Cecilia Sosa gana contra las 3 dupletas
(1) Es público y notorio -tal vez demasiado notorio- que cada uno de los 3 mosqueteros de la denominada izquierda decidió aupar a un candidato distinto, bajo el inesperado lema «divididos venceremos» que pudiera causar alguna confusión. Aunque no se puede olvidar que los marxistas son duchos en actuar dentro de células mediante las cuales se lanzan líneas de acción por debajo de la mesa, sin que la gente se entere. Pero los del público sólo podemos ver lo que muestran los medios de prensa.
(2) Frente a esas tres dupletas se anuncia la próxima candidatura de Cecilia Sosa, que trae consigo un genuino prestigio, sin duda estimulante para la juventud, que siempre procura verse en el mejor espejo en pos de sus idealistas aspiraciones a presente y futuro. El resto, que forma la postjuventud, aprecia con más serenidad la ventaja de preferir a una persona forjada con solidez comprobada en obra de alta factura y duradera. Todo esto sin menoscabo de aquellos contendientes.
(3) Otros aspirantes también están blandiendo sus dotes con ansias de servir. Quizás son los más jóvenes a quienes el país los va saber acoger en un trajín que apenas comienza pero que es promisorio.
(4) Afortunadamente, no habrá chance para disquisiciones sobre liberalismo o conservatismo, derecha o izquierda. El país va a decidir si continúa esta situación o si termina esta situación
(5) Todos los que acudiremos a votar en las primarias, lo haremos convencidos de que habrá un resultado esperado, en beneficio del país que está ofreciendo su mejor dosis de sí mismo, en el momento justo en que necesita producir esa dosis.
(6) Se está abriendo la cortina, va a comenzar la acción y todos estamos expectantes para el éxtasis de un final que no tiene por qué ser tragedia. Pero ese final nos va a encontrar a todos preparados para lo mejor y para lo peor del drama, como tenemos responsablemente que estar