Chavismo crítico
En los últimos tiempos, ha surgido, dentro de los seguidores del presidente lo que pudiera calificarse como un chavismo crítico no incondicional. Este grupo representa un significativo 70% que contrasta abiertamente con el 10% ideológico y el 20% clientelar.
El chavismo crítico es fuerte en las clases socio económicas D y E, pues son precisamente los que menos tienen, que una vez pusieron sus ilusiones en la promesas electorales, los más desencantados con los nueve años de mal gobierno revolucionario.
La corrupción, la inseguridad, el desempleo, el desabastecimiento y el alto costo de la vida son las principales quejas de estos venezolanos que por su vulnerable condición económica son los más afectados. Ya el pueblo chavista no acepta la explicación oficial que los malos son los ministros, pues con mucha perspicacia saben que quien nombra a esos funcionarios es el presidente, corresponsable del desastre.
La inseguridad afecta a todos los habitantes de los barrios, independiente de su color político, por la carencia de policías bien entrenados y honestos. El pueblo se indigna ante la corrupción rampante que hace millonarios en un santiamén a pobretones funcionarios gubernamentales.
El desabastecimiento y el alto costo de la vida, son graves problemas para las mayorías populares que entienden que las causas tienen mucho que ver con políticas desacertadas que ahuyentan la inversión debido a la inseguridad jurídica y a los controles burocráticos.
El BCV y el INE, encargados de reflejar el costo de la vida y el desempleo hacen magia para disfrazar la realidad y hablan de 7% de desempleo y de una inflación menor al 2% mensual. Pero las madres constatan a diario que la inflación, incluso de los productos regulados, evapora el salario mínimo del cual vive un 60% de la población de menores recursos.
El resultado de la consulta del 2D, reforzado por ese chavismo crítico, significó un rechazo a la reelección, a la ideologización, a las amenazas a la propiedad y al discurso guerrerista.