Chávez: Radiografía de un incapaz
¿Cómo puede catalogarse un gobernante que no demuestre interés en mejorar las condiciones en que se educan los niños y jóvenes en nuestro depauperado sistema educativo? ¿Cómo llamar a un gobernante que no procura mejorar o solucionar el terrible drama de quienes tienen que utilizar nuestro precario sistema de salud? ¿Cómo debemos juzgar a un gobernante que demuestra desprecio absoluto por los ancianos, que no promueve políticas integrales para mejorar sus condiciones de vida? ¿Un gobernante que conociendo el infierno que constituye la vida de la población carcelaria no hace nada para implementar correctivos, como puede ser evaluado?
Nunca el precio del petróleo venezolano había alcanzado las cifras a que ha llegado en la época de Chávez, hasta 150$ por barril. En los 70 durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez el petróleo llegó a 29 $ y se hablaba de la Gran Venezuela. El país todo era una fiesta, millones de venezolanos vieron mejorada su calidad de vida. Se formó una clase media poderosa, la construcción de obras públicas y privadas batió récords, hubo que importar mano de obra, había pleno empleo. 15 mil venezolanos salieron a estudiar al exterior becados por el gobierno. La imagen personal de CAP fue asociada con la bonanza petrolera.
En el segundo gobierno de Caldera el precio del petróleo llegó hasta 7$ por barril y no por ello se dejó de atender los compromisos laborales y sociales del gobierno, ni se fraccionó el pago de la bonificación de fin de año, ni se dejó en el olvido la contratación colectiva. Se diseñó un programa de apertura petrolera que atrajo miles de millones de dólares en inversión extranjera y que creó infinidad de puestos de trabajo bien remunerados y le dio solidez a la industria petrolera venezolana. Se consolidó vigorosamente una clase profesional petrolera que se había venido conformando desde la Nacionalización del petróleo lograda por CAP y la internacionalización establecida por Luis Herrera Campíns y continuada por Lusinchi.
Hugo Chávez lleva once años mal gobernando a Venezuela y no es capaz de mostrar donde están las casas que ha construido su gobierno. Sólo puede exhibir un hospital construido en su gestión: el cardiológico. No ha sido capaz de poner en servicio ni el Metro de Maracaibo ni el de Valencia, por el contrario el Metro de Caracas está en el suelo y casi que hay que rehacerlo. No ha podido concluir las centrales hidroeléctricas que consiguió en ejecución. No ha construido escuelas ni liceos. Está estrangulando al sector universitario. Ha provocado la emigración de miles de médicos venezolanos para traer cubanos que no exhiben sus credenciales profesionales. Ha destruido es sector agropecuario y el industrial. No se ha ocupado en lo absoluto de controlar la criminalidad, la delincuencia desatada. Este detalle ilustra la gigantesca mentira manipuladora de su pregonada preocupación por los pobres. La lógica indica que si baja la pobreza también se reduce la delincuencia. Lo que quiere decir que si aumenta el delito es porque la marginalidad se ha incrementado exponencialmente.
El tema de la corrupción no puede dejarse de lado. Escándalo tras escándalo y ningún responsable preso. Los grandes cacaos del gobierno tienen la impunidad garantizada, los peces pequeños son otra cosa. Los empleados de la arepera “socialista” reciben todo el peso de la Ley pero los que compraron millones de toneladas de comida podrida y los socios de Makled pueden disfrutar de lo robado tranquilamente.
Mientras uno más analiza los resultados del gobierno de Hugo Chávez, más nos adentramos en la radiografía de un incapaz.