Chávez: ¿Candidato de Oposición o del Pasado, lo Viejo y el Continuismo?
Escuchar como en cada alocución promete desde los más básicos servicios públicos, el desarrollo de vialidad, el inicio de proyectos económicos, la recuperación de la economía, el fomento de generación de empleos, el control de la inflación más alta del mundo, la instalación de generadores de electricidad, el inicio de la explotación del sector gas, nuevos planes de seguridad, la construcción de nuevos puertos, el desarrollo de proyectos de transporte y ferroviarios, aumentar la producción petrolera, la recuperación del sector agrícola, la recuperación del sector manufacturero e industrial, etc., etc., etc.; parece validar que el país se encuentra en ruinas o en una situación tremendamente precaria.
Así las cosas, parece su campaña la de un candidato de oposición de un país carente de los más mínimos desarrollos de proyectos de infraestructura y de políticas públicas, económicas y sociales.
Sin embargo, las promesas las hace un candidato que ha ostentado 14 años el poder, incluso de forma autocrática cuando no ha existido independencia de poderes y se han despilfarrado alrededor de 1.500.000.000.000.000 dólares.
Hoy día se produce menos petróleo que cuando Hugo Chávez asumió el poder. Hoy dependemos casi exclusivamente de las exportaciones petroleras, aumentando la vulnerabilidad de la economía a shocks externos, perdiendo cada vez más soberanía productiva diversificada y profundizando el modelo monoproductor, dependiente del petróleo y rentista. En la actualidad las exportaciones no tradicionales han prácticamente desaparecido.
La inflación durante la gestión de Hugo Chávez ha liderado los rankings mundiales.
La inseguridad, la delincuencia, las muertes violentas, la tasa de criminalidad y una impunidad alrededor del 90% a lo largo del enorme periodo de catorce años de la gestión de Hugo Chávez, así como el estancamiento de la economía, los servicios públicos, la infraestructura, la propuesta de un comunismo-socialismo; no hacen sino confirmar que Chávez es el candidato del pasado, de lo viejo, de la incompetencia, el continuismo, el caudillismo, la partidocracia, la “carnetocracia”, el nepotismo, el presidencialismo, el centralismo, el sectarismo fascistoide aderezado con lista infames y persecuciones.
El estancamiento económico y la paralización del crecimiento de la manufactura y la industria, evidenciado por medio de la publicación del desempeño del PIB durante los primeros dos trimestres de 2012 por parte del BCV, a pesar de estar en un año electoral, son señales de incompetencia, destrucción de la confianza y agotamiento del modelo rentista y de fomento del crecimiento vía gasto público. Los únicos sectores económicos que mostraron crecimiento fueron los de no transables y el comercio, afianzándose una economía de puertos, administrada a través de un capitalismo de Estado.
Lo ocurrido el 20 de agosto en Guayana durante la cadena presidencial-electoral, constituye una muestra inequívoca que la gente ha entendido que la candidatura de Hugo Chávez es la candidatura del pasado, de lo viejo, del fracaso, de las promeses eternas y de la incompetencia.
En nuestras manos, a través del voto el 7 de octubre de 2012, se encuentra la decisión de seguir anclados en el pasado y lo viejo o pasar la página y dar rienda al progreso y el bienestar de Venezuela.
Economista. Master in Industrial Organization and Markets. Master in Competition and Market Regulation. Especialización en Economía de los Sectores Telecomunicaciones, Energía, Farmacéutico, Transporte, Agua y Banca. Programa Avanzado en Política de Competencia. Profesor universitario de Regulación Económica y Regulación de Competencia.
