Chávez: ¿Otro dragón sin fuego?
“Qué buen vasallo que fuera
si tuviese buen señor”
(%=Image(5295170,»L»)%)De dragones sin fuego está poblada nuestra política (%=Link(«http://www.ucab.edu.ve/estudiantes/venezuela/personaj/medina.htm»,»postmedinista «)%). Si exceptuamos al clarísimo (%=Link(«http://analitica.com/bitblioteca/rbetancourt/ad1.asp»,»Rómulo Betancourt»)%) y al Leoni soñador con el espacio estelar, hemos contratado electoralmente a sujetos armados con astucia silenciosa, alta capacidad de soborno y brillante impostura intelectual.
Tal vez sin notarlo, otras promoviéndolo deliberadamente, los protagonistas del momento cultivaron a una servidumbre rapaz, de lábil ideología e indoblegable uso del teléfono. A través de esta legión de sombras se construyeron carreteras con presupuestos para levantar países y se nombraron generales a velocidades superiores a la del sonido. Por las primeras transitaron modestos partidos hacia su conversión en maquinarias stalinistas, mientras que los ágiles ascensos militares aplacaron la sed presidencialista incubada desde la Venezuela idílica, en plena efervescencia del siglo XIX.
Nuestros dragones, perdidos entre las faldas de sus secretarias elevadas a concubinas y el aplauso eficaz de los empresarios de pasillo, soplaron, felices, todas las velas del pastel democrático. Anciano y satisfecha la soberbia, (%=Link(«http://www.terra.com.ve/aldeaeducativa/biografias/biograf23800.html»,»Rafael Caldera Rodríguez»)%) apagó la última luz, bajo la guía de imaginarias voces celestiales, “al indultar al teniente de Barinas has evitado una guerra. San Pedro ansía rodearte de luz y te garantiza, que tras tu muerte, no serás olvidado. Te convertirás en escuelas, calles y esquinas” .
El lugar de la lucidez
En un almuerzo ofrecido por sus colegas escritores en 1946, declaró (%=Link(» http://www.hum.au.dk/romansk/borges/spanish.htm»,»Jorge Luis Borges»)%) — quien años después recibiría con sorna un desplante de nuestros intelectuales de izquierda— que “Las dictaduras fomentan la opresión, las dictaduras fomentan el servilismo, las dictaduras fomentan la crueldad; más abominable es el hecho de que fomentan la idiotez”. Según el argentino, aplausos, efigies de caudillos y banales ceremonias ocupan el lugar de la lucidez en regímenes de narcisismo desatado.
Ahora vivimos los primeros cuatro años de una amalgama (%=Link(«http://www.atomicmag.com/»,»retro»)%) con ansiedades agrarias y discurso trasnochado que reta a «los malvados imperialistas». Y qué decir, una presa de este calibre —con cantidades de petróleo inversamente proporcionales a su sentido común— no podía ser perdonada por cierta izquierda europea que, (%=Link(1110752,»Ramonet»)%) en mano, refuerza a Hugo Chávez mientras recibe dádivas tropicales por un mundo mejor.
Triste inercia
Internamente, el Presidente cuenta con una nueva clase chavista, adscrita a los billetes revolucionarios y, mayoritariamente, se nutre de una sociedad civil que padece del mismo síndrome de la persona que ha perdido un brazo, pero sigue sintiendo cosquilleos en su no extremidad. Así, continuamos aferrados a estrategias democráticas para relevar del poder a la administración Chávez, a pesar de que ésta secuestró a las instituciones (Tribunal Supremo de Justicia, Fiscalía y Defensoría del Pueblo, entre otras), desató la plaga de la corrupción, amenaza con inquisición comunicacional y desmonta nuestra (%=Link(«http://www.pdvsa.com.ve»,»única fuente de sustento»)%) . El español Fernando Vallespín habla del “poder de las inercias en la política” para entender esta ciega fe nuestra, “Muchos siguen aferrándose a las instituciones como a un clavo ardiendo, aunque algunas de ellas ya estén vacías y se muevan como auténticos muertos vivientes”.