Chávez: estás mentirosito
Sí… me engañaste al decirme que la fábrica de celulares vergatarios era un proyecto de clase mundial, para luego reconocer que había sido un fracaso, no tengo porqué creer que la que montaste ahora en La Carlota será exitosa. Todavía recuerdo cuando afirmabas hace un año que estábamos blindados contra la crisis mundial y también te escuché atentamente cuando nos dijiste que la “minicrisis” bancaria ya estaba solventada. Ayer te tiraste otro banco al pico, debo sospechar que otros bancos también están en problemas. Hace poco tiempo que reconociste que la Misión Barrio Adentro había hecho agua y que más de dos mil cuatrocientos centros de atención estaban cerrados, los mismos que según tu, sustituían a los Hospitales de la cuarta, que también dejaste morir. Me siento engañado.
En enero pasado, no hace tanto tiempo, afirmaste casi a gritos, que el dólar regresaría a cuatro treinta, dime en cuál taquilla de cuál Banco los venden a ese precio, porqué los únicos que yo consigo son los del mercado negro que ahora son a “cachidiez”. Te llenaste la boca de alabanzas hacía la misión Mercal y Pdval, que aseguraba la alimentación del pueblo mismo, todo eso lo decías al tiempo que se podría en los puertos la comida que pagaste con los dineros nuestros. Estábamos mejor cuando la comida venía de Colombia y no había que pelearse en el automercado para que te vendan de a dos.
Hablaste hasta por los codos para explicarnos en qué consistía la revolución del agro y las vaquillas, y los vientres y no se cuanta más paja, para que mi esposa tuviese ayer que zanquear en tres lugares para pagar a precio de oro un lomito uruguayo. A eso lo llamas revolución alimentaria.
Le quitaste el edificio a Sambil para cumplir con tus caprichos y nos prometiste qué harías una obra para el pueblo. Lo único que lograste fue generar tu propio Helicoide, al mejor estilo de la cuarta republica, que dejó sin terminar esa obra de Pérez Jiménez. Ahora esperamos por la ineficiente revolución para que resuelva como convierte un centro comercial en un garabato socialista.
Mentías antes de ayer, cuando nos mostrabas una fábrica de caros iraníes, que inauguraste el 27 de noviembre de 2006, para que le atornillará las ruedas a carros importados, que nos quieres hacer creer que fabricas aquí. Las carrocerías enteras, tal como las bajan de los contenedores han estado arrumadas a un lado del galpón y la fábrica de partes de goma, que montaron en Santa Teresa del Tuy, para suplir a esa fábrica, es un centro de formación socialista que no produce nada. Han pasado cuatro años y los turpiales y los centauros no se ven en la calle, pero si los Corolas que produce Toyota en Cumaná.
Cuando mientes, evita usar tanto la coletilla: “eeee” . Cuando la usas muy repetitivamente, nos damos cuenta que nos estás engañando. Faltan cien días, todavía descubriremos más mentiras antes de las elecciones.