Chávez si es de “oposición”
De nuevo, algunos “líderes” de la oposición vuelven a tocar la tecla que no es, empeñados en diferenciarse entre ellos, acuden al argumento de que no son de oposición sino proponentes. Dejando abierta una proximidad con el oficialismo, viéndole como una manera “astuta” para captar las simpatías de los seguidores del régimen. Cuestión absolutamente simple, cuando es el propio Chávez quien siempre trató de deslastrarse de lo que era pasado u oposición. Su crítica a la cuarta republica la adultera agrediendo y desconociendo la democracia, tema que no es novedoso para quien la violentó con sus consabidos “golpes” y luego llegó a la presidencia de la república por la vía electoral que le facilitó esa democracia de la cual tanto reniega. Su camino fue claro, el terrorismo primero para luego aprovecharse de las debilidades en la que incurrieron los gobiernos anteriores, signados por la corrupción. Siempre se mantuvo en una actitud de desobediencia a las normas que establecía esa libertad, más que de oposición se situó en el campo de la sedición, sin embargo asumió el traje de opositor cuando le convino. Actualmente, la oposición “oficialista” sigue dispersa, tan dispersa que observamos desaliento de parte de la sociedad civil, cuando no se siente representada por los supuestos lideres, que no aclaran sus competencias, ni ofrecen nada que en verdad pueda sellar el rumbo de la disidencia activa. Si los errores continúan, pudiera nuevamente nacer el desanimo de la gente, no yendo a votar en las futuras elecciones. Disposición peligrosa y de retracto contra quienes pretenden representarla, por ello, deben cuidar sus palabras, establecer normas claras y ubicarse donde realmente les concierne, o abandonar definitivamente las “atribuciones” de opositor.
Incómodamente en este país se puede emular a Chávez, cuando las discrepancias son incompatibles, las concepciones están visiblemente implantadas por este régimen succionador de las riquezas y proclive a montar el viejo modelo marxista.
La lucha de la sociedad civil es por principios, tienen sus objetivos y así lo demostró el pasado 2D, en esa oportunidad coincidió con los políticos y alcanzaron un triunfo sin precedentes. De igual manera, las conductas de los aspirantes a líderes y precandidatos, deben seguir en correspondencia con esa sociedad civil, con el compromiso final de que los escogidos serán resultado del consenso unitario. De este respeto básico nadie se debe excluir como vía alterna y señera, tampoco deslindarse con el argumento de que no somos de oposición, sino la resurrección “divina” de algo novelero que, subyace en esta sociedad de degradación a la cual pretende conducirnos el oficialismo. Podemos y Primero Justicia forman parte del espectro político del cual Chávez es opositor, semejante a lo que él quiere estigmatizar como la oposición “conspiradora o cuartarepublicana”, esa tesis es harta conocida y en estos momentos a nadie debe sorprender ni avergonzarle. Las repuestas más que en las palabras estarán en los hechos, planteando y haciendo verdadera labor de “líderes”, ocupando una vocación de servicios hacia la comunidad a la cual se deben. Las políticas arteras y segregacionistas serán condenadas por todos y para preservar su propia integridad las agrupaciones políticas tienen que respetar las decisiones de la mayoría. Contrariamente estarían rompiendo con el rasgo opositor y le harían el juego impolítico a la corriente oficialista.
Chávez sí es de oposición, al sentir de los venezolanos, a sus instituciones y principios. Su actitud personalista es pauta, esperar una rectificación es improbable conociendo sus antecedentes; sus promesas de dialogo siempre fueron ambages para tratar de engañar a los ingenuos.
Quienes aspiren a guiar a la sociedad civil, deberán dar las normas ostensiblemente, por supuesto, no deslindándose precisamente de sus “representados”, porque Chávez sin alterarse seguirá siendo de oposición a las reglas democráticas y de convivencia.