Chávez, el gran farsante
En momentos en que está a punto de consumarse una reforma constitucional clandestina, en la cual, los preceptos inspirados en el pensamiento de Simón Bolívar y Ezequiel Zamora serán execrados de nuestra Ley Fundamental, queremos hacer algunas reflexiones que nos ayudaran a descubrir que estamos en presencia de uno de los mayores farsantes e impostores de la historia. El mismo qué, arropado en las banderas del bolivarianismo y zamoranismo nos inundó hasta el cansancio de citas, anécdotas y alusiones a éstos dos personajes históricos, que hoy pisotea con la instauración de la reelección indefinida y la desaparición de la descentralización y la federación, en aras de un centralismo acérrimo, disimulado bajo el eufemismo de un amorfo “ Poder Popular “ maniatado a los designios de la que será premisa central de la nueva constitución: nec plus ultra Chávez, o lo que es lo mismo: nada por encima de Chávez. En cierta manera, lo que se busca es crear un régimen teocrático en donde la figura de Chávez será homologada a la de un Dios, una situación parecida a la de Calígula en el decadente Imperio Romano. Ya sabemos como terminó éste último.
Con la misma impostura con la cual engañaba al país, bajo la falsa humildad que le daba pena habitar la residencia Presidencial, por su excesivo lujo, para luego proceder en la primera oportunidad a comprar para su uso exclusivo el avión más costoso que pudo encontrar, valiosísimas camisas y trajes blindados, los relojes mas caros del mercado y todos los caprichos más suntuarios que pueden soñar los ricos y famosos, lo vemos atentar ahora contra el pensamiento del Libertador, sólo para coronar su personalísima ambición de entronizarse eternamente en el poder. Sabe que fuera del poder no es nadie. ¡Que diferencia con Rómulo Betancourt¡ tan seguro de si mismo, que a pesar de haber tenido asegurada una nueva elección a la Presidencia de la República en 1973, no dudó en apartarse. No necesitaba el poder para hacer valer su pensamiento. Claro, como Chávez no tiene pensamiento alguno que presentar, necesita aferrarse al poder cual garrapata. Con esa versatilidad de comediante, de histrión, lo vimos en su última gira a África, poner en aprietos a sus padres, pues para congraciarse con un mandatario africano dijo que su papá era más negro que éste, y que su mamá era una catira. Imaginamos que el maestro Hugo de los Reyes tragó grueso, pues su vástago lo dejaba en público como un carnudo y lo obligaba a pensar en quien sería el negro que le birló a su esposa y a preguntarse quien sería la supuesta catira que parió al bocazas. Pero al parecer, el mundo ya reconoce a éste farsante que en ocho años ha anunciado fantasiosos proyectos como el de una Base Aeroespacial y una fábrica para construir vehículos extraterrestres, seguramente con tecnología haitiana o cubana, plantas para hacer harina, leche y té de coca, gallineros verticales y cultivos orgánoponicos, fundos zamoranos, fábricas de tractores iraníes, casitas chinas, redes ferroviarias que atravesarían el país, teleféricos para los barrios de los cerros y miles de mentiras más , que se multiplicarán ahora que tiene sus talk show diarios en Radio y televisión.
Luego de darle una pequeña revisión a éste esquizoide personaje, comprendemos las razones por las que. Para humillar el agresivo orgullo de Chávez, su Santidad Juan Pablo II designó como Nuncio Apostólico en Venezuela a un monseñor de apellido Berlocco, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos quiere hacerle a Venezuela una visita “in loco”, y en su último viaje a las Naciones Unidas a Chávez lo pusieron a hablar después del africano Presidente Kagáme. Evidentemente, todos le aceptan sus regalos aunque ven en Chávez a un gran farsante.
