción.
Es la esperanza, es lo que viene, es lo que vamos a hacer, es para donde vamos, es el verbo en futuro, el epicentro de la revolución. Cada vez que el líder intergaláctico tiene que reforzar los amores con la gente, como está ocurriendo justo ahora por la campaña electoral, recurre al expediente de la promesa y del coqueteo con lo que vendrá.
Aquí, donde ahora está una fábrica de palitos chinos, la cual ordenamos su expropiación en este momento, funcionará una de las empresas socialistas de mayor envergadura en toda Latinoamérica. Una verdadera empresa de producción social. De 12 trabajadores pasaremos a 1.000 solo en la primera etapa. Contrataremos diseñadores de palitos chinos, pintores de palitos chinos, moldeadores de palitos chinos. No como hacían ahora estos explotadores podridos que contrataron a 12 indocumentados para sacarles el jugo y ni siquiera pagarles las prestaciones. Nuestro esquema es diferente. Somos socialistas. Los trabajadores serán los dueños. Haremos un acuerdo bilateral con China para que se produzca una verdadera transmisión de tecnología y aprendamos a hacer los mejores palitos chinos del mundo. Aquí tenemos la madera, producimos el plástico, tenemos energía barata, gasolina barata, agua por montón y, con la ayuda de Fidel Castro, tendremos la disciplina socialista y la voluntad socialista.
En unos cinco años, ya verán, este será un conglomerado industrial socialista de palitos chinos. Invadiremos los mercados internacionales de palitos chinos. Allá, donde ahora está estacionado el carrito del chichero y el vendedor de perros calientes haremos un comedor industrial para los trabajadores socialistas tan grande que podrá alimentar a toda la comunidad socialista, a toda la comuna. Más arriba, en ese peladero que deja la oligarquía explotadora haremos un campo deportivo y un teatro. Más allá, justo donde está parado Diosdado, vamos a construir, con un préstamo japonés a cambio de petróleo, una máquina procesadora de desespero burgués que permitirá controlar a esos podridos. Esta importante sección de la empresa socialista será administrada directamente por la comuna que se formará y que en su momento, cuando funden el banco comunal, recibirá un jugoso aporte que entregaré personalmente. Hay que aclarar que los palitos chinos que no vayan al mercado externo serán distribuidos gratuitamente entre las comunas vecinas y esta comuna recibirá a cambio franelas con mi foto, gorras con mi perfil y pancartas con mi busto, también producidas por las comunas que se van a crear alrededor.
Mientras tanto, mientras esperan, voten por mí. Seremos una potencia mundial. Y socialista.