Chávez y la narcoizquierda
El libro de Teodoro Petkoff “Las dos izquierdas”, deslindando en dos(2)las formaciones que caracterizan a la diversa y extensa familia de la izquierda en Latinoamérica , se le hace necesario, ante las nuevas contribuciones de la ”Revolución Bolivariana” a la teoría y praxis del socialismo, agregarle en una próxima edición, una nueva subfamilia que le dé entrada formal dentro de lo que Petkoff llama la “Izquierda Borbónica» a la “Izquierda Narcótica” o la “Narcoizquierda”, que sería el nombre aplicable a los grupos que conforman las guerrillas colombianas de las FARC y el ELN; sin descartar, que otras formaciones de ese campo ideológico en Suramérica, tenga similares vínculos con el negocio de las drogas.
La izquierda venezolana en las etapas de la violencia armada, realizaron alianzas ocasionales con sectores del hampa común para cometer algunas de sus delitos. No obstante, es de reconocer que esta no fue una política sistemática ni mucho menos nacida de las direcciones políticas de los partidos de la subversión MIR y el PCV. Alborotaron los cuarteles, pero no se volcaron a reclutar elementos del hampa ni tuvieron mucho éxito en las barriadas con el lumpenproletariado para llevar a cabo acciones desestabilizadoras. En los sesenta también sucedió, que antiguos camaradas se pasaban al hampa, hoy los del hampa se pasan a la “revolución”.
Chávez por su parte, si ha tenido una múltiple y concitada relación con la violencia y el delito. Fue golpista en el seno de la FAN. Como mandatario, ha utilizado tanto los grupos extremistas de su alianza, factores del lumpen, y elementos del hampa común integrándolos a los cuerpos policiales y parapoliciales para castigar a sus adversarios.
Por lo expuesto, podemos estar de acuerdo que Chávez es un individuo de reducidos escrúpulos; pero eso no quiere decir que no cuente con unas ideas y con una propuesta política. En ese sentido pensamos, que la pública fe de compatibilidad de Chávez con la “narcoizquierda”, no es producto de una deliberada complicidad con las prácticas de ésta, aunque la forma en que despliega su conducta -agravada por ser las FARC una organización delictiva -,se inscriba dentro de sus conocidas truculencias.
Sostenemos que Chávez, por el contrario de lo que lo acusan, busca no solamente pacificar a las FARC sino purificarlas; retraerla a su idea original de movimiento con ideales de cambio social. Dicho de otro modo, se empeña en salvarla para evitar su extinción. Su apuesta es que se inserten en el sistema político-legal colombiano para que luego de instalados allí, se queden con él. Ni más ni menos que su propia fórmula.
Por más torpezas y delitos que haya cometido Chávez, entregándole dinero y proveyendo refugio a la guerrilla, signifique que apruebe y participe del sucio negocio que estos realizan con las drogas”.
Sin embargo, su juego ha resultado muy arriesgado por tratarse de temas cruciales de la agenda global. Su táctica por persuadir a sus amigos terroristas para desactivarlos de la violencia, ha terminado por convencer a muchos, que hay que desactivarlo a él.